La navidad pasó de una manera muy rápida, al igual que el año nuevo. No puedo creer que ya van a ser cinco años desde que todo sucedió, desde que el mundo cambió por completo, desde que mis padres murieron, desde que Louis murió, desde que llegamos a esta casa. Es increíble las semanas se hayan transformado en meses y esos meses en cuatro años desde que Nick llegó a nosotros y se transformó en una de las personas más importantes en mi vida. La rutina nos acompaña día a día, convirtiéndose en algo aburrido, pero los chicos siempre encuentran una manera de hacernos reír y de vez en cuando, sacarnos de nuestra usanza y convirtiendo el día en uno completamente nuevo y único. La plantación que encontramos ha sido de una gran ayuda y la hemos usado hasta el punto de volvernos totalmente dependiente de ella ya que nos provee la mayoría de los alimentos, todos frescos, ya sean frutas o verduras, pero se ha convertido parte de la práctica ir todas las mañanas hacia allá en busca de los alimentos del día.
Últimamente he estado pensando mucho en qué habrá pasado con el resto del mundo. Me pregunto si hay sobrevivientes, gente como nosotros que vive escondidos en la penumbra con la esperanza de no ser encontrados y de, algún día, poder vivir en paz nuevamente. Me pregunto que habrá sucedido en las grandes ciudades y en todos los lugares de lujo en donde se encuentran los militares y seguidores de Alan Walton, me pregunto si ellos están conformes con la vida que tienen ahora, pero por más que le doy vueltas al asunto, más me atormento con el sentimiento de ira que me provocan egoístas y crueles esas personas. No puedo creer que exista gente tan mala. Espero que algún día, sean derrocados y todo vuelva a la normalidad para que podamos volver a tener vidas comunes y corrientes, que todo esto que hemos vivido solo sea tan solo un mal recuerdo y una historia de gran suspenso para nuestros nietos. Espero que esto no dure mucho más tiempo. Todas las noches miro por la ventana pensando en los hipotéticos sobrevivientes. Dudo enormemente que seamos los únicos, es muy poco probable y en el caso de que hayan más, tengo la esperanza, el sueño de que algún día podamos unir fuerzas y levantarnos contra Alan Walton, vencerlo de una vez por todas y volver a nuestras vidas, aunque la verdad es que mientras más lo pienso, más lejano se ve de poder pasar.
William y Nick lograron encontrar la señal de radio que usan los militares de Walton y el centro de todo, el lugar donde son organizadas las salidas a terreno de los militares, es decir, las revisiones que hacen una vez al mes. Con esta radio hemos estado al tanto de todo lo que los seguidores de Alan Walton y los militares hacen, desde donde están ubicados, hasta las conversaciones que tienen sobre sus esposas a sus espaldas. Después de todo, es bueno saber qué señal usan para estar al tanto de las cosas que hacen, estamos más seguros sabiendo con certeza las cosas que van a hacer.
- Si los militares sólo usan esta señal de radio ¿Crees que podamos usar otra y que demás sobrevivientes nos escuchen? –. Le pregunto a Nick tomo asiento a su lado en la terraza.
La primavera está comenzando y el sol empieza a brillar de nuevo, haciendo que los árboles florezcan y los pajaritos canten con el viento. Es agradable estar al aire libre.
- Es posible, aunque es muy riesgoso ya que, si nos escuchan los militares, estamos muertos -. Inquiere Nick pasando su brazo por sobre mis hombros.
- Pero si funciona...
- Si funciona, nos vamos a unir a un grupo de personas igual que nosotros y no podremos hacer mucha diferencia -. Interrumpe Lucy sin despegar la vista de su libro.
- No quiero seguir viviendo así -. Reclamo y todos me miran preocupados. - No puedo, no quiero, es horrible -. Bramo molesta. - Deberíamos intentarlo -. Insisto tomando la radio en mis manos, pero Charles me la arrebata.
- ¿¡Te volviste loca!? ¿Nos vas a poner a todos en riesgo porque estás aburrida? -. Resopla el pelinegro molesto.
- ¿¡Y qué pretendes hacer!? ¿¡Vivir el resto de tu vida oculto sin saber que hubiera pasado si tuvieras las pelotas de emitir una señal!? -. Digo alzando la voz aún más molesta y Charles gruñe furioso.
Sin desistir el contacto visual, lo observo durante largos segundos en los que un tenso silencio nos invade a todos, formando un ambiente tan denso que dificulta la respiración.
- Emma, no creo que sea buena idea -. Habla Nick con delicadeza. - Charles tiene razón, es demasiado riesgoso -. Dice y pone su mano en mi muslo, pero yo la saco rápidamente.
- No me toques -. Ladro y me pondo de pie. - Me molesta que sean tan cobardes.
- Y a mí me molesta que seas tan irresponsable, pero supongo que no podemos hacer nada al respecto -. Responde Nick con el ceño fruncido.
- ¡Es mucho mas irresponsable quedarse aquí esperando a que la vida pase y nos deje atrás! -. Grito molesta y paso mi mirada sobre todos.
- ¡Por favor, Emma! No seas ingenua, piensa en lo que estás diciendo -. Responde Nicholas en un grito. - Quieres emitir una señal de radio que probablemente nadie reciba, nadie excepto los militares que sabrán nuestra ubicación. Ni siquiera sabes si hay más sobrevivientes, y si los hay, por qué irías a confiar en ellos o ellos en ti -. Dice poniéndose de pie frente a mí.
- ¡Al igual como confié en ti, imbécil! -. Le suelto furiosa.
- ¡No me insultes porque no te he dado pretextos para hacerlo! -. Responde alzando los brazos sobre su cabeza. - Lo único que te hemos dicho es que no puedes emitir esa estúpida señal -. Brama. - Si soy el único que piensa así, me disculpo, pero todos piensan como yo.
Mi pecho sube y baja con la respiración agitada y con un sentimiento de impotencia que me carcome por dentro, observo a los presentes. Doy un pesado suspiro antes de hablar.
- ¿Lucy? -. La llamo, pero ella desvía su mirada. - ¿William? -. Pregunto y él me observa en silencio para luego negar con la cabeza.