- ¡Haz lo que quieras, jódete!
Grité tan alto que la chica se asustó, vi caer por sus mejillas lágrimas de dolor; nunca había conocido a una persona tan hija de mierda.
Encontrarla con alguien en mi propia casa eso era de zorras. La amaba, la amaba demasiado; pero esto se había jodido
-Solo déjame explicarte
La chica se cubrió con la colcha de la cama y bajo descalza para tomar de mi brazo.
- ¡Quiero que me dejes en paz! Puedes pagar el departamento y quedártelo.
Fue lo único que pude decir antes de salir del departamento. Estaba roto y no sabía cómo calmarme. Me sentía una mera mierda. Entré al auto y en cuestión de minutos ya estaba por la segunda ronda de botellas.
-Más despacio Min, no quiero que te pases de copas - dijo Jackson dando unas palmadas a mi hombro.
No podía formular palabra alguna, estaba lleno de irá y de sufrimiento; no podía dejar de beber: las ganas de aventar todo no las podía aguantar, ahora estaba con Jackson: quien me había acompañado en esta pena.
Puede que no hay sido el fin del mundo pero eso era lo que sentía. Otra vez estaba desecho. Desde esa vez no había vuelto a ver a Nina eso era una gran ayuda.