"Es una orden... Tienes que capturarlo..."
―El tiempo se fue muy rápido...―sin dejar de mirar hacia esa dirección
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Sin saber que el rumbo de su vida cambiaría con aquel encuentro inesperado, la niña llego a un barrio no muy lujoso, todo estaba muy oscuro en esa casa, no le tomó importancia a éste hecho, pues siempre era así, entrando de todas formas al interior, se sentía cierto aire frío poco usual en ese lugar, muy diferente al usual, entró a una habitación que parecía ser la cocina, tomó algunas cosas con sus manos sin prender la luz, no la necesitaba puesto que conocía perfectamente cada rincón de su hogar, de día, de noche, de arriba a abajo, se preparó un poco de comida, encendiendo el fuego con su magia para calentar los alimentos, esa noche no pasó nada extraño, más que lo pensativa que estaba con ese niño que conoció hace pocas horas, esos ojos verdes le habían cautivado por completo y con eso en mente se dirigió a su habitación, cambiando sus ropas por unas más cómodas, caminando en dirección de la única cama en ese pequeño cuarto, se acostó en la cama, con la mirada fija en el techo sobre ella, en la oscuridad, creía ver formas moviéndose, no pretendía dormir, por eso no se dio cuenta de cuando cayó rendida en un sueño profundo e inquito.
Al llegar al Palacio Real, ambos niños risueños fueron al encuentro de sus queridos padres quienes los esperaban con cierta preocupación que fue opacada con una sonrisa al verlos llegar contentos, Loki fue recibido por su madre y Thor por su padre, ambos, tomando las manos de cada uno de sus hijos se fueron caminando hacia la sala de banquetes, que ocasionalmente era usada para festejos, y que cuando no, la ocupaban para pasar un rato familiar mientras hablaban de sus quehaceres diarios durante la hora de cenar, la reina sentada a un lado de su rey, Thor al lado izquierdo de su padre, con su hermano a su lado, comenzaron a entablar conversación rápidamente y de forma muy amena, entre risas y pequeñas bromas por parte del hijo menor de los reyes, el pelirrubio saco a tema de conversación el encuentro con sus ahora nuevos amigos.
― ¿¡Puedes creerlo padre!? Era una mujer la que estaba en el campo de entrenamiento... ¡Entrenando! ―decía con la boca llena de comida
― ¿Qué más se puede hacer en el campo de entrenamiento si no es entrenar? ―obvió el hecho con una mueca algo fastidiada el menor, no sabía si por la estupidez de su hermano o porque este ni siquiera se haya inmutado para detenerlo en su huida, quizá ambas cosas
―Tu hermano tiene razón Thor, y no hables con la boca llena―regañó su madre algo divertida, pero firme
―Lo siento―se sonrojó al ser regañado― pero ¿qué tal esa niña que conociste en el claro detrás del campo de entrenamiento? ―cuestionó como venganza en contra del menor, mirándolo con una sonrisa divertida
―Thor...―habló entre dientes su nombre, claramente no quería hablar de eso―yo… no lo sé―confesó apenado mirando a un lado ya que la mirada de ambos mayores se posó sobre él
― ¿Tú también conociste a alguien el día de hoy, querido? ―dijo la reina de modo fraternal con la mirada puesta sobre él
―Pues... no exactamente, iba corriendo y sin querer me tropecé con ella tirándola al suelo que estaba lleno de lodo―encogiéndose de hombros, su padre frunció ligeramente el ceño
―Hijo, tienes que prestar atención a esas cosas, ¿no se lastimó?―un tanto preocupado habló el rey mirando al pelinegro
―Sólo se ensucio el vestido―se excusó el menor, un poco avergonzado
―El vestido que traía era muy bonito―comentó el mayor de los hermanos―era azul, me gusta el azul ¡y el verde!
―Ella lo arregló con su magia―dijo restándole importancia al asunto, mirando hacia su plato a medio terminar
― ¿Sabe hacer magia? ―los mayores estaban sorprendidos, no era una habilidad con las que muchos nacieran, mucho menos, que dominaran tan jóvenes
― ¿Cuál es su nombre? ―preguntó el rey interesado
―Me dijo que se llama Anna, pero no estoy seguro, se fue corriendo después de que le dije mi nombre―suspirando tristemente
―Quizá se asustó al saber quien la había tirado―dijo pensativo el rubio―a lo mejor pensó que el rey se enojaría o algo así.
―Era muy extraña...―dijo sin pensar, abstraído en sus recuerdos
― ¿En qué sentido? ―cuestionó la reina mirando a su hijo
―Sus ojos... eran vacíos, su piel era muy fría... me dio escalofríos cuando me habló, su voz sonaba carente de sentimientos, nunca había conocido a alguien así―exclamó pensativo
Después de aquella charla la cena prosiguió en silencio, casi llegando a lo incómodo para los mayores quienes pensaban en la menor que había conocido su pelinegro hijo, pero para los niños no les pareció nada raro, aunque Loki seguía pensando el porqué de esa actitud tan extraña en la menor, cuando todos terminaron de cenar, el pelinegro fue el primero en dirigirse a su habitación para pensar mejor, le resultaba muy raro todo ese asunto de la tal Anna, aún más extraño que eso abarcara sus pensamientos tan fácilmente, inusual siendo él, llegando a su cuarto se despidió de su hermano con un movimiento de su mano el cual el otro se extrañó en recibir ya que siempre se despedían con un abrazo, al ver que su hermano cerraba la puerta, no le quedó más remedio que hacer lo mismo.