En el camino, recordaba que gracias a la preocupación de su primogénito y los susurros dichos por Hugin y Munin, los cuervos que viajaban por los mundos y que regresaban de su tarea, lograron llegar a tiempo antes de que se suscitase una verdadera tragedia.
Llegaron poco después al palacio, su hijo había dormido en ese pequeño lapso de tiempo, necesitaba descansar un poco y lo entendía, bajó de su fiel caballo Sleipnir con cuidado para después bajar a un somnoliento Loki, quien al ver alrededor suyo, recordó lo que había pasado tiempo atrás, salió disparado hasta el cuarto de las sanadoras siendo observado por un cansado Allfather que dio un suspiro.
Estando en esa condición con sus ropas ensangrentadas por la sangre ajena, las personas que caminaban por los pasillos del castillo esa noche le miraban con un gesto horrorizado, como su hubiese hecho algo malo, en especial sus supuestas damas, quienes fueron corriendo con la reina para contarles lo que habían visto, ella estaba en sus aposentos, en la terraza del gran balcón hilando las nubes con cierta preocupación marcada en su rostro, su mirada se posaba de vez en vez en el camino de la entrada principal, había visto pasar a los Einherjer en sus caballos con alguien en brazos, quiso no darle importancia, pero después de un rato vio pasar a Odín montado en su corcel de ocho patas con su hijo en brazos, sin embargo no pudo apreciarlo del todo ya que estaba bien acurrucado en el Padre de Todo y eso no podía significar nada bueno, pero trataba de serenarse, sus corazonadas nunca fallaban, pero esperaba que esta vez sí.
Las damas entraron sin pedir permiso, por lo cual la reina del cielo se asustó en demasía y les reprochó con cierta dureza, se excusaron en el hecho de las malas nuevas, cuando terminaron de relatar su pequeña historia, Frigga se levantó de su cómodo asiento con rapidez dejando su hilado a medio terminar para ir al cuarto de sanación junto a su hijo menor, que estaba muy segura se encontraba allí.
Thor, el despistado ya estaba en el lugar, cuando iba de regreso a sus aposentos después de una larga jornada de entrenamiento que se prolongó debido a la preocupación, vio corriendo a su hermano con las ropas manchadas de sangre, sumamente preocupado se lanzó a correr detrás de él, quien lo dejaba atrás tan hábilmente que llegó a creer que huía de su persona, pero se percató pocos segundos después que no era así, más no sabía desde cuando su hermano lo había superado.
Cuando llegó, observó la escena bastante triste desde detrás de una puerta con una pequeña ventana, solo podía estar su hermano ahí y Eir, quien supervisaba los signos vitales de Anna con un lector de almas, las lágrima de Loki se deslizaban por sus mejillas sin consideración mientras sostenía entre sus temblorosas manos la de la pelinegra inconsciente que ahora tenía la piel tan pálida como la de un muerto.
Mordió sus labios ante escena tan dramática y amarga que observaba a través del cristal, una mano se posó en su hombro derecho, llevó su vista hacia la mano, una hermosa mano con anillos que reconocería en cualquier parte de los nueve reinos, subió la mirada hasta el rostro contrariado de su madre, a ella tampoco le gustaba verlo así, nunca antes lo había visto de esa forma, tan verdaderamente afectado por este suceso, ambos desearon que la joven se recuperara, ambos sabían lo importante que se había vuelto en esos pocos meses, pero solo Frigga reconocía que si la perdía, los destrozaría por completo, más por las implicaciones que eso traería; con su otra mano tocó suavemente la puerta solo para llamar la atención de una de sus asistentas y mejor amiga la cual atendía a la amiga de su hijo.
Eir salió de la habitación, no sin antes informarle al pequeño príncipe sobre su partida junto a un beso en su cabeza, diciéndole que todo estaría bien, el menor quiso creerle y sonrió apenas espetando un sonido que parecía ser un "si", evitando dar un suspiro cerró la puerta detrás de ella, con la cabeza ligeramente gacha, la madre y su hijo mayor estaban a unos pasos de ella, quienes no le apartaban la mirada.
— ¿Qué sucedió Eir? —preguntó la reina en voz baja
—No puedo estar segura, cuando trajeron a Anna estaba inconsciente, pálida, fría...—decía lentamente
—No... —la voz del rubio sonó incrédula y llena de dolor, unas cuantas lágrimas se le escaparon
—Logré estabilizarla, la herida en el brazo fue fácil de tratar, pero su mente...—hizo una pausa—es inestable, no sé si sobreviva... quién sea que le haya hecho esto, hacerle sentir todo ese dolor era con la única intención de matarla…
—Por favor Eir, has todo lo que puedas, te lo suplico—pidió la reina, incapaz de creer que una persona querría matar a un niño, una idea inconcebible
—Lo intentaré, salvare su vida cueste lo que cueste—asintió decidida y entró de nuevo a la habitación, el rubio se colocó delante de la reina y le miró preocupado
—Thor hijo mío, no dirás nada de esto a tu hermano, por su bien—la reina tomó a su hijo por los hombros, agachándose hasta su altura mientras sonreía para tratar de confortarlo
—Lo intentaré...—dijo en un susurro, sorbiéndose la nariz
—Gracias mi amor—se acercó para depositar un maternal beso en la frente de su primogénito
Volvió a su anterior postura y firme avanzó hacia la puerta, su hijo se hizo a un lado para dejarla pasar, Eir le permitió entrar mientras ella recitaba unas cuantas palabras en voz baja en un dialecto que el menor de los Odinson no podía reconocer. Thor decidió marcharse por el día de hoy a sus aposentos, observó a su Padre en la esquina del pasillo que daba al Ala de Sanación bastante pensativo, al ver a su hijo sonrió y lo tomó de la mano para llevarlo a su habitación, sintió algo removerse y giró su vista hacia atrás donde creyó ver a Anna de pie con una tenue sonrisa, como indicándole con este simple gesto que todo estaría bien, negó cerrando los ojos por unos breves segundos mirando de nueva cuenta encontrándose con el vacío del pasillo, sin saber por qué se sintió mucho mejor y comenzó a relatar la historia de hace un tiempo atrás a un preocupado Thor que le miraba inquisidor, deseoso de saber lo que había ocurrido.