Thor: Reinvención (el comienzo)

Capítulo XIV (Parte II)

Sus hijos se despidieron de ella con un ademán de su mano cuando los caballos comenzaron a avanzar por orden suya con una gran sonrisa, fueron los primeros en cabalgar, colocándose delante de los guerreros para guiarlos, o al menos Thor pues este ya tenía la noción de a donde se debían dirigir para cazar una bestia digna de admiración, a lo profundo del bosque donde su padre le había llevado años atrás.

Los caballos trotaban sin ir muy rápido ni muy despacio, los Tres Guerreros y Sif iban un par de metros detrás de los príncipes, platicando de cierto día en que Frandal había hecho enojar a una dama por confundirla con otra, algo que no le interesó mucho a la otra guerrera por lo que se adelantó hasta llegar con los dos hermanos, posándose en medio de estos, ya que curiosamente había un espacio entre ellos, como si adivinaran que ella vendría en cualquier momento.

― ¿De qué hablan? ―preguntó curiosa mirando a ambos

―Le preguntaba a Thor a donde exactamente iremos a cazar―respondió Loki girando un poco su rostro para mirarla mientras contestaba

―Yo también quiero saber―aseguró con un tono infantil

― ¡Jajaja! Parecen niños pequeños―el antes mencionado rió por la forma en que se expresó la pelinegra

―De cierto modo podría ser verdad―asintió ella mirando al frente

―No se preocupen, vamos al mismo lugar donde Padre me trajo a mí la primera vez que cacé―dijo en un tono más calmado

―Thor, ¿estás seguro de lo que haces? ―dijo Loki admirando el bosque, que parecía más sombrío que antes, n

― ¡Por supuesto! ―exclamó confiado, sin molestarse en mirar alrededor

―No lo sé Thor, este lugar se ve… extraño―enarcó una ceja el menor, parecía distinto a las otras partes de bosque a las que había visitado antes

― ¡Tonterías! No tengan miedo que yo los cuidaré―sonriendo con arrogancia

―Eso me preocupa bastante―suspiró resignada la pelinegra

Siguieron andando, adentrándose cada vez más al bosque, la luz comenzaba a hacer falta, por lo que los guerreros prendieron unas antorchas y pasaron un par a los hermanos, logrando observar que algunos de los árboles que no alcanzaban ni los dos metros de altura carecían de hojas y parecían estar secos y los más altos tenían frondosas copas que no dejaban pasar la luminiscencia del Sol, además de que todo estaba muy callado, si no fuera por las pisadas de los caballos y los ocasionales comentarios entre ellos todo estaría completamente sumergido en el silencio.

―Thor, ¿estás seguro de que es por aquí? ―finalmente habló Sif por sus compañeros, observándolos de reojo como si fueran cobardes por no preguntar primero

―Eh… ¡Sí! ¡Es por aquí! Sigamos todo derecho―dudó al principio, pero recordaba que su padre le había guiado de esa forma

―Ya ni siquiera veo el camino―comentó Volstagg mirando hacia abajo mientras alumbraba con la antorcha en su mano

―Ya les dije que es por aquí―expresó con cierta molestia, pero muy en el fondo escondía su temor, observando a su alrededor de forma disimulada, intentando reconocer lo que veía

―Lo más razonable sería regresar…―justo antes de seguir hablando una densa niebla comenzó a salir de entre los árboles y comenzó a rodearlos

― ¡Maldición, apenas si puedo ver! ―dijo molesto Frandal

― ¡No se separen! ―ordenó con voz fuerte la menor― intenten ir lo más cerca posible para no perdernos y si lo hacemos, al menos que sean todos juntos―su voz iba bajando de intensidad

Se detuvo para asegurarse de que los guerreros y Sif fueran más cerca de los príncipes, sin embargo, el sonido de algo moviéndose por los alrededores asustó a su caballo, trató de tranquilizarlo y cuando al fin pudo lograrlo intentó buscar a sus compañeros.

― ¿Dónde están? ―murmuró para sí misma y mientras analizaba su entorno vio unas luces―ahí están…―supuso y se dirigió hacia allá

Aquellas luces se movían rápido así que galopó de la misma forma para alcanzarlas, no obstante no lograba hacerlo sino que al contrario parecían alejarse más, antes de dar un nuevo paso, el sonido de algo acercándose hacia su caballo la puso alerta tratando de averiguar de dónde venía, pero cuando lo hizo fue demasiado tarde, su caballo fue embestido causando que el animal se tambaleara y se alzara en sus patas traseras provocando que la pelinegra cayera de espaldas de forma estrepitosa, soltando la antorcha que se apagó por el movimiento al caer y lastimándose su tobillo izquierdo, ahogó un quejido de dolor y prefirió alejarse del animal asustado para que este no le lastimara también chocando su espalda contra algo duro que creyó era el tronco de un árbol, el caballo corrió velozmente y se maldijo por lo bajo…

Lograron salir de la extraña niebla con éxito, sin embargo, cuando Loki intentó hablar con su amiga no la encontró, preocupado la buscó con la mirada los alrededores sin hallarla, incluso había hecho que su caballo girara solo para estar seguro, su hermano se acercó hasta él con una sonrisa, pero al verlo en ese estado supo que algo andaba mal.

―Hermano, ¿Qué sucede?

―No está…―dijo por lo bajo, mirando hacia los árboles como si allí pudiera encontrarla



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En el texto hay: marvel, loki, persnajefemeninooriginal

Editado: 20.09.2020

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