Capítulo XIV (Parte III)

Se levantó con dificultad del suelo, mordiéndose los labios para evitar quejarse, el tobillo le dolía demasiado, más después de volver a escuchar ese extraño sonido no era conveniente quedarse ahí, así que camino con dolor sin poder ver nada con claridad, intentó crear un par de esferas de magia para iluminar su camino, pero se apagaban rápidamente, como si algo absorbiera su poder, chasqueó la lengua con molestia, entonces lo notó...

Se giró lo más rápido que pudo, pero fue demasiado tarde, algo la derribó con tal fuerza que al volver a caer se golpeó la cabeza con una de las raíces salidas de los árboles provocando su inconsciencia, la criatura la tomó por el pie y se la llevó jalando hacia una dirección desconocida, dejando un pequeño rastro de sangre por la herida en su cabeza.

Las luces parpadeaban como si alguna especie de viento tratara de apagarlas, pero los presentes lograron mantenerlas encendidas, el caballo /bastante inteligente) les guio hasta donde la menor había estado, aunque luego de un tiempo no quiso seguir por lo que lo dejaron atado a un árbol (que trabajosamente) lograron encontrar tanteando el terreno, dieron un suspiro de resignación.

―Si esta niebla no se quita, no podremos seguir buscando―comentó el pelirrojo

―Loki, ¿tú podrías hacer un hechizo para quitarlo? ―le preguntó su hermano

―Lo intentaré―murmuró, segundos después comenzó a recitar algunas palabras en idioma extraño que no surtían mucho efecto, apenas logró hacer la niebla menos densa por lo que ahora tenían mayor visibilidad―algo me impide usar mi magia, esto es todo lo que pude hacer―bufó molesto

―Con esto podemos seguir―aseguró Fandral

―Tengo un mal presentimiento...―susurró para sí mismo el hermano menor

―Miren...―espetó Sif, el caballo hizo movimientos extraños como queriendo decirles algo, golpeaba con su pata el suelo―quiere que miremos... ¿el suelo? ―enarcó una ceja, agachándose para mirar―es sangre―tocó una mancha en el piso que era lo que parecía señalar el caballo

― ¡No puede ser! ―exclamó Loki exaltado

―Tranquilo Loki... Solo... Solo...―su hermano intentó calmarlo

―Apenas es un poco, no es una herida profunda―se agachó también Hogun, notando algo más―huellas, parecen ser de un lobo y uno muy grande por el tamaño de sus patas.

―Tenemos que encontrarla pronto―manifestó Thor preocupado, no queriendo imaginarse lo peor con la nueva variable, la castaña siguió el rastro recién descubierto

―Parece que se fue por allá―señaló la castaña con seriedad justo por delante de ella

No hubo más conversación, caminaron rápidamente hacia esa dirección durante un largo tiempo sin encontrar nada sospechoso en su andar, siempre atentos a los sonidos del bosque y mirando alrededor de vez en cuando solo para asegurarse de no ser tomados por sorpresa por la bestia, luego de haber recorrido un largo tramo (por el cansancio que comenzaban a sentir) se encontraron con un olor bastante desagradable que les hizo saber que estaban yendo por el camino correcto y tiempo más tarde, cuando apartaron de su camino una arboleada, divisaron una cueva entre unas rocas de tamaño considerable que nunca habían visto, se detuvieron un momento cerca de la entrada en un intento de mirar dentro y tener una idea de que era lo que se enfrentaban.

Sin embargo, Loki demasiado preocupado dio un paso al frente para abrirse camino, más segundos después de hacerlo, de la cueva salió una enorme bestia que le superaba en tamaño por mucho, tragó grueso y desenvainó su espada con cierta lentitud, una vez logrado su cometido, controlando bastante bien su temor y nerviosismo, alzó ésta delante de él, amenazando al gran lobo, éste le miró fijamente con sus grandes ojos rojizos sedientos de sangre y comenzó a olfatearlo, siendo seguido de vista por todos los presentes en aparente estado de shock.

La bestia gruñó como si se tratara de una advertencia pero eso no le importó en lo más mínimo al pelinegro, que se abalanzó sobre él tratando de embestirlo con su espada sin lograrlo, solo despertando la furia del animal que lanzó un fuerte rugido y también lo atacó alzándose sobre sus patas traseras para intentar asestarle un zarpazo con sus filosas garras, el de ojos verdes solo pudo esquivarlo dificultosamente pero sin tener mucho éxito ya que logró herir su brazo arrancándole en el proceso un pedazo de ropa y haciendo que tirara su espada lejos.

Dentro de la cueva, al instante de que comenzó la contienda fuera del lugar, un par de verdes ojos se abrieron en la oscuridad, soltó un quejido al estar en esa incómoda posición, ya que su cabeza se balanceaba y sentía sus brazos y piernas apresados por algún peso muerto, intentó hacer un hechizo para crear un faro sobre su cabeza pero apenas logró una flama azulada, al parecer el lugar robaba su magia, prestó real atención al lugar donde se encontraba y se sintió asqueada al toparse sobre una pila de decenas de cadáveres que parecían de hace un par de semanas, lo que le apresaba las piernas y brazos también lo eran.

Después de varios intentos fallidos consiguió liberarse un brazo, se sentía débil pero aun así siguió quitándose los cuerpos logrando, pasados algunos minutos, liberarse, gimió de dolor al levantarse, sentía como si su cuerpo hubiese estado en esa misma posición por días pero apostaba que solo habían sido un par de horas o incluso  tal vez menos, el olor a descomposición comenzaba a provocarle nauseas pero se abstuvo de devolver lo poco que ingirió esa mañana, no necesitaba más olores desagradables, el animal que le había llevado hasta ahí podía estar cerca y debía andar con cuidado.