Capítulo 8:
El dia de la prueba en la puerta del patriarca Uchiha
Muy temprano en la mañana la familia del patriarca Uchiha se había reunido para enviar a los mellizos a su primera misión.
Azumi abrazó a sus hijos, y se aseguró de que tuvieran todos sus implementos ninjas.
Madara se acercó y les dio algunas recomendacionesa los mellizos
“Yumei, Izuna recuerden, no deben dudar a la hora de matar. Confíen en su entrenamiento, y sobre todo protejanse entre ambos”
Madara también abrazó fuertemente a su hermanos, solo esperaba que regresaran a salvo.
Entonces Yumei e Izuna se despidieron solemnemente de su hermano y su madre y partieron detrás de Tajima.
En el lugar de entrega de misiones del clan se había reunido una pequeña multitud de niños que hacían la prueba hoy, Yumei e Izuna se alinearon rápidamente junto con el resto.
Tajima los dejó y se acercó lentamente al escenario para dar un discurso de apertura de este evento como patriarca, dio un recuento sobre las reglas de la prueba. Y con su señal se dio inicio a la prueba
Entonces los supervisores empezaron a entregar en orden las misiones a los niños que formaban un equipo de tres niños y un líder ninja ya experimentado.
Afortunadamente Yumei e Izuna terminaron en el mismo equipo para la misión.Cuando su líder tomó el pergamino de misión. Se reunió con los niños de los que estaba a cargo, el se encargan de evaluar el desempeño durante toda la prueba, con los datos obtenidos se evaluará si se un niño se convierte en ninja. Pero esta prueba también era peligrosa si alguno participante corría peligro durante la misión los líderes no harían nada para ayudar, dejarían al niño a su suerte.
El líder de equipo de Yumei e Izuna era un hombre de mediana edad con un rostro severo, era de pocas palabras y solo dio una explicación breve sobre la misión y ordenó partir de inmediato.
Poco a poco todos los equipos ninjas fueron saliendo del clan, dejando vacía la plaza antes llena.
Tajima con un rostro muy serio observó la distancia lejos de la puerta, solo deseando que sus hijos pasaran a salvo de la prueba.
En un bosque se veían las figuras de varios niños saltando sobre las ramas
Saltando sobre las ramas, Yumei estaba muy nerviosa, había entrenado mucho desde que tenía memoria solo para este momento, que definiría su futuro y si fallaba moriría, pero había algo de lo que estaba aún más nerviosa. La misión que les habían asignado era de aniquilar a un pueblo completo de ladrones, incluyendo niños, mujeres y ancianos. Esto la frustró un poco, Yumei no tenía el valor de matar a alguien, la vida en una sociedad pacífica regida por leyes, le impedía matar sin más. Lo único que pudo hacer en el camino era mentalizarse para lo que estaba a punto de hacer.
El camino hacia el pueblo tomaría un día y medio en llegar, se detuvieron a descansar por la noche un momento y repusieron fuerzas allí comiendo las provisiones traídas por cada uno.
Ya era la tarde del día siguiente cuando llegaron al pueblo. El líder de equipo reunió a los niños y dio las instrucciones para el ataque. Era por la noche.
Yumei dio un suspiro de alivio, necesitaba descansar un poco, se acercó a Izuna y se sentó a descansar junto a él.
Sentado a la sombra de un árbol, Izuna descansaba cerrando los ojos.
“Izuna…..,¿estás nervioso?”
“......”
“ Izuna, Nunca he matado a alguien,.... no se si podre hacerlo”
Izuna abrió los ojos, en su mirada se podía ver una seriedad sin precedentes, algo que no era común en Izuna, que era un niño travieso y animado. Tomo las manos de Yumei.
“Yumei recuerdas lo que dijo hermano Madara, si en el momento de matar a tus enemigos dudas, la que acabará muerta terminas siendo tú, nunca debes dudar”
“Recuerda luchamos por nuestros familiares y por la supervivencia del clan. Este es solo el primer paso en nuestra carrera como ninjas”
Izuna presionó un poco fuerte las manos de su hermana, sabía que era una niña amable, como su hermano. A diferencia de él que era indiferente a cualquiera que no fuera su familia y su clan.
Yumei se sorprendió, Izuna nunca le había hablado en un tono tan serio, pensaba que Izuna era ingenuo, e incluso varias veces le había engañado. Recién se dio cuenta que su hermano mellizo era muy inteligente cuando se ponía serio. Yumei sonrió con amargura por dentro, parece que hasta un niño tenía las cosa más claras que ella una “adulta”.
“gracias hermano, no te preocupes pasaré la prueba como sea”
Llegó la noche y los niños empezaron a prepararse para el ataque al pueblo
Yumei se seguro de que todas sus herramientas ninja estuvieran en su lugar, y cuando el líder envio la señal, se infiltró en el pueblo con el resto de niños.
Yumei se infiltró muy sigilosamente la zona que le había tocado estaba un poco al fondo, llegó al techo de una casa, abrió la puerta sin hacer ruido y se acercó silenciosamente a la cama donde dormía un hombre muy sucio pero fuerte. El sonido de sus ronquidos le facilitaban el camino. Se proyectó una sombra sobre el rostro del hombre, y aun en su sueño no se dio cuenta del peligro que se le avecinaba. Yumei levantó el kunai con un ligero temblor, pero apretó con firmeza el arma en su mano y rápidamente dibujó una línea delgada en el cuello del hombre. El bandido se despertó por el dolor, solo para descubrir que no podía hacer un sonido, sentía como la muerte se acercaba poco a poco. En sus últimas luchas pudo ver por el rabillo del ojo la pequeña figura que se alejaba fríamente por la puerta. Yumei se escondió en las sombras, aun temblaba lentamente, la sensación de quitarle la vida a alguien no era buena, pero tenía que acostumbrarse. Dio un suspiro silencioso para calmarse.
Después de un momento salió de las sombras y continuó con la ejecución. No tenía mucho tiempo. El resto de la noche Yumei le quitó la vida a cientos de personas, no perdonó a nadie.ni siquiera los bebes