Sara se preparó para irse a casa y despedirse de Bella. Con un abrazo, Bella dijo: "No olvides venir a visitarme mañana, amiga mía". Sara respondió: "Claro que no, nunca lo olvidaría. Pero recuerda, mañana debemos volver a esa calle para ver si nos cruzamos con el hombre misterioso, al menos para saber su nombre y lo que quiere con nosotras".
Ya era medianoche y Bella no podía conciliar el sueño. "Oh, ¿qué me está pasando?" se preguntó en voz alta. "Necesito dormir porque si no, mañana tendré ojeras", pensó Bella. De repente, todos los platos en la cocina tintinearon con fuerza como si alguien los hubiera arrojado a la pared. "Oh, maldita sea, ¿qué es eso?" Bella exclamó con miedo. "No voy a bajar", decidió. Con gran temor, con un miedo intenso Bella finalmente se durmió.
Cuando se despertó al día siguiente, notó que todos los platos estaban en orden y que no había señales de ningún problema en la casa. "Buenos días, cariño", la saludó su padre. Bella respondió: "Buenos días. ¿No escuchaste el fuerte ruido anoche?" Sus padres respondieron: "No, en absoluto. ¿Qué ruido?" "No importa, voy a almorzar", dijo Bella, descartando el tema.
Después del desayuno, Bella se dirigió a la casa de Sara. Sin embargo, en el camino, se encontró con el misterioso hombre una vez más. Llena de miedo, Bella comenzó a correr, pero pronto notó que el hombre no la perseguía, así que se detuvo.
Editado: 14.12.2023