Emboscada de...¿Héroes?

«10 años antes, de los sucesos presentes.»

 

—Señor Backhom, el cargamento con los jóvenes especiales ha llegado, ¿Procedemos con el método de siempre?

—Si, dijo aquel señor, que parecía ser la cabeza de toda esta operación macabra contra jóvenes especiales —,necesito que trasladen a cada uno de esos mocosos inmundos, a las celdas de alta presión del edificio, y que no se les olvide colocarles correctamente el brazalete en sus cuellos, si uno de ellos logra escapar, podría utilizar sus poderes para destruir todo esto. Sería nuestro fin.

—No se preocupe señor, los guardias que están encabezados para trasladar a los jóvenes, están capacitados para cualquier tipo de problema que pueda llegar a suceder.

—Menos mal, ahora adelante, quiero probar mi nuevo invento con uno de esos jóvenes, dijo— si llega a resultar, será el fin de los humanos que no tienen ninguna habilidad especial, pronto crearemos una raza superior, que podrá dominar toda la materia de este planeta, incluso, del espacio completo.

 

Aquellos guardias procedieron con la operación que se les había ordenado hacer. Sacaban a los jóvenes a fuerza bruta, sin importarles el daño físico que esto le pudiera provocar a ellos, muchos lloraban, deseando haberse escapado, justo, cuando esos guardias los escoltaron de sus casas, y los separaban de sus familiares. Los llevaban hacia dentro del edificio, separaban a los chicos de las chicas, dirigiendo a cada uno de lados diferentes, a los chicos los llevaban hacia el lado derecho del lugar, y las chicas hacia el lado izquierdo. Aquellos chicos no podían observar bien el lugar donde estaban, puesto que, todos iban desmayados a causa de un suero que se les había inyectado a cada uno, para que no intentaran defenderse a fuerza, dentro del lugar.

Dividían a los jóvenes, dependiendo de sus habilidades y edades, puesto que, tenían una lista con los datos de cada uno de ellos, en una habitacion cerrada, donde solo podían quedarse 4 de ellos, aquel cuarto cerrado contenía el mismo campo magnético que los brazaletes que tenían colocados en el cuello, ya que esto no le permitía, ni intentar romperlos o destruirlos.

 

El Sr.Backhom tenía cada una de las listas de todos aquellos chicos que estaban encarcelados en ese lugar, ordenó a 4 de sus guardias de más confiar, a que fueran al cuarto de detención número «2837», puesto que, en ese cuarto, estaban 4 de los chicos mas poderosos que tenían encerrados en aquel internado. Los guardias obedecieron, así que fueron en dirección a ese lugar y tomaron a los 4 adolescentes que estaban dentro, llevándolos a la fuerza a un campo de detención que tenían, para que aquellos jóvenes mostraran los poderes que tenían dentro.

Ahi estaba el Sr.Backhom, esperando que llegasen aquellos guardias, con aquellos 4 jóvenes escoltados. Llegaron y colocaron a cada uno de ellos en cuatro diferentes máquinas, que parecían controlar las capacidades sobrenaturales de cada uno de ellos. Se presentó ante cada uno de ellos, diciendo: —Bienvenidos al internado ''Dark boarding'', en este lugar aprenderán de la manera más dura a controlar sus poderes, a beneficio de nosotros, los controlaremos a base de esos brazaletes que tienen puesto a sus cuellos, no se resistan—dijo, mostrando una sonrisa que irradiaba horror y maldad,—No podran escapar nunca de esto. Les explicó el porqué estaban en aquel cuarto de detención, contandoles el plan macabro, que uno de ellos lo ayudaría a cumplir.

Aquellos chicos estaban muriendo del terror y el dolor que les causaba estar allí, aquel señor comenzaba a utilizar una máquina, que tenía cables que estaban incrustados en sus muñecas, al parecer con eso, median la cantidad y la fuerza de poder que aquellos jóvenes tenían. Lo que realmente el Sr.Backhom buscaba, era un joven, que pudiera controlar basicamente, a la mente de los humanos, con ello, sería más fácil para el, programar una máquina ''Rob-humana'', que lo ayudaría a desaparecer más fácil, a todo la humanidad que no poseía poderes sobrenaturales.

 

Estudio a cada uno de los chicos que tenía sujeto a aquella extraña máquina, y llegó a averiguar cuál de ellos tenía el poder más fuerte, para ser su primera y más fuerte máquina ''Rob-humana''. Lo descubrió, era un chico de 18 años, al parecer, podia manipular las mentes, de incluso, 5 personas juntas a la vez, esto le gusto al Sr.Backhom, por lo que ordenó que lo desataran de aquella máquina, y lo llevaran al laboratorio del internado.

Aquel chico veia como lo desataban, y pidió con mil lágrimas en los ojos, que lo dejaran ir, no quería ser producto de nada macabro para la humanidad. Le intento decir cientas de veces a aquellos guardias, que era un error muy grande el que cometian, esto le podría causar problemas a ellos, ya que si funcionaba, morirían al igual que todos los humanos del planeta. No lo escucharon, puesto, seguían órdenes de aquella organización, y consideraban a todos esos jóvenes, como fenómenos inhumanos.

Llegaron al laboratorio, y lo ataron a lo que parecía ser una camilla médica, tenía amarrado los brazos y las piernas, para que no puede moverse, si le intentaban poner algo que lo hiciera sentir dolor. Ya el Sr.Backhom estaba allí dentro, en su mano derecha tenía lo que parecía ser una jeringa, que dentro de ella, contenía una especie de líquido rojo marsala. El chico se asustó mucho, le rogó que no lo hiciera, que esto sería un error, porque ellos mismos saldrían perjudicados, pero aquel señor no le hizo caso, —Tranquilo, esto no dolera, dijo, y prosiguió con aquel plan destructor.

 

«Sucesos presentes»

Winter

 

Me desperté totalmente aturdido por toda la situación que acabamos de vivir, no se cuanto duré desmayado, solo recuerdo...Recuerdo que me inyectaron algo en mi cuello, al parecer un suero que dormía a los chicos. Intente pararme, pero me dolió muchísimo la cabeza, (el estrés que había pasado me había surgido efecto), logré hacerlo, y pude notar que estaba en una habitación blanca, estaba acostado en una cama del mismo color, y llevaba puesto un traje blanco, que parecía ser de prisioneros, «Debieron ponermelo cuando aún estaba desmayado», pensé. Dentro de aquella habitación, había 3 camas más aparte de la mía, eran iguales, y pude notar que igual había chicos en ellas, con la misma vestimenta que yo.