Demente, demente, demente
El mundo está demente
Mira a los lados y también para el costado
Aquí y allá, por todo este lugar
Hay dementes, dementes, dementes
No tienen fe, no son creyentes
Dementes, dementes, dementes.
Quería ser arte… Quiero ser arte… Creo que soy arte.
La gente no me entiende, no entiende mi manera de ver la vida y es gracioso porque yo no los entiendo a ellos. Yo no entiendo su manera de actuar o pensar. Por eso creo que soy arte. El arte es hermoso, raro y muchas veces es morboso. No tienes que entenderlo solo tiene que mover algo en tu interior, tiene que hacerte sentir algo.
Camino por la galería golpeando fuerte mis pies en la baldosa, me gusta el sonido que provoca. Una señora que mira una pintura se gira y me mira con una mueca, yo no le prestó atención. Hoy solo quiero ver esa pintura qué tanto me gusta. Pero cuando llego a donde debería estar la pintura, ya no está. Corro a buscar al encargado y le pregunto por la pintura, él me dice que la vendieron ayer.
Miro alrededor, no hay nadie cerca. Perfecto.
-Tictac, dijo el reloj-le digo al encargado-tictac, tictac… Y estás muerto.
Saco mi cuquillo y le corto el cuello. Cojo su cuerpo y lo arrastro hasta un cuarto vacío. Tomo algo de dinero del mostrador y quito todas las cámaras antes de salir de la galería.
Le pedí que no dejara que se la llevaran, le dije que yo vendría por ella. Era mi cuadro y ahora alguien más lo ve.
-Ya no es mía. Si alguien se la llevo fue porque vio en ella lo mismo que vi yo y algo más. Ya no es mía porque decidí esperar y ahora es de alguien más.
Debí haberla comprado cuando pude.
Mientras camino hacia el estudio de baile un recuerdo agridulce me viene a la mente.
Cuando llegamos a la casa de mi abuela, toda la sala huele a café recién hecho. Subo las escaleras y corro hasta la cocina de mi abuela. Ella está sentada en su pequeña mesa con un vaso de café frente a ella.
-Abuela-le grito mientras corro hasta ella-te extrañado mucho.
Ella me abraza con fuerza mientas me dice lo grande y hermosa que estoy. Pero yo no he crecido mucho, solo me fui por unos días. Mi abuela es muy dramática.
-Pensé que ya te habías olvidado de tu vieja y cansada madre-le dice mi abuela a mi mamá mientras mi mamá le da un abrazo y un beso en el cabello plateado de mi abuela-desde que se fueron paso sola todos los días, nadie se acuerda de esta pobre vieja.
Cuando mi mami se va mi abuela me llama con la mano y me susurra.
-Dime tus pecados, cruel pecador. Mira que estoy afilando el cuchillo.
Le sonrió y ella me guiño un ojo.
-No he cometido ningún pecado hoy, abuela.
-Que decepción.
Le sonrió.
-Aún me queda todo el día para pecar.
-Tengo un cuervo al que quiero cerrarle el pico.
Niego con la cabeza.
-Abuela, sabes que mi mami me tiene prohibido lastimar a la familia.
Mi abuela chasquea la lengua y mira hacia la puerta.
-Tu mamá tiene un corazón muy grande,-dice mi abuela-lo malo es que está rodeada de personas malas, con el alma negra, personas ambiciosas, que venderían su alma al diablo por unas cuantas monedas de oro-mi abuela toma mis manos-tienes que proteger a tu mamá ¿Entiendes?
Asiento con la cabeza.
-Tomare sus manos y los llevare hacia las llamas a quienes se atrevan a lastimarla.
Cuando me acerco a mi abuela para despedirme ella me susurra al oído.
-Ya dije mis pecados, pagano de los buenos tiempos.
-Ahora el ángel tendrá piedad de ti-le respondo-tictac a todos nos llega el momento.
Mi abuela me da un beso en la mejilla antes de irme
Cuando llego al estudio aún no hay nadie. Camino hasta el equipo y pongo algo de música para calentar. Me gusta dar clases de baile, porque me gusta bailar, pero me molesta tener que tratar con varias niñatas engreídas.
La música se escucha fuerte, me gusta poner la música a todo volumen cuando practico. Alzo mis brazos y cierro los ojos antes de empezar con la coreografía. Bailo a ciegas por todo el salón, siento la música, no necesito ver a donde voy, yo lo sé. Conozco este salón como la palma de mi mano.
Mi amor, mi falso amor…
¿Dónde estás en esta tarde de verano?
Mi amor, mi flaco y falso amor…
Ahora te vas sin pedirme perdón
¿Qué hago yo? ¿Qué será de nosotros?
Triste y falso Romeo, no puedo esperar por ti
Ya no soy fuerte, mis piernas son débiles
Ya estoy cansada de buscarte entre sombras y dolor
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Editado: 01.07.2018