Aleja los prejuicios falsa creyente
Aleja de tu boca el pecado
No me mires con rencor
¿Por qué me clavas ese puñal?
¿Acaso Dios te dio permiso de pecar?
No puedes creer a tu conveniencia
No puedes creer que te salvaras
Creyente pagana a la que solo le importa su alma.
No quiero escuchar tus razones
No quiero ver tu falso arrepentimiento
El mundo está lleno de falsos creyentes
El mundo está lleno de mentiras y engaños
Creo que después de todo no te mereces el cielo
Creo que no mereces perdón
Pero quien soy yo para decidir eso
Solo soy alguien que está condenado desde hace tiempo.
Mis pisadas resuenan con fuerza en la baldosa, ella no se mueve. Mira con mucha atención la imagen del Cristo crucificado. Es extraño verla ahí de pie mirando a Dios, cuando ella jamás creyó en nada de esto.
-¿Quieres que te enseñe como jugar?-me pregunta Emma mientras saca unas hojas y las acomoda sobre la mesa.
Me siento junto a ella y observo las hojas. Son relatos y algunos raros dibujos.
-Si-le respondo.
-¿Qué fecha es hoy?-me pregunta mientras escribe en una de las hojas.
-Cuatro de mayo-le respondo y ella anota en la hoja.
Enumera todas las hojas y luego las acomoda.
-Mira-me dice mientras escribe el título del libro-este libro se llama: la asesina-me sonríe con complicidad y yo le devuelvo la sonrisa- el juego es muy fácil, pero necesitas ser muy paciente. La idea es crear una historia y hacer que la persona que la lee se sienta identificada con ella al punto de creer que es la protagonista, la idea es que el lector asuma el rol de protagonista y pierda la cabeza. Por eso tienes que saber con quién vas a jugar y que historia vas a crear. Yo ahora voy a jugar con mi tía, esta historia gira en torno a ella, pero ella no lo sabe.
Emma acaricia con mucho cuidado las hojas de su libro. Mientras habla mira hacia todos lados.
-Y cuál es tu rol-le pregunto.
-Imagínate una obra de teatro-me dice-este libro es el guion, mi tía y todos ustedes son los actores y yo soy el espectador o el director de la obra.
-Así que inconscientemente nosotros participamos-no puedo evitar sonar algo molesta-¿siempre participamos?
-Si te refieres a la vez anterior-me dice de manera despreocupada-sí, lo hicieron.
Tomo una de las hojas y leo el final. Sonrió al ver que ella gana.
-¿Cómo sabes que vas a ganar?
Ella se ríe y me quita la hoja. Toma todas las hojas y las aprieta con fuerza contra su pecho.
-Yo siempre gano-me dice-además tengo una carta bajo la manga.
Se pone de pie.
-Ha me olvidaba,-hay un brillo malicioso en su mirada-es muy importante que todos aquellos que sepan del juego y no sean jugadores mueran.
Me levanto y la detengo antes que se marche.
-¿Yo debo morir?
Ella niega con la cabeza.
-Ahora juegas.
La miro furiosa.
-No-le respondo-Emma tienes doce años ya no eres una niña y no puedes manipular a todos a tu antojo.
Ella me sonríe, pero no me dice nada.
-Ahora eres parte del juego-me dice de manera divertida-no entiendo porque actúas así, te recuerdo que fuiste parte importante del juego pasado-ella se aparta unos centímetros de mí, me mira con asco y odio-por tu culpa Ana murió.
-Yo no la mate-le digo en tono bajo.
-Pero mataste a su hermana, mataste a Isa y dijiste que fue Ana-me acerco a Emma y le tapó la boca, ella me muerde la mano- Así como mataste y dijiste que fui yo.
-Prometiste no decir nada-le digo.
Ella agacha la cabeza.
-Elizabeth me manipulo, yo no quería. No sabía nada de ese juego, ella me manipulo.
Emma frunce el ceño y chasquea la lengua con fuerza.
-Tonta-me dice-eso es parte del juego, aún no lo entiendes ¿verdad?-me enseña las hojas de su libro-tienes que tirar los hilos correctos, hacer las cosas correctas y esperar a que los demás caigan en tus manos. Manipularlos para conseguir lo que quieres. Por eso gano yo, porque el solo hecho de aceptar jugar me concede a mí el poder. Ya no hay vuelta atrás, eres parte del juego y tienes que elegir de qué lado estas-ella se da cuenta que todavía no entiendo-tienes que analizar a tu oponente, ver sus debilidades y usarlas a tu favor, la idea es que tú oponente pierda la cabeza, eso es todo, si él pierde la cabeza tú ganas y si no pierde la cabeza él gana-ella me enseña el libro-tienes que crear una historia que se meta en sus cabezas y no los deje dormir, que los trastorne al punto de creer que son parte de la historia y así los puedes manipular con mucha facilidad. No es un juego muy difícil cuando aprendes a jugarlo-ella me da un beso en la frente y se marcha.
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Editado: 01.07.2018