Tiempos de Gloria

Segunda Parte

"2 de agosto.

Boletín Informativo

 PEDOFILIA EN LA CIUDAD

Muchos han sido los reportes y actas presentadas en el ministerio público de acoso sexual hacia menores de edad en Edher, pero pocos son los casos resueltos en los que se atrapan y encierran pedófilos. Algunos de los reportes recurren a maestros de instituciones públicas como los perpetradores, otras veces aluden a niñeras o fotógrafos pero, sin duda alguna, los reportes se extienden a las centenas en el ámbito religioso.

Aunque éste último sector ha sido el más tachado y sospechoso de esconder anillos de pedofilia, lo cierto es que poco se ha resuelto al respecto. Las actas levantadas son desechadas a los pocos días y algunas otras nunca se reportan. 

Sin embargo, según testimonios escritos y presunta evidencia fotográfica enviada a las instalaciones de El Día, periódico de Edher, se ha desvelado uno de los más grandes secretos de la Iglesia de la ciudad. Por primera vez en un medio de difusión se encuentran pruebas irrefutables del maltrato infantil y el acoso sexual a infantes dentro de las instalaciones de la Iglesia de Edher.

Las pruebas están basadas en las misteriosas clases particulares impartidas en la iglesia de Edher, mismas que por fin dan resolución a los múltiples reportes de acoso a niños por parte del personal del centro religioso. 

Bajo la etiqueta de La Palabra de Dios, el obispo Joffrey Carol ha efectuado múltiples ataques sexuales en contra de menores de 12 años, quiénes son retenidos y alejados de sus padres luego del sermón para "impartirles decretos divinos" en un salón especial junto a otros menores.

Las fotografías muestran al obispo penetrar violentamente a un niño pequeño mientras éste grita y se retuerce contra el suelo. También hay muestras de su acoso hacia niñas de entre 5 y 8 años, manoseando sus entrepiernas y obligándolas a besarlo. Junto a él efectúan el cardenal Alan Figueroa y el padre Ronald Oxford, a quienes se les ve en el mismo salón con diferentes menores realizando violaciones en conjunto y otros actos desvergonzados.

El testimonio de Jonathan M., recibido en El Día, relata con sumo detalle las atrocidades que vivió como miembro del coro de la iglesia durante 4 años, tiempo en el que no recibió ayuda de ningún tipo y en el que era obligado a participar en orgías con tres hombres adultos y algunos de sus compañeros.

En seguida se anexan las evidencias fotográficas y el reporte completo de Jonathan M. y de otro par de niños y niñas que ahora, varios años después, por fin han llegado a la luz…"

Apenas dos días después de encontrar el cuerpo de Marie Danvers en una de las bodegas abandonadas de los Rocher, otra noticia desoladora ve la luz pública en Edher.

Miles de asiduos lectores del periódico matutino perdieron el apetito durante el desayuno después de apreciar las fotografías adjuntas a la primera plana de la más reciente noticia de El Día. Cientos de ellos, algunos miembros de la iglesia, salieron de sus casas para exigir el arresto inmediato de las figuras religiosas, quiénes fueron esposadas y escoltadas fuera del recinto en camino a la prisión.

La noticia se hizo viral tanto en las redes de Edher como en el resto del mundo, cosa que precisó la angustia mundial por un par de horas mientras se procesaban a los criminales a una de las prisiones estatales.

Sin embargo, luego del shock inicial, la tensión social y el interés del resto del mundo por Edher se disolvió luego de unas cuantas horas, hasta que sólo algunos cuerpos de investigación de la Interpol y la policía local estuvieron involucrados. 

Ergo, esto no implicó que la prensa y la sociedad de Edher continuaran exigiendo respuestas, en especial las familias de los afectados, por lo que en la comisaría comenzó a plantearse una rueda de prensa para actualizar las novedades tanto del caso de Henry Rocher y Marie Danvers como del reciente suceso con la iglesia.

El responsable de filtrar las fotografías lee la noticia con una sonrisa en el rostro mientras desayuna un café moka, pan dulce y fruta de temporada en una cafetería en las afueras de la ciudad.

Frente a él está sentado un hombre de porte atemorizante y con un brillo temible en la mirada, quien mira al joven mientras toma un expresso americano.

-¿Es de tu agrado?- pregunta con un tono gutural y nada gentil.

El joven aparta el periódico y lo mira a los ojos, sonriendo con sorna.

-Por supuesto.

-Espero que esto lo valga- comenta el otro.- Mi deuda está saldada.

-Aún no, querido- advierte el primero.- Aún no.

Ambos permanecen sentados unos cuantos minutos más, mientras ingieren sus alimentos. El joven no puede dejar de sonreír pensando que, efectivamente, recibes lo que has dado. Le satisface saber que pronto la ciudad de Edher se hundirá en la miseria y la desesperación, justo como él lo tuvo que vivir mucho tiempo atrás.

Suspira. El café está frío, pero su ira lo mantiene caliente.



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En el texto hay: crimen, romance, venganza

Editado: 16.11.2020

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