Capítulo 09 - Una Razón para Luchar

—A continuación, anunciaremos el siguiente combate.

—¿Quiénes serán los siguientes? —murmuraba el público.

—¡Jaden Kurosaki de la clase 3 – A vs Rin Fuyu de la clase 3 – A!

El silencio invadió el estadio casi en su totalidad, apenas lograban escucharse susurros con comentarios desagradables hacia Jaden.

Jaden y Rin se sonrieron mutuamente, justo antes de bajar de un salto hacia el campo de batalla y posicionarse frente a frente.

—Hay algo que siempre he querido preguntarte Rin.

—Adelante —contestó Rin despreocupada, estirando sus brazos a modo de calentamiento.

—¿Por qué una princesa quiere convertirse en una guerrera?, ¿cuál es tu motivación? —preguntó Jaden con un fuerte contacto visual hacia su oponente.

La expresión de Rin cambió de inmediato; su rostro pasó de estar relajado a notarse sumamente serio.

—Cuando tenía cinco años, la “Guerra Sangrienta” estalló. Mi padre decidió encerrarme en una de las torres del castillo, ordenando una estricta vigilancia para que nada malo me ocurriese. Sin embargo, este acontecimiento dejó marcas que van más allá de cualquier daño físico, porque a través de la ventana que se encontraba en esa pequeña habitación pude ver una inmensa cantidad de muertes, sufrimiento, escasez de alimentos y una sed de sangre insaciable. El panorama era horripilante, no podía evitar llorar día y noche, las pesadillas no me dejaban conciliar el sueño y, por más que mi padre o los guardias trataron de ayudarme, no había nada en este mundo que me hiciera olvidar esas imágenes.

El Rey derramó varias lágrimas al escuchar a su hija relatar su historia, mientras que Issey agachó la cabeza y entre dientes dijo —Mi señor, hemos cometidos tantos errores.

—Lo sé, cada día de mi vida me arrepiento de tantas cosas —respondió el Rey con la voz quebradiza.

—Con el paso del tiempo la guerra terminó, pero la huella aún queda presente. Por esa razón no puedo olvidar la promesa que me hice a mi misma en aquel entonces —prosiguió Rin.

—¿Qué promesa? —inquirió Jaden, con la sensación de tener un nudo en la garganta.

—Prometí que lucharía por mi reino y que haría lo posible por preservar la paz y la armonía. No permitiré que mi gente vuelva a sufrir como en aquel entonces, cambiaré el mundo para que desde mi ventana solo pueda ver sonrisas llenas de vida; ese mi sueño, mi camino a seguir.

El público se colocó de pie y comenzó a aplaudir. El Rey e Issey también se unieron a los aplausos. Todos estaban orgullosos de escuchar las palabras de su princesa.

Después de un rato, cuando el estadio quedó completamente en silencio, fue Rin quien miró fijamente a Jaden y con curiosidad le preguntó.

—¿Y tú por qué luchas Jaden?

El chico mostró una sonrisa que reflejaba un sinfín de sentimientos encontrados.

—¿Paz, honor o venganza? —añadió Rin con seriedad.

—Quizás un poco de todas, pero en estos momentos no tengo una respuesta muy clara al respecto, solo sé que es lo que quiero hacer.

—Creo que ya hablamos suficiente, es mejor comenzar la batalla —expresó Rin.

—Me parece perfecto, que gane el mejor.       

—¡Que comience el combate! —gritó la Profesora Kaede.

Jaden colocó su mano justo detrás de su espalda, buscando alcanzar su bolsito para sacar un cuchillo, mientras que Rin despegaba ligeramente los pies del suelo dando pequeños saltos en la misma posición.

La muchacha miró al frente y, posteriormente, salió corriendo a toda velocidad hacia su oponente, quien apenas tuvo tiempo de reaccionar y empuñar su cuchillo con firmeza.

Jaden esquivó con agilidad el ataque que proyectó su rival. Seguidamente, este trató de efectuar un corte horizontal con el cuchillo, pero no tuvo ningún éxito. En cuestión de un instante, la chica se agachó con una velocidad extraordinaria y arrojó un violento zurdazo al abdomen de Jaden, obligándolo a retroceder un par de pasos para mantener una distancia prudente con su rival.

—Nunca podrás superar mi velocidad Jaden. Debes combatir con todas tus fuerzas si deseas ganarme.

—Rin es mucho más poderosa que yo; conoce mis fortalezas y debilidades, e incluso puede ser catastrófico utilizar mi elemento fuego sin precauciones. Algo se me tiene que ocurrir, ¿por qué tengo que enfrentarme precisamente a ella? —pensaba Jaden mientras analizaba su situación.

—¡Tienes razón, tengo que luchar con todo si quiero ganarte!

—¡Así me gusta! —exclamó Rin adaptando una posición de combate.

—Admira la técnica especial del Clan Kurosaki, ¡Sellos Explosivos!

Jaden lanzó el cuchillo que tenía en su mano, el cual pasó cerca de la mejilla de Rin, debido a que ella logró esquivarlo con mucha facilidad ladeando su cabeza con rapidez. Sin embargo, tan solo un instante después, aquel cuchillo causó una gran explosión a sus espaldas. Rin tuvo que dar un increíble salto para evitar el daño.

La chica aterrizó con elegancia y corrió hacia su oponente para impedir que este lanzara otro cuchillo. Jaden esquivó a duras penas los ataques de Rin y clavó una de sus armas en el suelo, para que ambos se vieran obligados a retroceder evitando la explosión.