Time Out

Technical Foul

Han pasado 3 meses, mis sentimientos por Sam aumentaron de forma abismal

Han pasado 3 meses, mis sentimientos por Sam aumentaron de forma abismal. Aunque hablamos todos los días el tenerla lejos me resulta insoportable. Extraño su risa, su pésimo carácter, su dulzura, su pelo incontrolable, no poder sentir su cuerpo junto al mío al despertar.

Los últimos días le dije que estaba ocupado, por ende no íbamos a poder hablar, era todo parte de mi plan, decidí darle una sorpresa, luego de dejar todo arreglado acá, tome el primer vuelo a Buenos Aires.

El viaje es largo, pero valdría la pena. Después de meses de agonía, la volvería a tener en mis brazos.

Al fin, después de 13 hs de vuelo, el avión toca tierra, la mezcla de Jet lag y mucho cansancio,  me están pasando factura, pero nada me va a privar de ver a mi hermosa dama. Rápidamente tomo un taxi y me dirijo a la empresa, obtuve la dirección por medio de Johan, no quería pedírsela a Matías para que ninguno sospeche de mi visita.

El aeropuerto queda bastante lejos del centro y el tránsito en Buenos Aires apesta. El viaje me parece eterno, cuando el chofer me indica que llegamos, los nervios se empiezan a apoderar de mí. Una vez en el edificio, la recepcionista me comunica que se encuentra reunida, pero que no debe tardar en culminar, si quiero la puedo esperar, me siento en unos sillones que hay, aprovecho para escribirle a los chicos e informarles que ya arribe a mi destino. Al cabo de unos minutos sale del recinto conversando y riendo con unos compañeros de trabajo

<< Dios cómo extrañaba verla reír >>

No logro apartar mi vista de ella, veo que un compañero se pone un poco cariñoso, reprimo mis impulsos para que mi troglodita interior no surja a la superficie y corra a romperle la cara.

Aún no me ve. La recepcionista se le acerca, exponiendo mi presencia. Sus ojos se abren, pestañea varias veces, sin poder creer que yo este allí, a paso acelerado se aproxima, trago grueso, el corazón se me acelera, la boca se me seca, no puedo pensar.

<< Oh dios es hermosa >>

Me convertí en un adolescente, un puberto, esperando para dar su primer beso

- Jeremy, que haces aquí? Por qué no me avisaste que venías? – nos abrazamos y lo único que puedo pensar es en lo mucho que me hacía falta

- Te quería dar una sorpresa. SORPRESA

- Realmente me sorprendiste.- Mi día comenzó a mejorar- ven, vamos a mi oficina. Kara, no estoy para nadie.

Sin esperar respuesta, me toma de la mano, y nos encaminamos a su oficina. Cierra la puerta, con traba, mi mente perversita no deja de imaginarse miles de escenarios ahí dentro

- Hola...

- Hola...

No decimos más nada, las palabras están demás. Nos besamos desenfrenadamente, sin contenernos, dejando en evidencia lo mucho que nos extrañamos, los meses que estuvimos separados, avanzamos hasta chocar con el escritorio, somos puro fuego, y me encanta. El llamado a su puerta hace que nos detengamos antes de pasar a cuarta base.

Nos separamos, agitados, tratamos de calmarnos después de nuestra intensa sesión, mientras en mi mente solo puedo crear insultos para quien se atrevió a arruinar el momento.

Abre la puerta de muy mala gana, con el rostro apenado la chica de recepción le indica que la buscan, urgente.

Me observa con cara de disculpas- Me darías un minuto? Debo arreglar un asunto personal. Y después debemos hablar, necesito contarte algo.

Asiento con la cabeza, mientras me distraigo con las fotos del escritorio, cuando veo la foto de un pequeño, de aproximadamente 3 años, es muy bonito

<< Quizás sea un sobrino >>

La apoyo, y sigo curioseando. Al cabo de unos segundos, escucho gritos los cuales me sacan de mi burbuja, al distinguir la voz de Sam, abro la puerta observando la escena, sin entender lo que decían, lamentándome el no hablar español.

- Zac, es tu día de cuidar a Max, no puedes dejarlo cada vez que se te da la maldita gana. Quiere pasar tiempo con su padre, no seas un patán por qué lo nuestro no funcionó, Max no tiene nada que ver.

- Si, como digas, igual no lo voy a poder cuidar, solo te venía a avisar, agradece que me tome el tiempo de venir a informarte. Ya está en tu casa con la niñera

- Sabes que, haz lo que quieras. Vete antes que pida a seguridad que te saque.

No puedo con mi curiosidad, cuando veo que Matt se une a la discusión, colocándose en modo protector frente a su amiga

- Ya la oíste, vete, ni ella ni Max te necesitan.

El hombre tiene intenciones de decir algo, pero cuando echa un vistazo de alrededor, y ve a seguridad acercándose, solo atina a retirarse de muy mal humor, dejando a mi bella dama al borde de un ataque de nervios.

Matías la trata de calmar, luego de unas cuantas respiraciones, retorna a la oficina, entra con los ojos inyectados en sangre, no me gusta para nada esta situación. Tomamos asiento, cierra los ojos, trata de hablar, percibo que le cuesta, trato de alentarla

- Amor, estás bien? ¿Qué tienes? Te hizo algo?- me siento como un cobarde por no ir a ayudarla, pero la situación me tenía desconcertado, sin mencionar que no entendí porque discutían

Da un largo suspiro y se anima- Jay, yo lo siento. Pero no puedo continuar con esto, espero que puedas perdonarme, aunque probablemente no lo merezca, comprenderé si quieres irte. Se me romperá el corazón, pero lo entenderé. Quiero que sepas que nunca fue mi intención lastimarte, ni mentirte, y por favor no olvides que te amo como nunca creí posible amar a alguien.




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