CAP. 17. INTENTO DE ASESINATO. MUERTE DEL LIDER

Me coloque un labial rojo que le dio “sensualidad” a mi rostro según Juliete y después coloque crema con un aroma suave en mis brazos desnudos.

Me sentía diferente.

El recuerdo de las muertes había hecho un montón de huecos en mí, había sentido que aquella escena de muertes múltiples seria cosa de todos los días a partir del ahora y las recientes muertes solo significaban el inicio de algo grande y peor, estaba abrumada.

Teníamos un traidor y podía sábelo con certeza a causa del dato que le había compartido a Nyle, Él también había estado de acuerdo con ello y no había dudado de mi conclusión, solo faltaría esperar.

Aquel día cuando oí el “eliminar a los líderes” no conseguí concluir nada pero entonces pensé en los líderes, de aquellos que tomaban decisiones sobre Mageia realmente y después me vino aquella idea clara a la cabeza. Los líderes éramos nosotros… aunque, no podía creerlo del todo ya que había algo mal en la conclusión. Dentro del Consejo había un traidor que contaba también como líder por lo que no debieron de declarar aquella cosa en medio de tanta muerte.

Se dice que cuando la sangre mágica es derramada nadie que se encuentre alrededor puede mentir, esa es la manera en la que tomamos declaraciones sobre los testigos.

¿Por qué creía que había un espía?

Por el olor de la magia y no cualquier magia, el olor de aquella magia era una que había sentido antes de cerca, un olor que conocía pero para tratar de demostrar que aquella persona era el espía yo necesitaba pruebas y me centraría en eso.

—¿Estas realmente bien?. —pregunto Alma cuando me vio en el espejo y yo asentí disimulando una sonrisa.

—Creo que es demasiado tarde para arrepentirme de usar esto.

—Eres una verdadera Noite. —murmuro Juliete como si antes le hubiese sido imposible creerlo.

—Y eres tan hermosa como tu madre. —yo aún no entendía el concepto de bello pero iba captando la idea.

Yo lucia totalmente diferente a la Lesa de antes porque ahora había cierto aire místico en mí, hasta yo me sentiría atraía si hubiese sido otra persona.

—¿Deberíamos de ir contigo a esa fiesta?. —pregunto Alma y yo negué con la cabeza.

Ella podía hacerlo por ser futura heredera de su clan pero sería peligroso ya que Alma utilizaba su magia para sanar en lugar de atacar y no podría defenderse con ello.

—¿Por qué dijiste que las cosas terminarían en la Ciudad de Huesos?. —pregunto Nate y me gire a observarlo por primera vez en la noche. Últimamente me había sentido incomoda en su presencia y aun mas con la idea de que él me acompañara.

—Porque será el día de la primera prueba a gobernador de la que se podra aprovechar la oportunidad de eliminar a Tiara.

—¿Crees que esa persona hará algo?

—Sera delatado. Solo necesito una evidencia. Una de dos…

—El testigo. —supuso Alma por lo que estuve de acuerdo, por eso aquella persona se había atrevido a invitarme a su pequeña reunión, a su delicada fiesta. Esa persona tenía la esperanza de que yo muriese hoy, por eso no podía morír como ellos deseaban.

—Déjame preguntarte una cosa más —hablo Juliete y yo me gire a verla interrogativa—. ¿Ira Nyle?

—¿Por qué la pregunta?

—¿Por qué se lo dijiste a él? ¿Estabas loca? Me ha estado matando que él sepa desde que nos contaste al respecto.

—Para responder a la segunda pregunta es un no, no lo estaba y se lo dije porque Nyle…. no me haría daño. —ella no me creyó pero se guardó su comentario y Alma por lo contrario me observo con tristeza. Para estas alturas ellas ya debían de saber que yo actuaba extraño en su presencia.

—Que el caldero te acompañe Lesa. —me abrazo Alma y luego Juliete repitió la misma oración no sin antes dedicarme una mirada de desesperación. No la culpaba por desconfiar.

—Vámonos. —murmuro Nath y yo obedecí dócilmente tomando su brazo.

Nate no hablo en el transcurso hacia nuestro destino pero estuvo revisando su magia formando pequeñas figuras flotantes sobre sus manos, cosa a la que mi total atención era dedicada.

Hoy podría dejar ir mi magia si era necesario y entonces Nyle podría darse cuenta de nuestro lazo de compañeros, hoy podría producirse el ataque y alguien podría salir herido, ese alguien podría ser Nyle o Nath, yo misma podría salir muy mal parada. Eran demasiados riesgos… había tanto que podía salir mal…

—No estés nerviosa. —hablo Nath y yo lo observe, tan frio y con el temple del hielo que bien poseía.

—¿Por qué?. —él desvió la vista de mí y contemplo una bailarina de hielo que flotaba al centro de su palma.

—Porque eres fuerte, más que cualquier persona que conozca.

—¿De qué tipo de fuerza estas hablando?. —pregunte para ignorar su alago y él hizo desaparecer la bailarina de su mano mostrando un alto dragón.