Titulo sueños inalcanzables

Capitulo 9

Yeray:

Maldito desgraciado ese tal Derek y la chalada de su novia. De verdad, son tal para cual. Sólo buscan broncas y hacer de que la gente seamos sus sirvientes. 
Maldita la hora en qué se me ocurre ir hasta esa disco donde hemos tenido que encontrarnos con esa banda en el mismo lugar. 
Estoy tan desolado de ver a mi amigo golpeado por culpa de esos imbéciles, hace que mi sangre me queme por dentro. 
Seguimos esperando a que algún médico nos diga algo sobre el estado de Kiko. 
Aún no puedo creerme lo sucedido. Esos patanes me la van a pagar muy caro, en especial la pelirroja que solo pretende crear conflictos. 
Pensar en que he estado muy cerca de besarla, de que he estado a punto de caer en su juego seducción. ¡Dios mío! ¡Como he sido tan estúpido!
He puesto en peligro a uno de mis amigos por culpa de esa de esa víbora. ¿Cómo no me he percatado de sus intenciones? 
Es más que evidente que ella solo me ha buscado para servirle de cebo.
Me odio a mi mismo por ser tan estúpido.
Y encima su novio, Derek, que ganas le tengo de partir la cara. Lo detesto, lo odio por creerse superior a los demás.
Juro que si le pasa algo malo a Kiko me las van a pagar.
Prometo de que esto no se va quedar así.

Una hora después viene el médico y nos dicen que Kiko está bien y no tiene nada de grave , sólo tendrá que descansar y después puede irse a casa.
Inmediatamente me siento más aliviado con la noticia al parecer mi princesa también está más tranquila.

Ya ha pasado más de una hora desde que el médico dió de alta a mi amigo. Cuando veo a Kiko no dudo en abrazarlo despacio para no lastimarlo. Con cuidado, Diana se acerca hasta él preguntándole como se encuentra. Él, le responde como se encuentra y ambos se quedan mirándose de una manera que me hace de sospechar algo. 
Luego se separa de ella, me fijo que está sonrojado, vaya qué raro, nunca le he visto que ponga así con una chica. Serán los medicamentos. 
Todos en grupo, decidimos acompañar a Kiko hasta su casa.

Llegamos a la casa de Kiko, permanecemos un rato con él, debe de descansar y nosotros también. 
Nos despedimos de mi amigo y en el momento que me coloco el casco delante de la casa de Kiko, me doy cuenta de que Diana está cerca de él así apartó la mirada para darle un poco privacidad, en ése momento Kiko la besa a su mejilla. 
Cuando Kiko está apunto de entrar en su casa, me giro hacia a mi hermana que tiene brillo especial en sus ojos y está sonrojada mientras se coloca el casco.y sube a mi moto.

- Princesa deja de mirarle de ese modo a Kiko porque me voy a poner celoso.

- Ya sabes que eres el único hombre de mi vida pero Kiko está muy buenísimo jejeje - En ese instante fingo que no la escucho.

-¡Ay mi niña! No siempre seré el único hombre de tu vida, pero tampoco voy a permitir que algún chico que se acerque a tí sin mi permiso.

- Vaya, se me olvidó que eres mi hermano mayor y muy gruñón.

- Enana no te pongas nerviosa aunque te ves preciosa cuando te enfadas.

-¡Ey! hermanito, no te burles de mí, joo.

- Princesita no me burló de ti ,si eres mi bebita preciosa nunca me burlaría de ti y enserio te ves preciosa cuando te enfadas -Me me doy cuenta que está arrugando su nariz siempre ella ha tenido esa manía y se gira hacia a otro lado.

En ése instante me acuerdo de que Brian me había dicho que mi hermanita está mejorando montón con la práctica para poder hablar mejor pero le cuesta decir unas palabras.
Estoy muy orgulloso de mi princesa aunque he pensado en comprar un móvil para que pueda hablar con nosotros a través de mensajes, en este momento quiero preguntarla como va en el instituto.

Al llegar a casa, hablo durante un rato con ella queriéndo saber cómo le va en el instituto.

- Princesa, quiero preguntarte algo y por favor deja de arrugar a tu preciosa cara porque vas a ser vieja muy pronto jeje enserio puedes girarte un rato hacia a mi -Enseguida se gira hacia a mi.

- Que quieres preguntarme hermanito — pero no quiero hacerla muchas preguntas así que voy a preguntar pocas cosas que quiero saber.

—¿Cómo te va en instituto? - se queda pensativa con esa expresión como si estuviera buscando la respuesta.

— Hermanito me va muy bien, ya lo sabes que me cuesta las matemáticas las odio, pero me gusta la clase de francés ,y bueno he hecho amigos. Siento que voy avanzando. Aunque...

-—¿Hay algo que quieres contarme? - me fijo que hace un mohín.

—No hay nada interesante que contarte aunque ya lo sabes cómo el instituto es estresante con exámenes , trabajos y aguantar a los profesores jeje

- Claro enana ya lo sé jejeje.

- Me prometes que cuando tengas una problema enseguida me llamas entendido princesa.

-Te lo prometo mi héroe - Al escuchar esa palabra siento la necesidad de abrazarla tan fuerte , así que nos dimos un súper abrazo.

Tras haber estado un casa de Adela, decidí marcharme a dar una vuelta con mi moto. 
Por algún motivo quería despejarme de tanta presión acumulada durante toda la noche. 
Eran pasadas las dos de la madrugada cuando me encuentro recorriendo las calles con pocos vehículos, de pronto, siento como la moto hace un ruido extraño. 
Paro para ver qué ocurre, maldigo repetidas veces a la vez que llevo la moto de ramal un par de kilómetros hasta que al fin veo un almacén con la luz encendida.
Creo que pediré ayuda.
Toco la puerta varias veces hasta que sale un hombre con semblante serio y una gran cicatriz en su mejilla.
Le cuento lo que me ocurre, él me mira desde su altura con desdén, creo que mejor me marcho. Precisamente iba a irme cuando una voz familiar me llama. No me fastidies. No, esto no puede ser, la chica que tanto me irrita es la que me puede ayudar en estos momentos.

-¿Tú? - Pronuncio asombrado.

-Vaya, pero si es Yeray. ¿Qué te pasa para que te encuentres a estas horas en mi taller? ¿Vives en la calle? -
Aprieto mis manos fulminándola.



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Editado: 13.01.2021

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