Phoebe me había mentido. No tenia solo un regalo, sino 3. Cassi y Jude también me mandaron algo. Cuando llegue a casa, Charles me recibió consternado, diciendo que habían llegado un par de paquetes para mi y que eran grandes. Le agradezco de pasada, casi desesperada por llegar a mi habitación, y subo las escaleras de dos en dos. Otelo, como siempre, me recibe saltando emoción. Arriba de mi cama, hay tres paquetes enormes envueltos en papel de regalo.
Me saco los zapatos, y me tiro a la cama agarrando el paquete con el papel de regalo de letras musicales, con el nombre de Cassi escrito en rojo. Una caja de madera negra barnizada me recibe, tiene mi nombre tallado en la parte de arriba. Cuando la abro, tengo que contener un grito de emoción. Son pinturas, acuarelas, acrílicos y hasta carboncillos de todos los colores. En un compartimiento de abajo hay pinceles de todos los tamaños y grosores. Había una pequeña notita de color cereza donde la letra de Cassi aparecía.
“Nueva habitación + nuevas paredes= nuevos dibujos.
Todo esto es para ti pequeña Tessy, quiero ver esas paredes blancas llenas de vida. Te amo y feliz cumpleaños”
Trago el nudo gigante que tengo en la garganta, no había ni siquiera terminado de abrir los otros dos y ya esta sensible. Casi nunca conseguía el estilo de pinturas que Cassi me dio en Londres. Eran raras, pero había leído que eran de una calidad extraordinaria y ahora las tenía en mis manos. Las dejo con cuidado a un lado, lejos de Otelo. Tomo la caja larga y de color naranja metalizado, esta debe ser de Jude. Como sospeche, su nombre esta escrito en una esquina. Abro el paquete, que es bastante pesado, y cuando los tomos de libros me reciben suelto un gritito. Es la colección completa de las novelas negras de Agatha Christie, mi escritora favorita. Los lomos de los libros son de colores brillantes, haciendo un hermoso arcoíris. Dentro, hay varios separadores con dibujos, un collar plateado con un diamante pequeño que es una monada y también una notita de color amarillo. La letra desprolija de Jude me saluda, su letra es parecida a la de un chico y me rio.
“Para mi nena favorita, aprende de un verdadero detective como Hércules Poirot y Miss Marple. Espero que estés mas cerca de tu tesoro que los de NSYNC.
Verdaderamente espero que sí.
PD: Me tome la molestia de regalarte algo de la VERDADERA banda de POP. No me agradezcas “
Rebusco entre los libros perfectamente empaquetados en film y suelto una carcajada cuando los discos de vinilo de Backstreet Boys. Si yo amaba a NSYNC, Jude amaba a Backstreet Boys 5 veces más que yo. Los discos parecen nuevos y me emociono al saber que tendré mucha música nueva entre mis estantes.
El último paquete, está envuelto en papel blanco con el principito y la rosa metalizados, es un papel de regalo bonito. La letra perfecta de Mila se lee arriba y abro despacio el regalo, para no romper el papel. La caja, que es de madera, tiene el sello de Rusia en el medio. La abro, y una Matrioskas, una mucha típica de rusa, me mira. Esta pintada de color rojo y es bastante larga y pesada, tengo que usar los dos brazos para levantarla. Debajo de la caja, hay tarjetas de librerías, de hasta 5.000 euros y un perfume francés, el favorito de Mila. Hay un par de bolsitas de Channel, un par de Cartier y de Tiffani & Co. No hay notita de parte de Mila, nada. Miro la muñeca, pensativa y decido llamarla por video llamada.
Espero pacientemente mientras la computadora se prende, dejo la muñeca a un lado de la pantalla y pongo la contraseña para entrar y voy hacia el chat con Mila. Tarda 20 minutos en conectarse, y cuando lo hace su rostro parece otro. No es la Mila fuerte que conozco, esta parece cansada, con ojeras, con el pelo revuelto, Mila nunca tenia el pelo así. Sus ojos, están rojos y brillantes, como si tuviera lágrimas. Aun así, ella me sonríe, como si nada pasara.
—¡Hola Tessy-bu! — me saca la lengua, divertida. Me quedo callada, completamente sorprendida de ver a Mila tan… vulnerable. —¿Tess?
—Mila… —me recompongo —¿Estas bien?
Parpadea un par de veces antes de bajar la mirada. Toda la falta mascara de alegría, cae y sus hombros tiemblan ligeramente.
—Veo que recibiste mi regalo.
—Si, gracias —agradezco—. Pero, ¿la muñeca significa algo?
—No la abriste todavía, ¿verdad?
Cierro la boca, desviando la mirada hacia la muñeca. Claro que no la había abierto, quería hablar con ella primero. Comienzo a sacar las capas de la muñeca, son muchas. En total son 9, estas muñecas siempre son impares y llegando a la ultima miro a Mila antes de abrirla. Me quedo quieta un momento, observando el pequeño par de zapatos de bebe azules.
—Feliz cumpleaños —la miro, con los ojos llenos de lagrimas a punto de salir.
—¿Q-que es esto?
—Bueno esa es la consecuencia de no usar condón mientras tienes…
—No hablaba de eso —la interrumpo. Ni siquiera en los momentos mas tensos ella dejaba de lado su sarcasmo. —¿Vas a tener un bebe?
—Uno solo no —niega con la cabeza —. Voy a tener dos —se levanta, dejándome perpleja y me muestra su barriga, llena y preciosa —. Y como regalo de cumpleaños quiero que seas la madrina de uno.
Suelto un grito de alegría, y me rio.
—¡SI! —contesto —¡Eso sería un honor, Mila!
Me sonríe, esta vez genuina, esta vez si es la Mila fuerte y alegre que conocí hace 2 años, pero eso se termina. Su rostro se vuelve, una vez más, en melancólico, lleno de tristeza y siento que esta por caerse en cualquier momento.
—¿Qué paso? —ella sabe de quien estoy hablando y por su cara veo que pegue en el clavo.
—Me di cuenta que el amor no es para mí.
—¿Me lo dices tu? Eres la persona más apasionada que conozco, y no conozco a nadie.
—Las personas hacemos que el amor se complicado. No quiero que pienses mal, sigo amándolo, pero esta vez voy a priorizarme a mí y… a esos bebes.