No fue después de que termináramos de comer y nos subiéramos al auto, que le mande un mensaje a mi padre avisándole lo que iba a ser. Podía ser una cobarde y una aguafiestas, pero el que mi padre no supiera donde estaba y con quien me hacia poner nerviosa. Así que textee un rápido y especifico mensaje en mi iPhone.
“iré a la casa de un amigo, harán una pequeña reunión. Me traerán a casa, no te preocupes”
No contesta, claro que no. Son pasada las 11, seguro estaba durmiendo.
Luca no deja de hablar mientras nos dirigimos a la fiesta. Es muy simpático y amable, me pregunto muchas veces como la había pasado y que me pareció el juego.
—Creo que estuvo bien —¿me encojo de hombros —. El que hayan pasado a semifinales siempre es algo bueno.
—No pudiste haberlo dicho mejor, Tess —me contesta.
—El equipo estuvo muy concentrado —habla Max—. Aaron parecía determinado el día de hoy.
—Seguro quiso impresionar a su chica —Luca se ríe —. La pobre estaba completamente perdida por él en el partido.
Oh no, aquí vamos otra vez.
El pequeño retorcijón en mi corazón se hace presente. Escuchar a Aaron y a una chica en la misma oración era como escuchar el sonido de las uñas sobre una pizarra. Quemaba, dolía y molestaba.
—¿Quién es la afortunada?
—Una tal Megan —Luca sacude la cabeza —. O por lo menos es lo que ella dice, se paso todo el juego hablando de él y su bello cabello de príncipe —los 4 hacen una arcada de asco y suelto una risita.
—Eso no es lindo —los reto, juguetona.
—Lo es si estamos hablando de cabellos —Beau me codea —. Las chicas del instituto están completamente locas por el cabello de tu amigo.
—¿Eres amiga de Aaron? —Luca pregunta sorprendido.
—Nos criamos juntos —aprieto los labios —. Podría decirse que sí.
—¿Tu familia te dice “Tessy”?
Iba a decir que no me llaman así desde que mama se fue, pero me ahorre el comentario. Solo mis abuelos me decían de esa forma. Papa y James dejaron de hacerlo.
—Si, ¿Por qué lo dices?
—Aaron siempre hablaba de una tal Tessy —frunzo el ceño —. Todo el tiempo la traía a colación y se la pasaba mencionándola. Pensé que era su novia o algo así —se ríe.
Me quedo en silencio un par de segundos y niego con la cabeza.
—Creo que te has confundido — lo miro a los ojos directamente y antes de que él pueda decir algo, Beau estaciona el auto en la puerta de una gigantesca casa de 3 pisos.
—Hemos aquí.
Todos bajamos del auto y me quedo asombrada de la cantidad de gente que entra a la casa. Mientras caminamos hacia la puerta puedo distinguir a gente en el pasto, con bebidas en la mano y también cigarrillos. Aparto la mirada acalorada cuando una pareja parece subir de tono su beso y se acuestan en el pasto húmedo.
Esta no es una pequeña reunión y menos parecen conocerse todos. La casa por dentro está, pero, hay demasiada gente y la sala parece de 2x2. Hace algo de calor y comienza a molestarme estar tan abrigada.
—Perdona, ¿Dónde puedo poner mi abrigo? —le pregunto a una chica que pasa a mi costado, parecía amable.
—¿Qué? —pregunta deteniéndose.
—Que si sabes dónde está el closet —aclaro mi garganta —…ammm, para poner mi abrigo.
—¿Estas jodiendome verdad? — su tono me confunde y parpadeo un par de veces —. Las fiestas para niñas empiezan a la hora del té.
¿Por qué me estaba recomendando aquello? Le había preguntado por el closet, no por una fiesta de té.
Parece enojarse cuando no digo nada y acorta los pasos que nos separan. Alguien se pone a mi lado y me sujeta por el brazo. Es Harry y parece fulminar con su mirada a la chica frente a mí.
—La hora de las Escorts es a las 8 y por Holbeck, cariño. Creo que ya es tarde.
No le da tiempo a nada que me saca de ahí. Seguía confundida, ¿Qué es Holbeck? ¿Qué es una Escorts?
—No te alejes de mí, Tess —se frena en una puerta de color verde y me saca mi abrigo y mi sweater. Me deja la camisa del equipo con una sonrisa —. Los demás por aquí no son de nuestra misma edad y muchas veces tienden a ser muy groseros.
—¿Son mas grandes que nosotros? —parpadeo —. Pensé que iban al instituto.
—El equipo es conocido a nivel nacional, tiene apoyo de todas las edades.
—¿Hasta qué edad estamos hablando?
—Universitarios —abro los ojos como platos —. No van a obligarte a hacer nada que no quieras y tú tampoco se lo permitas —pone las manos sobre su cintura y me mira cual madre a su hija.
—No es eso… es la primera vez que vengo a una de estas… ¿reuniones?, ¿fiestas? —cuestiono —. Menos trate con universitarios, creo que estoy mas bien curiosa.
Me mira un par de segundos en silencio mientras yo miro hacia todos lados. Hay algunos jugando al Pink pong con vasos donde hay liquido adentro ¿eso es refresco?
—Entonces… si es tu primera fiesta —vuelvo a mirarlo y le sonrío entusiasmada —, hare que lo pases de maravilla ¿Qué quiere tomar?
—Oh, soy menor de edad.
Harry se ríe y ladeo mi cabeza. Aprieta mis cachetes con sus grandes manos y después pone sus brazos sobre mis hombros para llevarme a la cocina de la casa. aquí la gente parecía estar charlando y tranquila.
—Coca-Cola será —toma un vaso rojo y abre una lata fría de una nevera llena de líquidos que ni siquiera registro. Los únicos que se me hacen familiares son las latas de Pepsi y coca.
Beau y Max se habían ido a no se donde cuando entramos a la casa. Luca llega unos minutos después y con otros 5 chicos. Trato de no ser obvia al ponerme de los nervios cuando comienzan a saludarse con Harry, pero el temblor de mis manos es incontrolable y casi vuelco mi vaso.
—Ella es Tess —Harry me presenta.
—Hola —parpadeo —. Es un placer.
Por supuesto los 5 hacen una reverencia y me pego a Harry incomoda. No me gustaba que la gente se comporte diferente cuando sabia quien era. Realmente lo detestaba.