Todas mis razones para quererte[completa]

Capítulo 30

Amber


Llega haciendo aspavientos con los brazos.

—No te vas a creer con lo que me he cruzado —trata de explicarse mientras se ríe.

—No sé. Tú dirás.

Me quedo en duda. No sé qué habrá visto.

—Acabo de ver a un frikazo ir para allí. Estamos en Noviembre y va con chanclas y tiene una cara de friki que no puede con ella.

Vaya, no hace falta ser muy inteligente para saber de quién se está refiriendo.

—Hay mucha gente rara en el mundo —le tengo que seguir el juego porque no es momento decirle que es el con quien he quedado.

—Bueno, y dime que tal con tu chico…

Se explica mientras achina los ojos y me mira fijamente para que le dé una respuesta.

—Bien, conociéndolo un poco a fondo. Hay muchas cosas que no sabía de él.

—Genial. Pues tu madre ha vuelto a llamar a mi casa. Menos mal que he estado rápida. Si te pregunta has estado toda la tarde liada y no has podido coger el teléfono.

—Muchas gracias por cubrirme. Ya conoces a mi madres.

—Lo sé, ya son años conociéndola. Sabía que en cualquier momento iba a llamar.


Después de pasar una hora con Mery me toca volver a mi casa. Ya es de noche y si no llego pronto a mi casa mi madre me va a matar. Con el helado me he llenado bastante y no tengo mucha hambre pero me tengo que hacer el ánimo mientras escucho a mis padres hablar de sus batallas de cuando eran jóvenes. Para ellos da la sensación de que han pasado unos días pero yo los escucho y me da la sensación de que han pasado más de cincuenta años. Pero prefiero pensarlo y no decírselo porque si no luego se ponen mal. Los escucho con atención y asiento para que sepas que los escucho.


Termino de lavarme los dientes y me pongo el pijama para meterme en la cama. Hace bastante frío y dentro de la cama es donde se está ahora mismo. Son todavía no me ha hablado. Creo que le voy a decir algo a ver si me contesta.


Amber: Hola. ¿Cómo vas?


No me he currado mucho la pregunta pero no se muy bien cómo empezar a hablar con él. No es una persona que se exprese mucho ni que hable de más. Más bien hay que sacarle las palabras.


Son: Holaaaaa. Me voy a poner a hacer la cena ahora…


¿Ahora? si yo ya he cenado y estoy metida en la cama. Si que cena tarde. Yo no puedo cenar tan tarde.

Le voy a preguntar.


Amber: ¿Ahora? ¿No es muy tarde? 


Son: Me he entretenido haciendo cosas.


Me gustaría saber que cosas son pero no tengo la suficiente confianza para preguntar.


Son: ¿Tú que has cenado?


Me pregunta Son, yo me quedo pensativa, no estoy acostumbrada a que me hagan este tipo de preguntas tan poco convencionales.


Le contesto, nos tiramos hasta altas horas de la noche, miro el reloj y me sorprendido a mi misma. Nunca antes había estado hasta tan tarde hablando con alguien.


Al menos gracias a estar hablando toda la noche me he enterado de muchas cosas.  He sabido que vive con su abuelo porque su madre se fue cuando él era pequeño.


Que no le gusta por nada del mundo estudiar aunque intenta hacer el esfuerzo. Así horas y horas. Son las tres de la mañana, necesito dormir o mañana lo voy a notar.




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