- Tranquila si es que hay algo, el tiempo lo dirá.
- ¿Sí, no?
- Vamos a bañar luego descansa un poco._ responde la señora ayudándola a subir las escaleras hacia la habitación
...
En casa él se queda bajo la ducha por unos minutos, tenia la intención de hablar sobre sus sentimientos, pero pensando bien fue mejor ser interrumpido justo a tiempo, después de pensar un poco, decide que quedarse a margen de una buena amistad es la mejor opción. Seguro sabrá manejar bien todo esto.
Sale de la ducha, envuelto en una toalla y secándose el pelo con otra, sienta en el borde de la cama y aunque quisera olvidarla no puede, menea la cabeza intentando alejar los pensamientos.
...
Dia seguiente él despierta y como de costumbre en los días jueves visitará a su padre, lo que le hace recordar su infancia, pero intenta no pensalo.
Antes de salir de la casa envia un mensaje a Luíza.
" - ¿Todo bien, estás mejor?"
Sin esperar respuesta él se dirige al encuentro.
Mientras dirige al lugar de la cita, piensa en que decir, sabe que su viejo lo apoyará en cualquier decisión, solo que de esta vez no está tan seguro, desenterrar el pasado no suena una buena idea, pero necesita saber.
Llega, estaciona el auto y camina despacio hasta su padre, pasa junto a algunas personas y se pregunta qué les pasó? Si la familia aún sigue unida o se terminó hecha pedazos y llena de vacíos como él.
- Hola padre, esta semana ha sido intensa, pero aquí estoy._ dice mirándolo con un suspiro de alivio, como si estubiera en un lugar seguro.
Sabiendo que no oirás su voz, sigue hablándole.
- Sin duda vas a querer saber qué pasó, sabes que no te oculto nada, así que... casi sería culpable de nuevo. ¿Puedes imaginarlo? Como te extraño, y saber que todo fue mi culpa me duele aún más, sabes... Mamá no me perdona y de verdad, no la culpo. Pero, como dije, casi vuelve a suceder.
La conversación esta vez es más profunda en comparación con las otras veces, donde apenas hablaba de su día a día cuando no se quedaba callado mirándolo. Sienta a su lado y con una voz entrecortada dice:
- Lo siento padre... creó que mamá tiene razón.
Mira a otras personas y pregunta:
- ¿Qué dices, sus familiares siguen unidos?. Aunque lo dudo un poco sabes... la tristeza puede unirlos o no, ¿que crees?
Después de hablar con él un poco más, decide irse.
...
Luiza después de leer el mensaje, apenas responde con un todo bien.
***
Pasó el tiempo y no se hablaron, pero en el fondo los pocos días vividos se quedaron, y el silencio empezó a inquietar a ambos.
- ¿Hija que pasó? Veo que estás un poco distraída._ dice la señora acercándose.
- Nada madre.
- ¿Segura?
Suapirando dice que si.
- ¿Es por causa de él, verdad?
- ¡Solo me parece extraño!
- ¿Te parece extraño o lo extrañas?
Sin cuestionarla, solo la mira y niega con la cabeza..
- Lu te conosco.
- Ah mamá, olvida eso._ dice con tristeza
"Dos meses despues."
Al volver a casa del trabajo, él sienta en el sofá, afloja la corbata y quita los zapatos, recuesta y contempla el silencio, recuerda que hace dos meses que no sabe nada de Luíza, su respuesta al anterior mensaje fue tan natural como ella suele hablarle, que lo hizo continuar con su decisión.
Decide que le va a visitar, pero primero llama a Cátia..
- ¿Fer?. ¿Que milagro es este?
- ¿Acaso es milagro llamarte?
- Si hace tiempo que no me hablas.
- Estaba demasiado ocupado, ¡lo siento!
- Ah, está bien pero...¿Todo bien?_ pregunta con un tono de preocupación.
- Si. ¿Y contigo?- contesta relajado.
- Estoy bien,... bueno...,ni te imaginas donde estoy-_ responde animada
- ¡Seguro en algún lugar con el Felipe!
- Noooo,..._ contesta riendo y continua _ en la casa de la abuela.
- Que bueno. ¿Como está ella?
- Bien, está preguntando cuando vendrás a verla.
Charlan unos minutos más y él promete ir a visitarla. Esta es la oportunidad perfecta para averiguar sobre su pasado, si alguien sabe algo, es Stella, su abuela..
...
- ¿Hija vas a ver al detective hoy?_ pregunta su mamá acercándose a ella que se peina frente al espejo.
- Si, veremos qué me va dicir, solo estoy pensando como iré, no creo que logré manejar todavía.
- Llama un Uber, si quieres te acompaño.
- No mamá, seguro será rápido y luego me vendré a la casa.
Mientras hablan el timbre suena.
- ¿Quién será?_pregunta sorprendida mirando a su madre.
- Iré a ver_ dice saliendo de la habitación.
Mientras la señora baja las escaleras para atender la puerta, ella termina de peinarse.
Al abrir la puerta, ella se alegra. - Buen dia Sra.Gonçalves_ dice él cordialmente sosteniendo una pequeña caja.
- Sr. Díaaz que sorpresa... ¡pase!_ dice sonriente.
- Con permiso.
- Ponte cómodo._ dice cerrando la puerta y acompañándolo hasta la sala.
- Sra...
- Me llame solo Sandra, por favor,.
- Sandra, siento no haber venido antes, pero... ¿Cómo está ella?
- Se recuperándo lentamente. Bueno, quedate a gusto, la llamaré se pondrá feliz en verte._ dice subiendo hacia la habitación con pasos lijeros.
- ¿Quién es mamá?_ pregunta ella curiosa saliendo de la habitación.
- ¡Adivina!
- No tengo idea_ responde sin mucho animo.
- Anímate hija, la visita es para ti._dice ella soriendole.
Al mirar su madre ya imagina quién puede ser, baja las escaleras y vê a Fernando que se pone de pie mirándola.
- Se te vê muy bien_ dice, al ver que ella quitó el yeso pero, todavia usa un bastón.
- Gracias y en verdad me siento muy bien.
- Eso es bueno... me pongo feliz y lo lamento por no venir antes.
- No acepto._dice ella con cara de malvada, como que no si inportara.
- ¡Luíza!_ exclama su madre.
Él con una leve sonrisa pregunta: - ¿Que puedo hacer para disculparme?
- Bueno, visto que estás muy dispuesto... ¿Podrias llevame a la cita con el detective?
- ¿Con eso estoy perdonado?