Día 27
¿Desconocido?:
A pesar de que es de noche, una noche muy fría, él ha decidido salir de su hogar. Una de sus chicas le ha llamado, dice que es importante, y le cree. Hace mucho tiempo que no recibía un mensaje o algo que indicara que estaba viva, ninguna llamada, nada. Pero ahora sabe muy bien que ha estado siendo calculadora con lo que pasa a su alrededor, se lo ha dicho, le ha contado todo lo que ha estado pasando, en cómo estaba sufriendo con aquellas personas y lo desagradables que era convivir con ellos y que hasta el momento nadie ha sospechado de ella.
No todo el tiempo fue parte de su equipo, no todo fue planeado, no. Hubo un momento en que todo fue cierto, el miedo, la confusión, la situación en general. Todo esto de estar a su lado comenzó cuando ella logró tener contacto con él y entonces le propuso algo a ella. Aceptó con todo su corazón, porque en el fondo, haría todo por él, estaba enamorada de su persona y no podía evitarlo. Y desde entonces decidió ser una traidora.
Camina bajo la gran luz de la luna y de las estrellas además de las luces de los faros que hay a lo largo de la calle, al final de ésta se encuentra su auto. Uno de sus vecinos se le ha ocurrido la gran idea de hacer una fiesta, por lo tanto hay demasiados autos en toda la puta calle. No le gusta buscar problemas, por eso es que ha decidido aparcar su auto en otro lado.
Por suerte es que no es tan lejos el lugar en donde está. Llega rápido, aunque cansado, es casi medianoche y la fiesta no ha acabado, genial. Por lo menos salir y encontrarse con ella le quitará un poco de estrés. Estarán en un lugar silencioso, sin personas alrededor. Nadie podrá ver lo que hacen a tantas horas de la noche. Pero no significa que hagan cosas más allá de unos cuantos besos antes o después de charlar sobre cómo piensan hacer sabotaje.
Sube a su auto, más motivado, piensa que de seguro que se le ocurrirán unas ideas que funcionarán a la perfección, como la mayoría de veces.
Durante el camino despeja su mente antes de que llegue ella y por alguna razón se desquite con ella. Sería una pena que por eso deje de traicionar a los otros. Pero en el fondo sabe que no lo hará, porque no se atrevería a dejar a alguien que le atrae. En pocas palabras, en una tonta que no ve lo malo en las personas.
Ella ya está en el lugar, sentada sobre un columpio, entreteniéndose mientras él llega. No es mucho tiempo lo que pasa cuando llega.
Él se sienta en el columpio de al lado de su chica. Ella le sonríe en cuanto sus miradas se encuentran. En cambio, él no se la regresa. Es como si estuviera molesto en cierta parte. Quizás es porque en el fondo cree que puede ser una trampa. Entonces le surgen dudas, ¿Puede quizás que esto sea parte de un plan que no es de él? ¿Y si la han convencido?
—¿Estás de mi lado? —Dice, esperando respuesta al instante.
—Claro que sí. —Le da un pequeño golpe en el brazo, pensando que lo dice de broma.
—Pruébalo. —Pide sin más.
—¿Desconfías de mí? —Se sorprende, haciendo un gesto un tanto fingido—. Mira, me he escapado para venir contigo. También te he contado absolutamente todo lo que pasa, a escondidas. ¿No es eso suficiente?
—¿Cómo estoy seguro de que ellos no lo saben? ¿O que esto fue idea de ellos?
—No lo saben. —Esta vez responde con voz distante de sus sentimientos.
—Y si no mal recuerdo, tú pusiste la propuesta de vernos, aquí y a esta hora… —Continúa con desconfianza.
—Yo te quiero, no haría nada en contra de ti. —Trata de convencerlo, sabiendo que es verdad. No es ninguna mentira lo que siente por él.
Él no termina de creerle, no sabe muy bien que intenta lograr con eso, por eso es que tiene que hacer algo para dejarle en claro que, de ninguna manera lo debe subestimar, que no lo tratará como un estúpido.
—Si de alguna manera me entero que todo es una jugada tuya, te juro que te voy a matar. Estás advertida —Suelta con voz fría, mostrando que no le importan sus sentimientos.
Ella se toma un momento para tragar grueso, en silencio. Y a la vez, tratando de que no se de cuenta que la incomodidad de parte de ella ha surgido. No estaba acostumbrada a que le dijera algo así, nunca lo había hecho. Conocía a un chico dulce y no a uno frío como él que es ahora. Desde que le había llamado para contarle todo lo que estaba pasando lo había notado así de distante, pero solo al principio, cuando le contó los planes que tenían comenzó a hacerle preguntas sobre ellos. Aunque nunca mostró interés por ellas. No preguntó sobre cómo se sentía, si estaba bien o algo. No lo hizo.
—No te estoy traicionando.
—Solo digo…
—Lo que te quería decir es que lo mejor sería que les ganemos a las víctimas. Yo te ayudaría a que sepas cuándo, cómo y en dónde atacarán a las chicas.
—¿Cómo voy a saber a quienes van a atacar?
—Usarán tu lista —baja su mirada al suelo y comienza a juguetear con sus manos—. La que se hizo viral
—Bien. Es justo como lo planeé.
—¿Ah, si? —Deja de hacer lo que estaba haciendo para mirarlo, desconcertada.