Soñé contigo.
Soñé que aun me querías.
Soñé que aun eramos algo.
Soñé que estabas a mi lado.
Soñé con tu mano sobre la mía.
Soñé con tus labios junto a los míos.
Más bien, no sé si fue un sueño realmente, porque tanto como felicidad, también me causo dolor, un dolor que aun a 10 horas de haber despertado sigue presente en mi corazón.
Te extraño tanto mi amor, te extraño tanto mejor amigo.