En el identificador de llamadas estaba el nombre de otra de mis mejores amigas, ella era Anasstasia pero de cariño le decía Ana, a ella la había conocido en uno de los tantos grupos de Los Boys en el que estaba metida. No sólo la había conocido a ella también esta Aranza pero de ella hablaremos más adelante.
Llamada Entrante.
-Hola herma.
-Hola mana, si dime.
-Pues no se si ya te enteraste, de la presentación de los chicos mañana.
-Si, me enteré por Caro y ¿vas?
-Claro, eso no me lo perdería por nada del mundo. Pero eso no es todo lo que tengo para decirte.
-¿No? Bueno entonces dime.
-Sabes encontré a alguien que nos puede pasar para el camerino de los chicos.
-¡Oh por dios! ya va ¿como? ¿Quien? ¿Cuando?
-Ya va cálmate un poco, se que es súper genial esto pero oye son muchas preguntas seguidas y no tengo mucho tiempo para responderte las.
-Bien, lo siento. Tu sabes como soy pero bueno volviendo al tema ¿Quien es esa persona que nos va a pasar?
-Un amigo, pero tranquila el no nos va a dejar mal. Sabes aunque me encantaría poder decirte que tus amigas pueden entrar con nosotras te mentiría, mi amigo solo dijo tres contándome.
-¿Enserió? En verdad me hubiera gustado que ella también pudieran pasar, pero bueno no hay nada que se pueda hacer. Me imagino que la otra persona que va es Aranza o ¿me equivoco?
-En realidad si te equivocas, ella no puede ir.
- Bueno me gustaría saber porque no puede pero eso ya me lo contarás mañana.
-Si bueno, luego hablamos. Más tarde te envío un mensaje diciéndote a que hora te paso a buscar.
-OK esta bien, bye.
Fin de la llamada
Apenas corte la llamada tire el móvil en el mueble para luego ponerme a saltar como una loca, ya que vería a mis ídolos. Los iba poder abrazar, ¡por fin! se me iba a cumplir el sueño, ya que, las veces que los iba a ver nunca había podido abrazarlos ni nada. Además también estaba súper contenta porque conocería a mi esposo Nelson, aunque el todavía no lo sepa. En se momento que estaba divagando en mis pensamientos me llegó un olor a quemado.
—¡EL ARROOOOZ! —salí corriendo a la cocina por suerte pude llegar a tiempo. ¿Como se me había podido olvidar eso? Bueno, si me pongo a pensar cada vez que hablo de mis chicos no le presto atención a mi alrededor.
Después de comer me fui a mi cuarto donde me quede dormida, me desperté por un ruido que había en la cocina, me pare a ver que era mientras me estrujaba los ojos. Al llegar me encuentro con que mi mama había encendido la licuadora para hacer un jugo.
—Hija lo siento por despertarte —dice mientras apaga la licuadora.