Luka se acercaba lentamente, estaba vestido con un traje elegante, muy diferente a lo habitual en la universidad, debo confesar que se veía muy sexy.
- ¿Qué haces aquí? - dije de forma calmada mientras le dirigía la mirada, en aquel momento deje de acariciar a los gatitos y me levante.
-Vivo cerca, y tu-dijo mientras se ponía de cuclillas a mi lado para también acariciar a los gatitos.
- También vivo cerca-Solo asintió y volteo hacia los mininos.
Pasamos un buen tiempo jugando con los gatitos, eran demasiado tiernos, él era muy divertido, nunca lo había escuchado reír.
- ¿Te los llevarás a casa? - dijo mientras cargaba al más pequeño y lo acariciaba, para luego dirigirme la mirada, oh era cierto que me los llevaría, pero entonces entré en pánico no sabía cómo hacerlo.
-Nunca tuve una mascota, no sé cómo cuidarlos-dije mientras lo miraba y jugaba con el gatito que quedaba en la caja, pero si me esforzaba podría lograrlo ¿verdad? - pero hare en intento.
Nos quedamos en un gran silencio
-Yo los adoptaría, pero en el lugar donde vivo no tenemos mucho espacio que digamos-dijo levantándose-no sería bueno para el gatito.
-Entiendo.
-Ya es demasiado tarde- dijo cargando la caja de los gatitos, no entendía por qué hacía eso- te acompaño a casa, es muy tarde.
Mire mi reloj eran las diez de la noche, habían pasado 2 horas y no me había dado cuenta, solo asentí, la verdad es que me daba miedo caminar sola en medio de la noche, sería de gran ayuda que alguien me acompañara.
- Gracias - dije, caminamos en silencio, ninguno de nosotros sabía cómo romper el hielo, solo se oían maullidos en todo el camino, al llegar a casa él dejó la caja en la sala de estar.
-Gracias por acompañarme, debes estar cansado déjame invitarte una bebida.
-Oh no te preocupes necesito llegar a casa antes de medianoche- dijo mientras salía por la puerta.
-Lo lamento, no habría dejado que me acompañes, si lo hubiera sabido antes-dije preocupada, era mi culpa que llegara tarde a su hogar.
-Descuida, yo me ofrecí a acompañarte, adiós, y... cuida de ellos por favor- apuntó a la caja.
-Lo aré, y gracias de nuevo, adiós- dije mientras él volteaba y se iba.
Era media noche escuche un grito mientras dormía, que carajos, quien había entrado a mi casa y por qué gritaba.
-Lyra¡¡¡¡- era papá, qué hacía aquí, por que gritaba, ¿quería avisarme que había llegado? No, no podía ser, nunca lo hacía cuando venía.
Baje las escaleras, en la sala estaban mama papa y ... la caja con los gatitos
-Hola, qué hacen aquí
-Esta es nuestra casa la pregunta es qué hacen estos gatos aquí- dijo mi madre se notaba molesta.
-Estaban solos en la calle así que...- no pude terminar de hablar por que mi padre me interrumpió
-Así que Lyra no puedes traer gatos aquí sabes que tu madre es alérgica
-No, no, sabia
-Como no lo sabrías
-Pues porque nunca están aquí, nunca tuvieron tiempo para avisar sobre sus alergias o lo que tengan- dije molesta- olvídenlo, llevaré a los gatitos a la habitación y no saldrán de allí adiós.
Nunca había escuchado que mi madre fuera alérgica, nunca hablaban sobre ellos la verdad es que solo sabia lo básico de ellos por si lo necesitó en algún momento, pero no era momento para pensar en eso era media noche y tenia clases al día siguiente necesitaba dormir.
Los gatitos fueron muy calmados y silenciosos algo bueno en mi opinión, levantarme a las ocho de la mañana no era propio de mi llegaba tarde a la universidad solo me quedaban 20 minutos para llegar, al salir de mi habitación vi la puerta de mis padres abierta al parecer seguían aquí, normal mente venían cada 3 meses y se quedaban una noche pero salían antes de que despertara no los veía porque trabajaban en 2 hospitales, no lo creía necesario éramos muy estables trabajar en uno bastaba pero al parecer ellos no pensaban así y tenían mucho tiempo de sobra.
- ¿Ya te vas? - escuche a mi madre decir detrás de mí, solo voltee y asentí mientras sacaba mis llaves - porque no esperas un poco te Hare el desayuno.
-Lo lamento llegare tarde, me tengo que ir adiós- dije apresurada, lo decía enserio no tenía tiempo, pero... ¿por qué ahora?, por que le dio las ganas de hacer el desayuno, nunca lo había hecho, cuando era una niña me crié con niñeras y cuando fui lo suficientemente grande (14 años) se podría decir comencé a vivir sola, ya estaba acostumbrada y me sentía bien, respetaría mi horario de siempre.
-Lyra¡¡¡¡ - Salí de mis pensamientos, era Melanie venia hacia mi - hola.
-Buenos días
- Te estaba buscando, fui a tu aula, pero me dijeron que tus clases se cancelaron.
-Se cancelaron- dije mientras buscaba mi teléfono, y no lo encontraba- Melanie podrías llamar a mi teléfono, no lo encuentro- ella asintió e inmediatamente llamo.
-Hola?, si un momento por favor-dijo al parecer alguien había contestado-toma
-Hola? - dije.
- ¿Hola, Lyra? Te olvidaste el celular en casa.
-Oh, si me acabo de dar cuenta, ¿aun estas en casa?
-Si, hoy es mi día libre.
-Bueno te podrías fijar si en mis mensajes hay alguna noticia sobre la clase.
-Un momento- dijo mi madre - sí, dice que las clases se cancelaron por problemas de salud del maestro y que habrá una recuperación el viernes a las cuatro.
-Okey gracias, adiós.
-Oh, espera, ¿Lyra?
-Si estoy aquí.
-Deseas que te lleve el celular.
-No, no, es necesario, gracias-corte.
-Ten, gracias- dije mientras le devolvía el teléfono-olvidé el teléfono.