Toma mi alma

XVII

Confundida y sin saber que era exactamente lo que había visto, cruce de nuevo la calle hacia el parque, pero a mitad de camino el camión de una compañía eléctrica se estaciono casi al lado de la brecha, donde el tendido eléctrico de un poster había sufrido algunos daños, seguramente a causa de la tormenta del día anterior.
Estaba claro que con aquellos hombres mirando y trabajando tan de cerca no podía ir hasta donde aquel joven desconocido solía pasar los días.
Mire sobre la cerca metálica pero no logre divisar nada, sin embargo el columpio se mecía al compas de la brisa fresca, sin nadie visible sentado sobre él.
Como no podía hacer nada más, tome la correas de mi mochila y volví caminando a mi casa. Después de todo aun no tenía información concreta que mostrarle a él y el fin de semana sería un buen momento para seguir buscando.
Mientras tanto debía esperar hasta el lunes para volver a verlo.




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