Es casi la media noche cuando el caza de Richard desciende sobre el portaviones seguido, uno a uno, de su escuadrón. Se han reabastecido varias veces estando en el aire y ahora descienden para darle mantenimiento general a sus máquinas de combate. Un nuevo grupo de pilotos ya se encuentra circundando una extensa área del cielo nocturno y sin perder más el tiempo, él mismo se dirige a toda prisa a los laboratorios; necesita informarse de primera fuente acerca del estado de la situación con respecto a la desarticulación del armamento.
—Crowe, sales de nuevo en una hora.
—Entendido —responde Richard sostenido de su oreja izquierda. Termina de ingresar sin mayor preámbulo al laboratorio. Los soldados, allí presentes, adoptan de inmediato la pose de firmeza ante el paso de su superior—. Necesito dos ingenieros, ahora mismo, en la cubierta —Se va éste de una y encima de ellos con sus órdenes.
—Ya hay bastantes ingenieros en la cubierta —responde David sin siquiera volverle a ver. Sin dejar de lado el delicado procedimiento que sostiene en ese instante entre las manos—. No sé si lo habrás notado, pero aquí nos encontramos bastante ocupados.
—No me importa, tienen que ser dos de ustedes —insiste éste con sus demandas de militar—. Necesito que revisen los radares de seguimiento; también que ingresen las nuevas informaciones que recopilamos estando en el aire a los sistemas integrados de los visores de los cascos y que les den mantenimiento a los nuevos sistemas de búsqueda y rastreo por infrarrojo. No nos arriesgaremos a salir de nuevo sin que ustedes, los científicos que están al tanto de las nuevas mejoras, hayan realizado sus inspecciones.
—Rebeca, Allan —pronuncia David de seguido; acompañado de una singular voz colmada de calma. No se digna aún a levantar la vista de lo que permanece haciendo; sin embargo, se deja ver bastante sereno—; serían tan amables, ustedes dos, de atender a las demandas del Mayor, aquí presente —les dice—. No se tarden, por favor, los necesito de vuelta cuanto antes.
Éstos atienden de inmediato al gentil pedido que les hace su líder de equipo. Salen del laboratorio y dejan a David y a Scott a solas, a cargo del desmantelamiento del resto de las armas.
—Infórmame de la situación —Solicita Richard sin dejar de lado sus formas…Sus dotes de mando delante de David.
—¿Qué quieres que te informe? —Responde éste—. Estamos desarticulando el armamento; eso ya lo sabes.
—Si, pero, ¿cuánto tiempo más piensan tardar?
—El necesario para que no salgamos todos volando en mil pedazos, dejando a nuestro paso un invierno nuclear —le responde David comenzando a sentirse cansado de mantener la compostura.
—Dave…—Se apresura a pronunciar Scott con cautela.
—Escucha —pronuncia David atendiendo a las prevenciones de su compañero—; estamos trabajando a toda máquina, lo más rápido posible.
—Pues, eso no es suficiente —le impugna Richard, sabiendo que el peligro se encuentra cerca. Más de lo que ninguno de éstos se imagina. Sólo ellos saben lo que descubrieron estando en el aire.
—Lo más complicado ya lo resolvimos y esto fue descifrar y decodificar el laberinto de posibilidades que se presentó frente a nosotros a la hora de llegar hasta la desactivación del núcleo. La ruta ya quedó demarcada, tan sólo debemos seguir el sendero de protocolos. El resto tan sólo depende del factor tiempo.
—Pues eso es lo único con lo que no contamos…con tiempo —le informa Richard exponiendo ante él la gravedad de su semblante. De la situación que muy pronto se les avecina.
—Y aún así me despojas de la mitad de mi equipo, ¿no es así? ¿Tienes algún tipo de conocimiento… de formación armamentista?
—Tan sólo en lo más básico —responde Richard.
—Eso es suficiente para mí. Si es tanto lo que te precisa, deja de hablar y ayúdanos.
Richard atiende allí mismo a sus palabras.
—Dime qué es lo que tengo que hacer —pronuncia poniéndose a las inmediatas disposiciones del Dr. Oliver.
—Esta es un arma termonuclear de proceso triple, “fisión-fusión-fisión” de diseño más que avanzado. La modificaron de tal modo hasta llevarla al siguiente nivel. La interetapa y la secundaria están alteradas, no están juntas dentro de la membrana…
—Podrías…—le interrumpe Richard recurriendo a gestos cargados y malogrados delante de él—, ¿podrías dejar de lado todo ese tecnicismo para alguien que sí te entienda? A mí tan sólo dime que debo ajustar y qué no, hasta desarticular esta mierda.
La mirada de David se encuentra con la de Scott en una clara señal de nerviosismo; aún así, se están quedando sin tiempo y por eso no tienen más remedio.
—Tú tan sólo mantén el pulso firme…¡No lo vayas a mover! —Le indica David con aquel mismo nerviosismo remarcado en cada una de sus indicaciones.
—Tranquilo, no lo haré —le dice Richard y depositando la mirada sobre David, no puede evitarlo; pero, le observa fijamente dejando salir una etérea sonrisa sobre él, mezcla de incredulidad y sorna. Continúa mirándolo sin siquiera pestañar hasta que, por fin, termina por captar sus atenciones.
—¿Qué? —Se impone David ante aquel insistente escrutinio que mantiene este idiota sobre él.
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Editado: 27.05.2022