Tormenta Invernal

CAPITULO 3

Lunes 3 de enero 2050

La gran tormenta helada continua, no da señales de calma, son las cinco de la mañana, me levantaron los murmullos de las personas, ¿qué hacen despiertas tan temprano? deberían estar durmiendo, los niños no tienen clases y los adultos tampoco pueden ir al trabajo, pero en fin, creo se debe a que todos estamos acostumbrados a levantarnos a esta hora, y otros ante la grave situación tal vez no pueden dormir tranquilos me vuelvo a dormir unas dos horas más.

Son las siete de la mañana, observo en mi reloj de muñeca, me acuesto, cierro los ojos, me quede así media hora, hasta que escuche grandes voces a través de un parlante.

- levántense vamos a servir el desayuno, los que deseen ayudar son bienvenidos, necesitamos muchas manos hay que mover a todo Nueva York.

Me levanto para ver a tal personaje, usa una boina roja, con traje negro y rojo, sale del hangar, se levantan como 15 personas, son muy pocas, hasta para atender nuestro distrito.

Me pongo de pie, le digo a mi padre. -iré a brindar ayuda. 

Salgo, empiezo a seguir a un soldado que se adentra más allá del refugio, se da cuenta que lo sigo minuciosamente y me pregunta: -¿deseas ayudar? –Sí, le contesto, -justamente estaba buscando la cocina. Me dice el soldado, -ven es por aquí. Llegando a la cocina digo: -gracias, a lo que él me contesta -gracias a usted por brindar su ayuda. Le muestro una sonrisa.

Me dieron un carrito lleno de platos con comida y bebidas a lo cual me dispongo a repartir. Justamente en el hangar número cuatro llegando a la mitad del mismo, una hermosa joven sentada con los pies entrecruzados con unas lujosas botas, con su pelo largo, bien peinado, el cual le tapaba la cara estaba leyendo un libro, me dirijo asía  ella y le digo. ¿No vas a desayunar?, Sigue concentrada en su libro, no tarda mucho y levanta la mirada, justo en ese momento la mire a los ojos profundamente, unos ojos cafés oscuros, sentí como si se cayera el cielo, la joven sonríe alegremente, -si claro. Baja su libro justo antes que intente levantarse –no te levantes yo te sirvo, dime como se llama tu libro. - *es uno nuevo* –si y ¿de qué trata?, pregunto mientras le sirvo -es un libro clásico de una pareja que se enamora, ¿Por qué a ti te gusta leer? Pregunta la joven. – *que pregunta, por supuesto me fascina, es mi vida, quieres ir a dar una vuelta después del almuerzo, para charlar. -um no sé, ¿porque no?, no sabemos cuánto tiempo más estaremos encerrados en este bunker y sola aquí con mis libros estoy… vale acepto. Contesta la joven –perfecto vengo por ti. Conteste.


 

12 de la tarde: La tormenta era descomunal como nuca antes se había visto. 

Sabía que estas tormentas vendrían, al parecer llegaron antes de lo previsto, temo lo peor. 

Llama un comandante por mi celular, 

-"Doctor” lo necesitamos venga con nosotros", -pero... -"no ay tiempo para preguntas le brindaremos todo lo que necesite en la base" –señor estoy en el bunker de la ciudad –no se preocupe enviare a un oficial por usted hay un acceso del bunker a la base. –gracias señor.

Pasada una hora desde la llamada, se escucha por los altavoces de los hangares, mi nombre, doctor Ivar, miembro del ejército mundial y del grupo de investigación planetaria, favor de reportarse en la entrada del bunker. 

Justo en ese momento me despedí de mi familia, y de paso entre al hangar cinco a posponer la cita por motivos de trabajo, que duro es cancelar una cita, pero fue comprendida la situación.

Mientras me acercaba a la puerta del hangar, pude observar a un montón de soldados enfilados con sus armas en las manos, en formación de guardia, al pasar junto a ellos uno me tapo el paso, vio una foto que sostenía en sus manos, y replico, -Doctor Ivar, acompáñeme.

-sin poder decir una palabra lo seguí, dado que tomo la delantera, entramos a las oficinas que estaban en la entrada del bunker en un costado, entramos en un elevador de cinco disponibles, bajamos tres pisos más hacia el subterráneo, tomamos un pequeño tranvía, en cual emprendimos el viaje como de cinco minutos,  al final del camino se encontraba otra edificación de oficinas, entramos en ellas, todo parecía normal, personas laborando, revisando equipo, reparando piezas, ordenando papeles, dentro aquellas oficinas entramos a una en particular donde, el acceso era restringido, el oficial, primeramente pronuncio unas palabras, luego se paró firme, extendió sus manos y las puso en una pantalla, mientras tanto un infrarrojo salió e identifico sus ojos, además introdujo una contraseña con sus dedos.

Al instante entramos a otro elevador y  me llevo a un área especializada 100 metros abajo del punto donde actualmente nos encontrábamos, al abrirse el elevador quede sorprendido, una estación de metro majestuosa se alzaba ante mis ojos, de un lado observe cinto trenes bala del otro siete, en total conté, quince filas de villas, para quince trenes.

-esta base subterránea conduce a muchos lugares importantes de todo el país, usada especialmente solo para oficiales de alto rango del ejercito mundial, y personas autorizadas del gobierno mundial. Me dijo el oficial

-siempre sospeche de este tipo de bases. Conteste.

-acostúmbrese doctor aun le falta mucho por ver.

-todo sea para el bien de la humanidad. Le conteste.

 



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En el texto hay: militares, nuevo orden mundial, cambio climatico

Editado: 24.08.2023

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