Tortura a los 16

XII

Narra james:

—Saliendo de la escuela Liam y su banda de maleantes interceptaron a Gema, yo me encontraba muy atrás esperando a que ella saliera, para aclarar algunas cosas y no logré reaccionar a tiempo por que cuando vi que ese idiota levanto su mano para agredir a Gema Emmanuel ya estaba intercediendo. Yo igual intenté detener a los demás, pero me vi incapaz de hacer algo, así que ese chico fue el verdadero héroe del día y creo que no habría mejor persona para que cuide y ame a nuestra Gema.

—Oh vaya, muchas gracias entonces Emmanuel, de hecho, quería hablar contigo seriamente.

Observe al Joven tragar grueso, sé que estaba nervioso.

Narra Emmanuel:

En verdad no esperaba que James me diera el crédito por lo que pasó, aunque es verdad que yo le salvé el trasero de que le rompieran su cara bonita.

Cuando el padre de Gema me habló sentí que todo mi sistema nervioso colapsaba horrible, espero que me dejé andar con mi princesa, así que creo que es el momento de poner los pantalones sobre la mesa y decirle todo lo que siento por su hija.

—Antes de que diga algo señor park quiero que sepa mis intenciones con su hija— Definitivamente esto saldrá mal.

—Entonces habla, dame un motivo para que te deje andar con mi pequeña— Exclamó serio el señor Park.

—Señores park, yo con su hija tengo las mejores intenciones del mundo, ella es mi vida entera, sé que quizá no soy perfecto y que cometo diversos errores, sé que ustedes preferirían a James como novio de Gema, pero quiero decirles que yo la amo desde el primer día en que la vi, que el día en que se desgarro su ligamento y tuvo que estar con yeso, fui yo quien la rescató, mi vida entera está en sus manos, esa pequeña me robó el corazón y si ella quiere romperlo puede hacerlo ya que le pertenece completamente, les prometo que haré todo lo que esté en mis manos para que ella no sufra, para que sea feliz y sobre todo jamás borre esa sonrisa tan bella que tiene en su cara y— Fuí interrumpido por su padre.

—Así que Emmanuel— Su tono de voz me asustó como no tienen idea y creo que mi expresión habló por si sola.
—¡bienvenido a la familia!

Mi expresión era todo un poema, solo sentí la los brazos de Gema rodeando mis hombros y unas pequeñas lagrimas recorrían sus mejillas.

Definitivamente esto fue lo mejor que me ha pasado.

 




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