Espíritu protector

En las montañas de la Sierra Mixteca Pascual, un hombre sabio y respetado en su Comunidad, se enfrentaba a una situación desconcertante. Un León misterioso merodeaba cerca de su casa sembrando temor entre los habitantes del lugar Pascual, conocido como el “abogado” por su habilidad para realizar rituales protectores. Sabía que algo estaba fuera de lugar. Observó a su esposa Carmelita, quien hablaba con fluidez, un idioma que no sabía de dónde lo había aprendido. Un don que ella había mantenido en secreto por años. 

 La preocupación de Pascual aumentó cuando las leyendas ancestrales cruzaron su mente. Recordó historias sobre cómo ciertos animales, especialmente los leones, pueden ser manifestaciones del nahual de algún brujo el espíritu que trae enfermedades y desgracias a aquellos que lo provocaban sin saberlo. 

Decidido a proteger a su amada de cualquier peligro, Pascual realizó un ritual antiguo y poderoso utilizando hierbas sagradas y cantos ancestrales. Convocó a los espíritus protectores de la naturaleza para esconder el Nahual de Carmelita, asegurándose. De que nadie pudiera hacerle daño a través de su nahual o espirito de guía. 

El ritual envolvió la casa en una energía ancestral y a medida que las palabras místicas resonaban en la atmósfera, una paz serena descendió sobre la familia. El León misterioso desapareció lentamente, Disipándose en la neblina de la montaña carmelita, ajena al proceso, notó que su habilidad para hablar esa extraña lengua se había desvanecido, agradeció a Pascal por su amoroso cuidado, sin saber que su esposo había realizado un ritual para protegerla del peligro que acechaba en forma de un misterioso León.