Trae AquÍ El Cielo ©

PRÓLOGO

"El pasado.
Te recuerda y atormenta, duele;
Pero es esperanza"

Varios años atrás...

La observaba, hacía mucho que lo hacía.

Esa hermosa jovencita de ojos cafes, cabello castaño y sonrisa alegre lo dejaba con ganas de más, mucho más; quería saber qué le gustaba y qué no, sus miradas se cruzaban solo por unos segundos y sentía el impulso de hablarle pero era un corbade incapaz de decir una sola palabra.

Aún así se conformaba con escuchar su voz a lo lejos y su risa, había aprendido que cuando estaba nerviosa metía su cabello delicadamente detrás de sus orejas, andaba con su hermano menor siempre que la veía.

Sabía que su familia eran personas acomodadas y que a ella nunca le faltaba nada así que mejor no perdía el tiempo tratando de cortejarla porque de seguro nunca le prestaría atención a un simple vendedor en una tienda.

Aunque en un principio se podía pensar que la acosaba jamás lo hacía o fue esa su intención, nunca la observó de otra manera que no fuera fascinado por su belleza y de ningún modo pensó en hacerle daño; al contrario, siempre supo que quería cuidarla y amarla.

Pero la vida se había empeñado en quitarle todo lo que tenía, solo contaba con dieciocho años y ya había perdido demasiado, no estaba dispuesto a ser rechazado y abandonado nuevamente.

Pero él no tenía ni idea de lo que en esa bella joven había, había mucho más que belleza, había aceptación y humildad.

Ella se la pasaba disfrutando de todo lo que podía, tomaba todo lo que la vida le daba y quería comerse el mundo entero, y sobre todo se ilusionaba con esos ojos que sabía la veían siempre a lo lejos, ese jovén le llamaba mucho la atención, la intrigaba; no solo por su físico sino por su intensidad, su mirada tenía algo que la dejaba estática y con ganas de seguir memorizando cada razgo de su hermoso rostro, quería gritarle y reclamarle que ella no mordía ni nada parecido, no era una muñeca de porcelana y tampoco una engreída.

Hubiese querido tener el valor de ser ella la que diera el primer paso y acercarse, pero jamás tuvo una idea de lo que estaba a punto de ocurrirle, algo que iba a marcar un antes y un después en su vida, su color rosa se torno en negro y su vida de princesa se vino cuesta abajo.




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