Transmentalidad

CAPITLO 1: REINICIO

Ojos color café sobre mí, no pude evitar notar un leve brillo en aquella mirada de preocupación, una luz sobre pupilas opacas, estaba sobre mí, ambos goteábamos sudor y había aquel leve agite en mi pecho, todo estaba en blanco en mi mente, absolutamente vacío, ni siquiera la cara de la hermosa mujer sobre mi podía yo reconocer, mi primera impresión no fue pensar en la situación en la que estaba, porque esto pudo haber pasado después de una noche de tragos fuertes, pero tendría que ser unos tragos enviados directamente desde un lugar en el infierno para acabar olvidándome de todo, claro, esto si en verdad hubiesen sido tragos y si de verdad aquella linda chica hubiese sido una de las Strippers de algún bar, pero era todo totalmente diferente.

Yo estaba totalmente aturdido, mis sentidos aun no esclarecían, por lo menos la audición no, no podía escuchar mucho de lo que hablaba aquella chica con tal desesperación, hasta que levante mi mano para acariciar aquellas mejillas color rosado claro que sin ningún tipo de maquillaje se hacían notar, me hubiese encantado poder sentirlas con mis propias manos, que al fijarme detenidamente estaban cubiertas de sangre, esta chica está en sus días pensé, pues con esa cara no me hubiese frenado para hacerle el amor me dije, hasta que sentí aquel dolor punzante cerca de mi estómago y me di cuenta de tres cosas, la primera, había recobrado todos mis sentidos, ahora podía escuchar y sentir todo con claridad, la segunda es que no podía recordar ni mi propio nombre y la última y más importante era que yo no estaba teniendo sexo con aquella mujer de bellos ojos.

 

–Está perdiendo demasiada sangre, móntenlo en la camilla –ordeno aquella hermosa mujer, algo alarmada aunque sin perder ni un toque de su belleza, belleza que se opacaba poco a poco sin poder hacerse nada, por el vapor de las alcantarillas que nos rodeaban.

De ambos lados de mi aparecieron dos sujetos, me sostuvieron y levantaron. Sirenas de ambulancia, murmullos a mi alrededor, ¿porque no puedo moverme?

–Tranquilo –Dijo ella mientras me subían a la ambulancia– vas a estar bien.

 

Y poco a poco fue nublándose mi vista hasta quedar totalmente oscuro el panorama.

Escucho aparatos a mí alrededor sonidos de maquinaria de alguna especie de hospital, puedo saber que estoy en uno, apenas despierto después de quien sabe cuánto tiempo y trato de recordar porque estoy aquí, no funciona, es como si hubiesen retirado minuciosamente los fragmentos más importantes de mi memoria, ¿Dónde estuve por última vez? ¿Qué estaba haciendo yo? Y nada, ha pasado tiempo eso lo sé, ha pasado tiempo desde el ultimo recuerdo que poseo, con el tiempo es imposible luchar, menos ganar, el tiempo es imposible de engañar y puedo saber con claridad que vivo mi tiempo un segundo a la vez, ¿con que habré golpeado mi cabeza?.

 

Pensé que nunca despertarías, estaba a punto de vender tus pertenencias–

Esa voz, se me hacía conocida, al fijarme en la puerta estaba este sujeto, llevaba un chaqueta de cuero Marrón al igual que esa cosa en su cabeza parecida a una boina de lado, como una gorra, se acercaba hacia mi sonriendo como si nos conociéramos, quizá así era, pero no podía recordarlo a excepción de su voz, que de cierta manera me traía un poco de tranquilidad, en un mar de inquietud, sería igual a nada.

 

¿Cómo te sientes? me dijeron que aparte de la herida en el abdomen sufriste un golpe en la cabe…

¡Cierra la boca! no me trates como idiota –tuve que cortar el rollo del herido moribundo, necesitaba saber que estaba pasando cuanto antes o por lo menos algunas pistas– ¿Qué fue lo que sucedió? necesito saberlo ya.

Su cara se puso seria por un segundo y luego soltó una carcajada que me molesto, después de todo quizá no era un amigo, tendría que cuidar de ahora en adelante lo que le decía, necesitaba hacer que me dijera todo lo que sabe pero sin hacerle saber a el que he perdido parte de mis recuerdos.

 

Jajaja, aun si un camión te arrollase seguirías siendo el mismo Bart de siempre –

Si, si, como digas, entonces, ¿me dirás lo que sabes y cómo diablos fue que acabe aquí? – ¿Bart? ese es mi nombre, como es posible que me haya olvidado de eso.

–Claro, claro, vale no te desesperes o tu herida se volverá a abrir jajajajaja –

Empezaba a molestarme su constante risa, sin embargo no sentía ganas de mandarlo a la mierda, de cierta manera se me hacía familiar.

–Estábamos en este caso, mmm el de la rubia y su hija desaparecida sabes, ¿no?, entramos en el “Pico” y me pediste que esperara en la parte trasera del edificio y lo último que supe de ti fue que te llevaban en  una ambulancia, no me digas que lo has olvidado–

–Esta todo borroso en mi mente, no puedo recordarlo bien, o no puedo recordar bien que fue lo que sucedió, lo que más puedo recordar es a la bella dama que me atendió cuando estaba moribundo y con mis manos ensangrentadas–

 

Es lo único que logro recordar porque al fin y al cabo antes de ella hay muchos agujeros en mi mente, pero… ¿estábamos en un caso? Posiblemente seamos algún tipo de policías y trabajamos juntos, y el “Pico” si, sé a qué se refiere con eso, es la empresa tecnológica más grande del país, pero ¿Qué hacíamos allí, y cómo fue que yo acabe aquí y con mi memoria totalmente en blanco?




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