Claris
Estoy desesperada, no sé qué le ha pasado a mamá, pero cuando vino estaba llena de golpes y muy pálida. Si le pasa algo, no me lo voy a perdonar, ya que sus últimas palabras fueron que la perdonará y no le dije nada. Alex me detiene cuando estoy a punto de entrar al salón de cirugía.
—¿Qué haces, espera —me ordena y me abraza? Sus brazos en ellos podía estar toda mi vida, no siento miedo por un momento hasta que al fin sale la doctora a decirme qué le pasó a mi madre.
—Usted es la señorita Claris —comenta rara Doctora al llegar
—Sí, porque dígame cómo está mi madre — le preguntó preocupada.
—Logramos extraer la bala de su pierna, ya está estable pidió verte —agrega al oír esas palabras finjo una leve sonrisa en mi rostro ya sé que está bien mi madre es como si me hubiera quitado un peso de encima volteo a la habitación y la veo inofensiva sus ojos están cerrados y esto me parte el alma no aguanto y las lágrimas caen por mi rostro
—Hija —me llama con voz rota, me acerco a ella y beso su mano.
—Mamá, qué te pasó, quién te hizo esto fue Wilson, verdad—. Ella asiente con la cabeza, le doy muchos besos y les digo esas palabras que tanto ella quería escuchar.
—Mamá, te perdono— sus ojos están tristes y me da un beso suave y delicado. En la mejilla.
—Fue Wilson hija quería saber dónde estabas está loco está dispuesto a matar a cualquiera que se le ponga encima incluso a sus hijos con tal de ser libre, su voz se desvanece al decir esto y casi no puede continuar de hablar, me equivoqué hija creí que tu padre había secuestrado a su hija y caí como tonta en su juego sucio creí que iba a cambiar de esta forma— las lágrimas ya no las puede contener más mi madre y se echa a llorar
Alex
Me han visto la cara de idiota así me siento como un idiota me hierve el cuerpo quiero ir a casa y matar a Michel, pero hay alguien que me lo impide y es Claris, sale de la habitación destrozada no me mira y se sienta en un sillón a solamente mira su teléfono, parece enojada, pero no la entiendo no hablo que habrá sucedido allá adentro me acerco a ella tengo que decirle que ya la perdoné
—¿Qué tienes, niñita?—le susurró al oído, finge una sonrisa que desaparece a los pocos segundos, se queda pensativa.
—Tenemos que atrapar a tu padre si no lo hacemos nunca seremos felices, tu padre es quien le ha hecho esto a mi madre— sujeta mi mano y yo la quito de la mía dinero siento odio por mí mismo, en este momento por culpa de mi padre la mujer que amo está destrozada ahora sí el enojo aumenta en mí pero antes le digo
—Te perdono Claris— ella sonríe me mira confundida y yo me marcho el enojo ha aumentado en mí al saber que mi padre está dispuesto a todo con tal de ser libre, me subo a mi coche y arranco mi auto, llego a mi casa y desde la entrada oigo gritos de mi madre y de Michel me acerco a la sala y los escucho en silencio
—Ya estoy harta de ti, eres igual que tu padre, dime dónde está ese asesino— ríe como bobo mi hermano.
—Lo que me faltaba, ahora me vas a dar tus clases de moral, cuando todo este tiempo has sabido los negocios sucios que hacía con papá —mi madre pone cara de espanto y mi hermano enarca una ceja.
—Sabes que es quedó atrás, ya deja de cubrir a tu padre y dime dónde está, sé que quiere matar a esa chica, a la novia de tu hermano, porque que ella lo quiere denunciar y la verdad se merece pasar años en la cárcel — agrega mamá con lágrimas en los ojos.
—Eres una pendeja y siempre lo has sido, has vivido tu vida como una sombra que se esconde, eres igual que tu hijo— me señala. Giro mi rostro hacia él, me mira con mirada desafiante, le doy un solo golpe que cae en el suelo, y se le parte la nariz, sangra y dice con cara de burla.
—Esto lo haces porque qué quieres saber dónde está nuestro padre o por qué ya te diste cuenta de que te vimos la cara de imbécil Alexa y yo— comenta burlándose, no lo aguanto y terminamos revolcándonos en el piso, mi madre nos grita como loca.
—Ya basta, hijos —grita mi madre y cae al suelo creo que se ha enfermado otra vez, dejos de matarnos y la levantamos del suelo, Michel termino con la cara llena de sangre y yo con el labio inferior partido, levantamos a mamá y nos miramos con ganas de seguir peleando, me entra una llamada la cual no dudo ni un segundo en responder por qué es mi padre gracias a dios mamá se encuentra bien la dejo con la sirvienta y Michel y salgo a mi oficina a atender la llamada, es un desconocido, pero estoy seguro de que es mi padre lo siento
—Dime qué quieres —le gritó como si fuera a matarlo por el teléfono
—Si quieres que tu novia y mis nietos sobrevivan, tienes que ayudarme a escapar— agrega furioso el ceño.
—Y dónde nos vamos a encontrar — comento indignado
— dónde tú crees hijo donde siempre jugábamos —cuelga el teléfono al decir esto sé que es lo que quiere mi padre peleas clandestinas dónde antes él me obligaba a ir para darle todo el dinero que ganaba, allí fui golpeado miles de veces le cogí miedo y odio a ese lugar por eso me volví boxeador profesional, pero si está es la única forma que tengo de sacarle información a mi padre y de encontrar más pruebas contra él para meterlo tras las rejas no voy a dudar ni un segundo, está es la única forma que tengo para proteger a Claris y a mis gemelos nadie me inpedira que deje libre a mi padre, llamo a Diego y a Luis y empezamos a hacer un plan él cuál consiste en hacerle pensar a mi padre que lo sacaré del país, entretenerlo para que ellos dos logren buscar en su oficina donde Patricia a los boxeadores pruebas estoy seguro de que las pruebas que necesitamos para atraparlo están allí entro al lugar y me vienen muchos recuerdos los cuales son como pesadillas, mi padre está sentado en el rin como siempre lo ha hecho me siento a su lado su rostro es desconocido parece triste, me da un abrazo él cuál no esperaba me quería matar y ahora me abraza así por qué hice esto
—Quiero pelear contigo, tengo que saber si no fue en vano todo lo que te he enseñado— comenta levantándose me extiende su mano la agarro y me levantó siempre he entendido a la perfección a mi padre, pero esta vez por más que lo intento no entiendo que quiere hacer me preguntó si esto será uno más de sus planes para perjudicarme me dejó llevar creo que mi padre no me matara ni me hará daño confío en él por un minuto y ahí es donde me demuestra su verdadera cara, su rostro se enrojece, su mirada de tristeza cambia a enojo veo como sale de su brazo izquierdo un palo grande no duda ni un segundo y me golpea la cabeza creo que morí está vez .