Después de la cálida y triste despedida de mi hermano. Comenzamos una excursión por el campo, donde antes estaba la ciudad, necesitábamos encontrar alimentos de origen animal y vegetal, incluyendo agua potable de algún Ojo de Agua.
Caminé por un largo rato entre los árboles y arbustos. Me sentía cansada y hambrienta, pero necesitaba estar sola un rato, para tratar de digerir todo lo que había pasado en estos últimos días, desde el apocalipsis, hasta todo lo de mi pequeño hermano.
Suspiré hondo. Metí mis manos en los bolsillos de mi suéter gris, dentro de uno de ellos sentí un papel doblado y algo arrugado. El cansancio pasó a segundo plano y la curiosidad me invadió. Un árbol estaba cerca y decidí sentarme bajo su sombra mientras me ponía la gorra del suéter y desdoblaba la carta. Que decía lo siguiente:
“Hola Izy.
No sé, cómo comenzar esto, sabes que no soy bueno con las emociones y mucho menos con las palabras, pero aun así decidí escribirte.
Lo primero que te preguntaras es cómo llegó la carta hasta tu bolsillo, la respuesta es sencilla; la coloqué ahí cuando tú y yo nos estábamos dando el “último” abrazo de despedida, lo cual fue demasiado fácil, eres la persona más despistada que conozco.
El momento en el que escribí “todo esto”, es un secreto que no te puedo revelar por ahora. Existen cosas que no se pueden explicar, como el hecho de nuestra propia existencia, pero aun así, aquí estamos y acabamos de salvar a una gran parte de la humanidad, de uno de los peores finales que nos podemos imaginar. “Las segundas oportunidades, se tienen que aprovechar”.
El punto de todo esto, es:
No sé cuánto tiempo se lleven los demonios en preparar un plan para salir del infierno, siempre debemos estar preparados para la revancha. Todos los días practica con Arya (si me di cuenta del nombre de tu espada por tus pensamientos), recuerda que seas buena no se significa que seas la mejor y menos que estas lista para lo que viene.
Todos ustedes todavía tienen las armas, sólo deben de invocar su presencia, pronto lo descubrirán.
Los extraño mucho y de verdad, que desearía estar con ustedes en la Tierra.
Los ama Zeke.
P.d.: Ninguno de ustedes tiene la culpa de lo que me pasó en el pasado, así que diles a papá y a mamá que dejen de culparse de todo eso y que mejor se preocupen por el ahora y el futuro. Y, no olvides Izy, no dejes de practicar, pronto las cosas cambiarán de nuevo y aún más de lo que tú puedes esperar.