Me aceptas como soy
Llevábamos dos semanas de novios, las dos mejores semanas de mi vida.
Desde en el momento en que nos confesamos y te pregunte que si querías ser mi novio, desde ese mismo momento mi vida comenzó a volverse cada vez mejor. No me importaba nada, las peleas con el viejo de mi padre y sus regaños, todo se volvía nulo cuando estaba contigo.
Nunca he aceptado mi lado izquierdo, ese horrible otro, al que quisiera enterrar.
Si tan solo pudiera olvidar esa parte de mí.
Pero todo cambio cuando me mostraste que este lado de mí, no era solo otro lado, cuando me hiciste entender que yo solo soy un todo.
Que la sangre que corre por mis venas no marca el rumbo de mi destino, que yo soy el único que puedo elegirlo.
Y en verdad quiero hacerlo y lo haré.
Me dijiste que puedo seguir mis sueños, pero ahora mismo el único sueño que tengo es estar junto a ti.
Quedarme a tu lado.
Lamento si soy un poco brusco respecto a cómo trasmitir mis sentimientos, pero es que nunca tuve muchos amigos. En realidad, nunca los tuve, desde muy pequeño mi padre me quito eso y más, todo el tiempo era practicar, practicar y practicar todo para superar algún día a el héroe número uno.
Lo gracioso es que a pesar de todos mis complejos me aceptas, te ríes cuando se complican las cosas y eso me alivia.
Tengo miedo de que un día te canses de mí, porque yo nunca podría hacerlo de ti.
Otra cosa por lo que lo lamento, es ser muy posesivo contigo. Cuando te veo con Bakugo siento celos. Él te conoce desde niños, mientras que yo soy un chico que conociste en secundaria, tal vez esa es la razón porque soy tan posesivo, porque nunca consideré tener algo que me pertenezca, no hasta ahora.
Cuando te lo conté te reíste por una rato mientras que yo solo mantenía mi cara seria, me preguntaba ¿qué era tan gracioso? Y contaste que tú también te sentías así cuando estaba con Momo.
— Midoriya— llame tu atención—, no me gusta cuando estas con Bakugo.
— ¿Qué? ¿Por qué? — dejaste de hacer tu tarea mientras prestabas toda tu atención en mí.
— Siento algo raro— pose una de mis manos a la altura de mi corazón— aquí.
La cara de Midoriya se había puesto roja, como esa vez que comenzamos a besarnos.
Primero solo besos inocentes, nuestros labios se tocaban pero la temperatura fue subiendo llegando a que introdujera mi lengua en tu boca y ahora no puedo olvidar los sonidos que hacías. Para mi mala fortuna todo se fue al demonio cuando Tenya toco la puerta del aula fijándose como buen líder de la clase que nadie olvidase algo en ella.
— Creo que se lo que sientes, Shouto— Izuku se rascaba su nuca.
— ¿Así? ¿No es malo sentirse así?
— Bueno no es malo, uno se siente así cuando una persona te importa mucho y no quieres compartirlo, demuestra cuanto quieres a esa persona— explico.
— Ya es oficial, soy un novio celoso— te miro y sonrió sin dejar mostrar mis dientes.
— Ya que lo dices, creo que también soy un novio celoso— dice, logrando que lo observe intrigado esperando que siga hablando—. Porque me siento igual que tu cuando te veo con Yaoyorozu.
— Qué alivio si es así— empujo tu hombro con mi mano, sin llegar a lastimarte.
— Oye, no es lindo sentirse así— dices con una sonrisa.
Me acerco hasta llegar hacia ti y abrazarte por la espalda pasando mis brazos por tu estomago sintiendo tus abdomen marcado sobre tu remera de All Might.
— Te amo, Izuku— le digo mirándolo a sus ojos verdes, intentando comunicar todo lo que siento a ellos.
— Yo también te amo, Shouto— sin esperar más juntamos nuestros labios para moverlos a un compás lento, haciendo que me vuelva loco.
Me sorprende como a pesar de todo, me aceptas y me quieres como soy.
El ser aceptado por la persona que amas vuelve a todo más maravilloso.
.
.
.
Solo falta una razón y se termina.
Espero que estén disfrutando de las razones de Shouto.
Wildcat246