Triste Final

9. Alcohol

Fue mi amigo,

mi fiel anestésico.

Del cuál bebía para poder librarme

del peso de mi vida.

Fue entonces que llegaste tú, mi cielo.

Empezaste a ser tú mi anestésico.

Quitaste la botella de mi mano,

susurrando un:

«Te hace daño »

Vi tus ojos y no reflejaban pena,

sino que comprensión.

"¿Será que pasó por lo mismo?"

me preguntaba.

Y las respuestas con el tiempo se fueron

respondiendo.

Sin pudor ni vergüenza entregaste tu corazón

a éste fiel perdedor.



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En el texto hay: poesia, depresion, romance18

Editado: 30.06.2018

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