Triste Realidad

Primer día de clases.

Todo adolecente se va haciendo preguntas. Preguntas como: 
¿Quién soy? ¿Dios en realidad existe? ¿Esto es un sueño? ¿Por qué me ignoran? ¿Qué me pasa? ¿Por qué a mí? ¿Qué hice mal?

Core
-Ahss. -me quejé frunciendo el seño mientras caminaba- Todo esto me está volviendo loca, ¿qué voy a hacer? ¡No he hecho la tarea! -comencé  a correr por todo el pasillo hasta mi curso.

*¡Pum! -choqué con la maestra al entrar. Quedé estupefacta y lo único que pude hacer fue quedarme callada, mirándola mientras todos mis amigos me observaban en forma de burla.

-Buenos días, Core Guadalupe. -dice la maestra dirigiéndome la mirada. 
-Bu, Bu... Buenos días maestra. Di... Discúlpeme. -tartamudeo y bajo mi cabeza hasta llegar a mi pupitre.

-Hola Core. -me saludaron mis mejores amigas, Kamila y Yulissa.

-Hey chicas. -respondí con cara malhumorada sentándome y abriendo mi libreta rápidamente para terminarle la tarea a la vieja de mi profesora de Ciencias Naturales. Ellas se miraron con cara preocupante.

-¡Uff alfín le terminé esta bobada a la vieja! -minutos después celebré y justamente llega en ese instante. 
-Bueno, al menos  no te escuchó. -dijo Kamila y a carcajadas rió Yulissa.

-Entra la maestra- ¡Hey! ¡Ustedes 3 se me van separando pero ya! No quiero a nadie platicando y menos durmiendo en mi clase. -tocó la pizarra brúscamente haciendo despertar al chico sexy de mi clase. ¡Sí! El chico sexy de mi clase llamado Ángel. 
-Pe... Perdón maestra, no volverá a pasar. -él le contesta. 
-Ni en mi clase ni en ninguna, te estaré vigilando. -lo aterroriza.

Los minutos pasaban tan lentos, que no pude contener levantar mi mano y pedirle permiso para ir al baño. En serio necesitaba aire libre.

-¡Nadie va a salir hasta que suene la campana! No me interrumpa señorita Newman o le pondré castigo extra. -me amenaza.

-¡Ahss, odio mi nombre! -pensé y todas las chicas "populares" rieron y la que menos soportaba dijo en forma de burla- -¡Core Guadalupe Newman Guerrero tiene que ir al baño! 
-Hahahahaha... -rieron todos y antes de poder decir algo mis amigas me taparon la boca.
-¡Número 3 se ganó castigo hoy después de salida! Llamaré a sus padres. -dijo la maestra.

-Al parecer no es tan boluda esta. -sonreí por unos segundos.

*¡Trrrrr! -sonó la campana.

Salimos todos a almorzar. Esa fila era terrible y pues no costó más que hacerla. Luego de almorzar, pasamos mis amigas y yo cerca de Ángel nerviosas.

-Entramos al curso y gritamos saltando como locas- ¡Ahhhhh! ¡gkhsskgudhgddvgdgf es tan lindo gjfgjgshg es mio! fjfgjgdgjf ¡ahhhh lo amo! Fjfjhgdd que guapo, me lo como djfjfsjgjf. -sólo se escuchaba eso.

Pasaron las clases y alfín me fuí caminando a casa. Estaba  súper cansada. Llegué, subí las escaleras y me fui directo a mi dormitorio, tirando la mochila y acostándome en la cama desabotonándome la camisa.

-Guadalupe, ¿cómo te fue? ¿tienes hambre? -se apoya de la puerta e interpela. 
-¡No, mamá! Estoy cansada. Me dormiré. Bendiciones.

Horas después me levanté y me di un baño para salir a montar bicicleta.
Bajé a la cocina y comí un poco de la comida tan rica que prepara mi madre.

-¿Para dónde vas, estúpida? 
-No te importa, tarado. -respondí sin humor. 
-¡Mamá! Core va a salir sin permiso. -hulle gritando.

Sí, él es mi hermano mayor Diego, el webon de la casa.

Corrí hacia el cuarto donde estaba mi madre y le pedí permiso como chica buena que soy. Salí de la casa y me fui a montar un rato sola al parque. Una hora después me tuve que regresar porque anochecía.

-¡Hola hija! -me topé con mi padre. 
-Hola papá. -le respondí dándole un gran abrazo.

-¡A cenar! -Mi madre nos exhorta.



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En el texto hay: amor dolor y muerte

Editado: 25.03.2019

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