Triste Realidad

Noche fiestera.

*¡Trrrrr! ¡Trrrrrrrrrr! -sonó mi reloj. 
-¡Ay! -grité. 
-¡A desayunar! Despierten. -gritó mi madre y yo la seguí- -¡Queremos dormir!

Al escuchar unos pasos cerca de mi dormitorio salté de la cama y me fui a duchar. Luego mientras me cepillaba, miré la hora de mi celular. 
-¡Mierda, llegaré tarde!

Ese día tocaba Ed. Física, así que me tenía que ir bien cómoda.

Me puse unos pantalones por la rodilla, una camiseta y mis convers. Cogí la mochila y bajé las escaleras. Cuando  iba a dar el último paso, mi hermano me tiró al piso lastimando una de mis 
muñecas.

-¡Mamá! Mira lo que tu ignorante hijo me hizo. ¿Ahora cómo voy a escribir? -sonreí al ver la cara de mi mamá. 
-Este ya la cago. -digo en mi mente.

Mi madre tenía una férula y me la hizo poner para no lastimarme más, para luego ir al doctor. Junto a la férula me escribió una excusa pues ya era tarde. Me fui corriendo al instituto hasta llegar a la dirección. Cuando llegué me topé con el coordinador.

-Señorita Newman, ¿y usted por aquí tan tarde? -me reprocha.

-Bu, Buenos días, direc...coordinador. Mil disculpas, es que ocurrió un accidente y por eso estoy tarde. Mmm, tenga. -desesperada le di la carta y me fui para la clase.

Las chicas me llegaron a ver y corrieron hacia mi preguntándome ¿qué había pasado?

-Pues, ¿quién más? El ridículo de Diego me tiró al piso y me lastimó.
-Ojalá que no este lesionada. -deseó Yulissa.
-Estarás bien. -afirmaron con seguridad Kamila y la inteligente de Brook.
-Sí, gracias. -bufé.

Pasaron las horas y me dieron un receso para guardar mis libros. Yo sentía a alguien atrás de mi y cuando volteé, Ángel me dirigió la mirada mordiendo sus labios tan rojos y mojados.

-Hola Core. -dijo- Me preguntaba si hoy harás algo en la noche. Es que estaré aburrido e invité a algunos amigos a mi casa. Si quieres ir, hoy a las 8:30 p.m.  te estaré esperando. Ya sabes donde vivo. -me guiña el ojo.

-Sí. Sí iré. -me sonrojo y le agradezco.

Me fui a casa muy feliz. Llegué y  me dirigí a mi recámara para buscar algo sexy que ponerme y llamar a mis amigas.

-¡Ahhhhh, ya tengo la nueva! Tengo tanta suerte.

-¿Qué pasó, amiga? 
-Habla. 
-Pues, me encontré a Ángel mientras guardaba mis libros y me invitó hoy a su casa. 
-¡No-puede-ser! Amiga, que suerte tienes. 
-Sí, de seguro hoy hacen sus cositas. -se emocionó Yulissa.
-¿Cómo crees? Yo iré paso a paso.  -dije.

-Hija, cámbiate para ir al doctor. 
-Ahsss, verdad que hoy es mi cita. -me preparé y salí de mi dormitorio cuando veo a mi hermano riendo en el pasillo.

-¿Y tú de que te ríes, estúpido? ¡Me vengaré, ya verás! -le amenacé mientras bajo las escaleras y me monto en la Jeepeta.

-Llegué de la cita con buenas noticias. -sorprendo a mi papá. 
-Me alegro de que te halla ido bien -dice.

Me fui a mi recámara y me alisté, llegué emocionadísima a la casa de Ángel.

-Esto no parece una reunión, esto es una fiesta. Creo que esta no es la casa. -me confundí.

Me abrieron la puerta y todos estaban alocados. La fiesta siguió por horas. De pronto Ángel se subió a la mesa con un micrófono.

-Mi gente, espero que la estén pasando bien, ahora le tengo una sorpresa a mi adoradísima amiga, Core. -dice todo borracho.

Me sorprendí y fui atrás de él, sonriendo mientras todos aplaudían, creí que estaba soñando.

Me subió a la mesa y el se bajó.  Cuando llegan unos grandulones con unas latas de pintura. Antes de poder bajarme ellos me la tiraron aruinando mi vestido de lentejuelas y mis convers.

-¡Ahhhhh! -grité enojada, yéndome de la fiesta, maldiciendo mientras todos reían.

Llego a casa.

-¡Hahahaha! -rió mi hermano,  preguntando ¿qué había pasado? Yo lo empujé y me fui llorando.



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En el texto hay: amor dolor y muerte

Editado: 25.03.2019

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