Trocitos de sociedad

Aunque sé que tu novio no soy

El primer pensamiento que tengo por la mañana no es nada más que la bella forma  de tu rostro y la profundidad de tus ojos de un color extrañamente atractivo. No puedo evitar desposar una perezosa sonrisa por esos pequeños detalles que son capaces de alegrarme la mañana más tormentosa.

Por más que jures que nadie se fija en ti en tu instituto, estoy seguro que eres la chica ideal que muchos de tus  compañeros desearían tener como novia, atrapas la atención de muchos chicos sin siquiera darte cuenta. Aunque sé que no soy tu novio, no puedo evitar sentirme celoso.

Me pregunto si aceptarías salir conmigo el día en que pueda decírtelo correctamente, ¿crees  que te desencantes de mí en el futuro? Tengo miedo de que suceda eso y no haberte pedido ser mi novia, pero mientras siga enamorado de ti, pronunciaré tu nombre, acompañado de tímidos o atrevidos piropos, junto a promesas que no dudaré en cumplir y sin hacer a un lado las lágrimas de felicidad que brotarán de esos  lindos ojos verdes azulados o grisáceos, que tanto atrapan mi atención.

Mi corazón late tan fuerte y mi pecho duele cuando recibo una llamada de ti. ¿Por qué me  encantas tanto? 

Nace en mí un fuerte deseo de saber cómo sabrán tus labios el día de hoy o lo hermosa que debes lucir en este momento. 

Me preguntaba si en un futuro podría ser la persona más afortunada del mundo en verte despertar por las mañanas.

Sé que muy inseguro soy, por favor, no dejes de enamorarte de mí.

Tengo que confesar algo:  cuando salgo de compras por la ciudad, casi siempre encuentro  algo que creo que te haría lucir más hermosa de lo que eres o que creo que te serviría, mis mejillas se pintan de rojo al imaginar tu linda reacción y no puedo evitar querer cumplir esa  cursi fantasía. Aunque sé que no soy tu novio, ¿crees que el beso o el tierno abrazo que imagino puedas corresponderme? Tal vez respondas orgullosamente como siempre lo haces, es linda aún así esa respuesta.

Tal vez no abandones tus sentimientos por mí, pero de otra cosa también tengo miedo; de tu repentina desaparición. Si tú te vas otra vez, creo  que moriré de amor. Me asusta el simple hecho de no conversar contigo un día o toda la tarde, porque pienso que pudo haberte pasado algún accidente y yo, tu fiel enamorado,  fui incapaz de salvar a mi princesa.

Aunque sé que no soy tu novio, eres el único nombre que menciono cuando me preguntan quién es la persona que me gusta. Aunque sé que no soy tu novio, por apodos de pareja nos llamamos. Aunque sé que no soy tu novio, los dos nos tratamos como si saliéramos. 

¿Cuándo fue el momento en que las cosas son así? ¿Cuándo fue que el amor entre nosotros   dos floreció?

Es como si fuera ayer el día en que parecías imposible, negando el amor como te era de costumbre, qué difícil fuiste siempre. Tal vez por mis intentos de llamar tu atención fueron  los que crearon la primer chispa de amor para ti. 

Aunque sé que tú novio no soy, una respuesta sin palabras ya no necesito para comprender que puedo serlo.



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En el texto hay: tristeza, amor, amor nocorrespodido

Editado: 17.03.2022

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