Últimamente actúas un tanto extraño, incluso tu mirada te delata; sé que no quieres contarme directamente todavía y yo me muero de curiosidad por saber. ¿Qué tan malo puede ser? No quiero vivir con indirectas.
Se trata de un nuevo amor, ¿verdad? Te conozco perfectamente, actúas como si estuvieras enamorada.
¿Luce más apuesto que yo? Siempre solías hacerme cumplidos, aunque no nos viéramos más. Me pregunto si haces lo mismo con él.
¿Tienen una mejor historia de amor que la que nosotros escribimos ayer?, Por favor, miénteme y dime qué no es así, dime que nuestro antiguo romance es mejor que cualquier otra película cliché de amor.
¿Es un estudiante como tú? ¿O lo conociste en esos eventos asiáticos que tanto te fascina ir con una amiga nuestra?
Debe haber chicos de tu tipo en esos lugares más que en tu instituto.
¿O es el chico que su insistencia te provocaba un dolor de cabeza? Me muero de celos por él. Quiero ser tu único dolor de cabeza.
Tengo que serte sincero. Tus suspiros por ese hombre me dejan sin oxígeno.
Creo que he perdido todo.
El lapso del tiempo también te cambio.
Ahora te arreglas como una bella flor para ver a tu gran amor, ¿Por qué no
hacías eso conmigo? Éramos tan inmaduros que nos sentíamos atrevidos haciendo eso.
Tengo tantas preguntas en mente que quiero hacerte a ti y a tu nuevo amado.
¿Me has olvidado? Porque creo que yo todavía no lo hago. Te extraño como no tienes idea.
¿También es malo en matemáticas? Quiero ser el único idiota en tu vida al que tengas que explicarle las divisiones que evidentemente sé hacer a tus espaldas.
¿Tienen los mismos gustos? Veo que ya no te gusta lo mismo que cuando te conocí.
Como daría todo para volver a recuperarte.