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Tratar de asimilar que una chica de tan sólo 19 años pudiera ser todo lo que mis oídos escucharon "Eres una dividida" que significaba exactamente, no es como un tipo de fauno o un centauro si no un humano con sangre de "Demonio" básicamente me dijeron que era el experimento del experimento, sólo existían dos en todo el mundo y uno de ellos era mi padre.   

-Espero que mi invitado llegue pronto- Dijo mi madre           
-¿Para qué lo necesitamos si ya me lo has dicho todo?- Mire incrédula a mi madre sin poder comprender del todo         
-Aun hay más que contar- Tocaron el timbre- Yo iré- Se levantó y sólo crucé los brazos esperando ver el rostro de esa persona, vaya que me lleve una sorpresa        
-¿Qué haces aquí?- Dije e intente levantarme
-Tu madre me llamo- Contesto acercándose   
-¿Porque tú?-         
-¿Ya se conocían?- Pregunto mi madre sorprendida
-Ok, ok. Mamá, esto es demasiado, basta de estar inventando ese tipo de cosas- Me levante como pude y me dirigí a las escaleras  
-Creo que aún no comprendes muy bien, no eres tan inteligente después de todo- Dijo y lo mire    
-Cállate- Susurre- Que estúpido es todo esto, creo que ven demasiadas cosas en televisión para tener que inventar esto-   
-De acuerdo, vemos muchas series como tú dices pero que explicación hay de que tu madre me llamara-        
-Yo que sé, tal vez te conocía de antes o no sé, no me importa saber- Dije mientras subía las escaleras poco a poco      
-Hija, sabía que aún no era tiempo- Dijo decepcionada       
-No mamá, no era tiempo ni el momento de decirme esas cosas tontas-
-Pero todo es verdad, desearía que tu padre te lo hubiera dicho- Cuando menciono eso me quede inmóvil          
-Pero no está mamá- dije y una lagrima recorrió mi rostro- El murió, ya supéralo- Después de guardar silencio un poco recapacite lo que dije- Mamá, lo siento. Es que esto es demasiado... disculpa- Me senté en la escalera          
-Hay muchas cosas que tienes que saber de ti-         
-¿Enserio?- Dije sarcástica- Intentas decir que ¿tú sabes más que yo de mí?- Lo mire enojada        
-Te hemos vigilado desde pequeña-     
-Y ¿cuántos años tienes? 100, 200 o 500 tal vez-      
-Casi... tengo 25 años- Al escuchar eso me sentí un poco tonta- No soy inmortal         
-Si claro, y yo puedo volar-          
-Técnicamente puedes, pero nunca he visto hacerlo a tu padre así que no puedo asegurarlo- Sonrió y desvié la mirada  
-Ok, digamos que tienes 25 años ¿Qué cargos haces en la Universidad en 5 semestre?-      
-¿No has oído que nunca es tarde para aprender?-  
-No aplica contigo- Me irritaba que intentara ser gracioso    
-Aun no comprendes las cosas- Se acercó a mí y me levante        
-JOHN!- Grite- Si es que ese es tu verdadero nombre-         
-Es mi seudónimo- 
-Vaya, gracias por la información, digamos que es cierto todo eso ¿Por qué los años pasan en mí?-           
-Como antes dijo tu madre o supongo que lo hizo, sólo existían dos personas así, tu padre y tú, ustedes son humanos totalmente sólo que todo lo llevan dentro que siempre pasarían desapercibidos, pero te repito, no soy inmortal-          
-O sea podría matar a alguien y no se notaría?-         
-Yo diría que alguien como yo te podría ver y jamás pensaría que eres un...-     
-No lo digas- Dije- parece que soy animal-      
-Claro- Dijo John    
-Que dijiste? Crees que soy un animal?- Replique   
-Yo nunca dije eso- Me miro        
-Claro que si textual "Lo eres básicamente" eso dijiste-        
-Nunca lo dije, no hable más allá de una afirmación-           
-Tu lo escuchaste mamá- La mire y ella lo negó         
-Lo pensé y estuve a punto de decirlo antes de que hablaras, no hay forma de negar todo que decimos, tu eres así desde que naciste, debes aprender muchas cosas-Dijo y se acercó aún más a mí- Yo te ayudare-  
-Aléjate- susurre- Ni siquiera te conozco-        
-Tu padre...- 
-No lo menciones- Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas
-Él ordenó que se te cuidara, allá fuera hay muchas personas que quieren matarte, aún no sabemos por qué-        
-Y ¿ahora resulta que tengo enemigos?-         
-Si "básicamente"- Hizo comillas con sus manos. Me encerré en mi habitación y ya no quise saber nada más.    

Tras mi recuperación en cama, regrese a la escuela y como era de esperar, John estaba ahí.          
-Parece que te has recuperado- Se acero a mi asiento        
-Es muy obvio para que preguntes- Dije indiferente  
-Cierto-
-Porque aún estás aquí?- Pregunte y se acercó a mi oído   
-Debo protegerte-   
-¿Protegerme de que?- Lo mire y quedamos frente a frente            
-Tu sabes de lo que habló o acaso me aras mencionarlo?- Sonrió y se alejó un poco 
-Me estas amenazando?- Susurre         
-Claramente eso hice- Sonrió sentados en su lugar 
-No hay necesidad de estar aquí-          
-Claro que la hay, no puedes defenderte sola- Hizo una pausa- Aun, además... Te ayudare así que no te hagas la importante-
-No-Respire hondo- Podemos hacer un trato- Me miro curioso- Puedes venir a la escuela por mí y llevarme a casa, no quiero estar contigo en el mismo salón-          
-Lamentó decirte que no se podrá, además desde que te lastimaste y faltaste soy el cerebrito de la clase, no dejaré que me robes ese título-         
-No lo eres “cerebrito” - Hice comillas- Haz lo que quieras sólo no seas tan obvio, no te acerques tanto a mí-    
-No hagas comillas-          
-Tu empezaste con eso- Replique         
-Enserio- Sonrió- Bueno, está bien mantendré mi distancia, pero no me alejare- Miro al pizarrón- Por cierto, tomaré tu palabra de acompañarte a casa-      
-¿Qué? ¡No!- Grite y mis compañeros me miraron     
Suspire y agache la cabeza, las personas se aferran a estresarme la vida.        

Caminamos juntos hasta mi casa, aún tenía esa sensación de que alguien me miraba a lo lejos, debo admitir que fue incómodo para mí por dos razones: No le hablaba y el tampoco. No era que me cayera mal, sólo que me hacía falta tratar lo un poco más... Y segunda, sentía que podía leer mis pensamientos
-Y que harás esta tarde?- Pregunto       
-Tarea y ponerme al corriente- Dije sin mirarlo
-¿Te puedo ayudar?-        
-No gracias, puedo hacerlo sola, ya ayudas bastante-          
-Vamos... no me trates así- Me miro       
-Cómo?- Lo mire     
-Indiferente, sabemos que esto es por lo que paso-  
-Solo tienes que cuidarme y ya- 
-Y tu punto es?-      
-Que no quiero que me ayudes, suficiente tengo con verte en la escuela ahora también en mi casa...- Antes de terminar la oración mi madre me interrumpió       
-No seas grosera- Lo miro- Te invito a comer-
Él sonrió y aceptó, yo hice un gesto despreciable, parece que la tortura Seguirá esta tarde.  
Cuando terminamos de comer subí a mi habitación y deje a John con mi madre.         
-Pudo entrar?-        
-Ve con mi madre- Dije indiferente        
-No te pongas celosa-       
-¿Celosa?- Lo mire- Por favor, deja de decir estupideces-   
-Bueno, pasaré de todas formas ¿ya terminaste la tarea?-  
-No, es bastante- Dije susurrando- Pero podré terminarla rápido, tu deberías hacer lo mismo- Mencione sin mirarlo        
-No lo creo, no me sirven esas cosas, todo está aquí- Se señaló la cabeza- Así que... tocas la guitarra-           
-Deja mis cosas- Dije parándome a su lado     
-Nunca te vi tocarla- Dijo mirándome- Hace cuanto lo haces, no recuerdo verte con ella-       
-Me la regalo mi padre hace tres años- Dije y agache la cabeza- El me enseñó a tocarla-       
-No hay razón para ponerte triste, mejor ven- Tomó mi mano y nos sentamos en la cama- No sé hacerlo bien pero are un intento-           
Comenzó a tocar la guitarra, nada fuera de lo normal, cuando comencé a escuchar su voz fue una sensación extraña dentro de mí, era tan clara aquella voz, un poco de gis en su voz era perfecto. Me perdí completamente en su canto.  
-Y... ¿qué tal? -       
-Fue perfecto-          Dije con una tímida sonrisa         
-¿De verdad?-Pregunto y yo asentí con la cabeza    
-De verdad, no creí que fueras tan bueno-      
-Gracias- Nos miramos a los ojos un momento hasta que reaccione
-Deberías irte- Lo jale y lo llevé a la salida, me encerré de nuevo.