CATALINA POV'S:
Almendra y yo compramos varios conjuntos hermosos y que combinaban muy bien para la escuela, ya que asistíamos sin necesidad de llevar un horrible uniforme puesto. Era lo bueno de volver a la South School.
Aparte de la ropa, compré una mochila que me encantó apenas la vi, era de un color no muy llamativo, pero a mi gusto.
Mi mejor amiga y yo decidimos descansar un rato luego de recorrer casi todo el centro comercial en busca de hermosa prendas.
Mamá prefirió quedarse un rato más con la tía Sofía en la cafetería. Así que me había dejado con Luigi, el chofer de mi padre y quien me estaba cuidando. Bueno, a mí y a Almendra.
—Catalina, ¿cómo crees que se ponga Valentina cuando te vea? —preguntó mientras caminábamos y comíamos helado.
—¿Valentina? —giré el rostro para ver mejor a mi amiga—. Ella me hizo mucho daño, pero ahora no creo que le importe —dije restándole importancia.
Una parte de mi tenía miedo de volver a verla. Pero no iba a dejar que una chica que me había hecho daño mandara a la basura toda la seguridad que había adquirido. Además, ya llevaba rato meditándolo y había tomado la decisión de perdonar a Valentina.
—Ni creas, ella sigue siendo la misma fresita —dijo enredando unos cuantos cabellos en su dedo, tal y como lo hacía Valentina. Era como nuestro código para hablar de la "chica más popular de la escuela"— Pero... Ahora no dejarás que te trate como antes, ¿verdad?
—Almendra, si algo aprendí es a perdonar a la gente y para mí, Valentina ya está perdonada —dije mientras terminaba mi helado de vainilla
No quería seguir con algunas cosas del pasado.
Iba a volver a mi antigua escuela, pero eso no significaba que quería volver a la misma vida de antes. Catalina versión insegura quedó en el pasado al igual que mi odio por Valentina, o al menos, eso quiero creer.
Perdonarle lo que había hecho conmigo años atrás era el primer paso para iniciar una vida nueva, pero con mis amistades del pasado. Por más paradójico que suene.
—¿Entonces serás la popular? —siguió mi intrigosa amiga.
—No, ni popular ni fresita. —niego al instante moviendo la cabeza de un lado a otro—. Seré la misma Catalina que conoces solo que no permitiré ningún daño en mi contra. Ahora soy segura de mí y nadie me va a pisotear —dije mientras llegábamos a la salida.
—¿Ya nos vamos, señorita? —preguntó Luigi al ver que nos dirigíamos al estacionamiento.
—Sí, vamos a casa de Almendra. Pero antes... Llámame Cata, no quiero formalidades conmigo. —Mi comentario provocó que una leve risa saliera de la boca de Almendra—. Por favor —agregué con cara de inocente.
—Está bien señ... Cata —dijo Luigi mientras subíamos al auto.
Lo logró.
Sabía que estaba acostumbrado como forma de respeto a llamar así a casi todos, pero creí que era mucha formalidad y yo, a veces, no soy para nada formal.
[...]
Al fin domingo llegó. Ahora solo quedaba un día antes del primer día de escuela.
A veces suelo ser muy impaciente. No me critiquen, pero realmente quisiera que sea lunes.
Eran las nueve de la mañana, si no me equivoco y me levanté por el canto de los pája.... Esperen, en realidad no.
Estaba de lo más dormida cuando escuche un estruendoso grito que generó que sea inevitable el despertarme. Al inicio me asusté demasiado ya que había tenido una pesadilla. Pero rápidamente salí de mi habitación para saber el porqué del grito que había escuchado.
Fui a la habitación de mis padres, abrí la puerta y.... Nadie.
Fui a la habitación de Robert y.... Nadie
Fui a la habitación de Beily y.... Todos estaban ahí.
Por la escena que observé, mis padres se habían despertado recientemente. Lo supe de inmediato porque papá llevaba el cabello despeinado y mamá estaba con la cara a medio maquillar.
Así que deduje:
Robert habría despertado a Beily tirándole globos de agua, una costumbre que tiene mi hermanito. Con el grito, mis padres se levantaron y en vez de regañar a Robert, lo que se consideraría lo más "normal", lo que hicieron fue llevar harina y embarrárselo a Beily en la cara.
¿Cómo lo deduje?
De hecho no lo hice, solo que ahora mamá está contándome todo lo que sucedió a detalle.
—Entonces... ¿Qué piensas? —preguntó Beily cuando mamá terminó de hablar.
—¿De qué?
No entendía a qué se refería. Estaba más concentrada en tratar de no reírme en su cara por lo embarrada que estaba.
—¿En serio quieres vivir con estos maniáticos? —inquirió provocando risas de mi parte.
—¿Maniático? ¿Yo? —preguntó con tono burlón—. Al menos yo no grité como loco cuando me enteré que Justin Timberlake iba a dar un concierto —dijo mi padre y empezó a imitar la reacción de Beily.
—Fue el único al que no pude ir gracias a que hiciste un show afuera del estadio —Beily se mostró enfurecida.
—¿Qué querías que hiciera? ¡Un pájaro me orinó encima y querían que esperara tres horas para ver a ese tal Justin!
Empecé a reírme exageradamente al recordar aquel día. Papá hizo un escándalo. Qué mal que los medios no estuvieron presentes, porque de haber salido en los periódicos eso habría sido más épico.
—Ella en serio es una maniática —dijo mi hermana ante mi exagerada risa.
—Por algo nos entendemos —la miré burlona provocando que papá ría conmigo.
—Olvida el plan de escapar juntas, lo haré yo sola —bufa y se va a su habitación a limpiarse.
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¡Nuevo cap! ¿Les gusta? Adivinen cual es el capitulo que sigue... ¡EL PRIMER DIA DE CLASES!