Ha pasado una semana desde que Julio terminó con Ana y todavía su estado de ánimo y su mal humor no ha mejorado, sigue irritable y además, como mucho trabajo, por eso mantiene a Pedro ocupado hasta el cansancio, parece que la rabia que siente por la traición de Ana, lo está pagando con él, pero no da su brazo a torcer en ese asunto, así que no hace el intento de hablar con ella y arreglar el malentendido. En ese momento, está hablando con el empresario Alfredo Lineros, que estaba buscando la máxima pena para un empleado que le había robado mucho dinero, cuando en eso entra una joven delgada y con mala cara.
- papá, tienes que dejar de apoyar a ese rector de pacotilla, porque les hace favores a sus alumnas y se acuesta con ellas, ¡imagínate, un rector de universidad! Ahora tiene como amante a una puta roba novio, es la que se le metió a mi novio por los ojos, figúrate.
- Jaqueline, basta – la regaña el señor – estás en el despacho del Fiscal, respeta el lugar, niña.
- pero papi, tienes q… - su padre la interrumpe cuando le entra una llamada al señor y él se disculpa con Julio, para contestar.
- ¿sí dígame? Era el rector de la universidad – sí – siguió escuchando y la expresión de su cara cambió a una de felicidad – ¿de verdad? ¡Es un milagro y una gran noticia, que este año se lleven la medalla de calidad! – movía la cabeza como el perrito que colocan en los taxis – Cómo se llama la joven con esa inteligencia, una súper-genio? ¿Lucía Fernanda Benavides? – mira a Julio con el ceño fruncido, ya que se apellida como esa chica. Muy bien quiero conocerla, porque tendrá el mejor regalo que haya tenido en su vida. Muy bien. Adiós.
- ¿Qué sucede con mi hermana? Preguntó julio – la chica que acaba de nombrar.
- ¿ella es su hermana? Preguntó asombrado el señor, confirmando sus sospechas.
- sí. Ella es la menor de nosotros, ¿Qué pasa con ella? No entiendo
- es que era el rector de la Universidad Cooperativa de Colombia, me acaba de confirmar que, a través de esta joven, la universidad se acaba de ganar la medalla de calidad en las pruebas ECAES.
- no puede ser, a mí hermana le faltan cuatro semestres para terminar la carrera – dijo Julio que no entendía nada, aunque pensándolo bien, podría ser.
- ¡esa es la perra que me robó a mi novio – de la joven escuálida
- has el favor de respetar a mi hermanita – le dice Julio rabioso.
- cállate Jaqueline, no sabes lo que dices – la regaña el señor
- no papá, ella es la que se acuesta con los profesores, para que le pasen el semestre y por ese motivo ha presentado esas prue…– grita ella fuera de sí. Julio se le abalanza para zarandearla, pero el señor Lineros, lo hace primero y le da una bofetada.
- te he dicho que te calles, largo de aquí – se vuelve hacia Julio y le dice – disculpe, señor Fiscal, mi hija se ha desquiciado después que Roberto le terminó y culpa a todo el mundo.
- ¡espere un momento! ¿Ella era la exprometida de Roberto Montemayor? ¿La que apuñaló a mi hermana? No puede ser. ¡ella intentó matar a Lucía Fernanda!
- ¿esa era la misma joven? No sabía nada, de verdad – dice el señor todo compungido y preocupado –
- ¿sabe que ella puede ir a la cárcel? ¿verdad?, porque yo puedo hacerlo – le aseguró Julio y ahora pensándolo bien, estaba enojado con Fer por esconderle que iba a presentar esas pruebas – y lo voy hacer, ya verá, ahora, ¿me puede hacer el favor de retirarse? – le ordenó enojado – tengo cosas más importantes que hacer. - El señor se marchó cabizbajo y asustado, porque conoce bien a la familia del Fiscal, era una familia muy pudiente y tenían muchos contactos, no lo puede creer que su hija se haya metido con un miembro de esa familia, y ¿ahora que iba hacer?
Julio llama a su asistente y le dice que se encargue del despacho, mientras va a la casa de sus padres. Se sube a su coche y se dirige hacia la avenida Libertador, en eso se le viene a la mente una chica de ojos verdosos y piel trigueña que lo tiene loco desde que la conoció, habían tenido un altercado y había decidido arreglarlo, pero eso tenía que esperar, tomo una ruta alterna, porque había mucho trancón y ya estaba entrando al barrio donde vivía sus padres; al llegar voy estacionado el auto de Roberto, él y Fer, que estaban entrando a la casa, pero al escuchar un coche, se detienen a mirar quién era, dándose cuenta que era él, lo esperan en la entrada.
- ¡vaya! A ti era a quien quería ver – le dice Julio mirando a su hermana – Lucía Fernanda Benavides Maldonado, ¿Cómo es posible que me haya enterado por ese señor, ex suegro de Roberto que te acabas de ganar las pruebas ECAES? ¿Por qué no me lo dijiste?
- ¡Julio! ¿Por qué lo supiste tu primero que yo? – se le acerca Fer y le dice – no dije nada, porque no estaba segura de pasar esas pruebas – le dijo con cara de vergüenza – perdóname, mi príncipe, pero estaba nerviosa cuando el rector me dijo que me había inscrito – hizo un puchero y se le salieron las lágrimas
- Julio, no la atormentes más – dice Roberto – yo le dije que les explicara, pero la comprendo, ella apenas es una chiquilla, así que es mejor felicitarla que regañarla, ¿no? – concluyó él
- Es verdad, ven – y la carga dándole una vuelta – muchas felicidades, mi princesa hermosa, pero si soy tu príncipe, ¿Por qué no confiaste en mí? Y puede ayudarte. – dijo el dolido.