CAPÍTULO NÚMERO QUINCE

Se estaba acercando muy rápidamente el matrimonio de Lucía Fernanda, y Julio no se sentía con muchos ánimos, para fiestas y estaba pensando en no asistir, pero si no iba, Fer lo mataba, ya que él era su hermano favorito y su príncipe como ella y Sofi le decía. Toda esta duda y desánimo, se debía era a Ana. No dejaba de pensar en ella, la tenía metida en el alma, cada vez que pensaba en ella, su corazón saltaba, pero estaba dolido por su traición.

Estaba en su apartamento, recostado en el barandal del balcón, mirando hacia la Sierra Nevada, se veía tan hermoso esos picos recubiertos de nieve, sintió que su celular timbraba y miró hacia el único mueble que se había salvado cuando destruyeron sus cosas. No había dejado que le repusieran ningún objeto, ni el comedor, televisión de pantalla gigante, menos mal que su portátil no estaba ese día. Fue hasta la mesa y tomó el celular, miró que era su padre.

- Hola papá, ¿Cómo está? – preguntó

- hola, hijo, bien gracias a Dios, pero estoy un poco preocupado – dijo el señor Joaquín – necesito hablar contigo Julio, quiero que vengas a la casa

- ¿es muy urgente, papá? – no estaba de humor para salir

- Sí. Quiero consultar algo contigo sobre la luz… -  anda, papá cuando ve que hay problemas en la familia, hace análisis sobre ese don maravilloso que tiene.

- está bien, ya salgo para allá – le contesta Julio y toma sus llaves y sale de su apartamento.

Cuando llega a la casa de sus padres, encuentra su madre en jardín delantero, regando las plantas.

- Hola mami, bendición – se acerca a ella, la abraza y le da un beso en la mejilla

- Dios te bendiga, hijo – la señora Yolanda sonrío feliz al ver a su hijo mayor – te estábamos esperando, entra, tu padre está en la biblioteca que yo voy con bebidas para refrescarnos. – entran a la casa y la señora le pone seguro a la puerta y se dirige a la cocina. Después de llevar una buena merienda, se dispusieron a hablar y resolver algunas cosas que no tenían claras sobre el poder Benavides, así que se la pasaron todo el día, fortaleciendo cada punto que debían tener cada uno de los miembros de la familia.

- En la próxima reunión, necesito que estén todos, he descubierto que cada uno ha descubierto su poder, así que los necesito a todos.

- y ¿Cuándo es eso, papá? – pregunta Julio, imaginándose la respuesta de su padre.

- en unos seis meses más o menos, ya que debemos esperar ese tiempo después del matrimonio de mi primer hijo – mirando a Julio intensamente.

- Pero yo no voy a casarme todavía, papá – protestó Julio – además, la primera que se casa es Lucía Fernanda, que es la última de sus hijas.

- por eso digo, ella es la primera que se casa – dijo misteriosamente el señor Joaquín sonreído – claro que no es por eso, ya que él sabe que pronto Julio va arreglar sus problemas con Ana y puedan formar esa linda familia que ha visto en sus sueños, aunque esa chica no va a dar su brazo a torcer. – así que debemos preparar todo para esa reunión -  salieron de la biblioteca hacia la cocina, donde la señora Yolanda tenía la cena ya preparada.

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Hola amigos lectores, ¿Cómo han estado? Espero que bien y se estén cuidando y protegiéndose como es debido en esta pandemia.

Espero también que estén leyendo esta historia y les esté gustando. Estoy un poco atrasada, debido a que he tenido algunas molestias, pero aquí les dejo un pequeño capítulo.

¿Qué opinan sobre la historia? ¿hacia dónde va? ¿Cuál será el secreto que tiene la familia Benavides? ¿Cómo va a resolver Julio el problema que tiene con Ana?

Opinen, por favor, para así, poder ver cuáles son los puntos que debo tener para corregir y plantear las situaciones que puedan ocurrir de ahora en adelante en esta historia.

Un saludito desde la distancia.

Zenyas.