Pasaron los días y a Loki se le pasó el enojo que tenía contra mí por casi morir dos veces en el mismo día, la relación entre él y yo mejoraba de nuevo, obviamente él seguía siendo sarcástico y egocéntrico a veces, pero yo también empezaba a comportarme igual que él, con Thor las cosas eran iguales, él era más tierno y yo me portaba como una buena amiga, claro que era amiga de los dos, solo que Thor era un amigo más sincero y a quien contarle mis problemas, sin embargo, ya no lo veía muy seguido, él tenía que hacer sus misiones para demostrar que era digno del Mjölnir, que le daba el derecho de gobernar Asgard como un buen rey.
Este era uno de esos días en que Thor se fue por días, su segunda misión de prueba, lo extrañaba, ya que cuando estaba sola, él se acercaba a hablarme de cualquier cosa que se le ocurriera en ese momento, hice lo de siempre y me fui a entrenar con Sif y los tres guerreros, Fandral siempre se acercaba a mi para explicarme cómo agarrar cada arma, esta vez entrene con el arco y flecha, para la cual él se acercó, decía que debía bajar los hombros y poner la mano que sostenía la flecha a la altura de la boca además de no tensar las brazos y así logré dar en la diana perfectamente.
- ¡Vaya! Eres impresionante, creí que no sabias manejar el arco y la flecha – dijo Fandral impresionado y con una sonrisa encantadora.
-Nunca dije que no sabía, solo que había perdido la práctica – le sonreí de vuelta.
-Creo que alguien no está muy feliz de que seamos buenos amigos – susurró Fandral en mi oído, mientras miraba en dirección a Loki que hasta hace un momento estaba lanzando cuchillos hacia una diana, pero ahora nos miraba enojado.
-Él siempre tiene esa expresión, no te preocupes – trate de calmar la tensión de Fandral.
Fandral se alejó y yo seguí lanzando flechas para concentrarme en retomar la agilidad que yo tenía con esta arma, todas en el blanco, ya estaba recordando mi manejo. De repente antes de que lanzará mi última flecha, un cuchillo se clavó en mi diana y miré a Loki, quién sonreía como si hubiera ganado una discusión, me acerqué a la diana y saqué el cuchillo para entregárselo de nuevo mirándolo impacientemente. Volví a respirar y prepare la flecha en el arco, respire y lancé la flecha, pero antes de que llegara a la diana Loki lanzó el cuchillo y corto mi flecha a la mitad, bajé el arco con impaciencia y miré a Loki otra vez, quién sonreía con superioridad, me dirigí a él y tomé uno de los cuchillos apuntándole.
- ¿Tienes algún problema conmigo, Loki? – pregunté enojada.
-No lo sé ¿Qué tal si le preguntas a Fandral? Se nota que se llevan muy bien – respondió en voz baja – ya mejor déjame solo.
-Sí no te conociera bien diría que estás celoso – dije sonriendo.
-No digas tonterías niña tonta – se fue rápidamente de la sala. Y yo lo seguí.
- ¿Niña? Solo eres mayor que yo por cincuenta y tres años – me puse frente a él para que se detuviera.
-Muévete Zafiro – trato de evitarme – o mejor debería moverte yo.
Me tomo de la muñeca pero rápidamente hice que me soltara, y él saco un cuchillo para amenazarme, y yo golpeé su mano para que lo suelte, y empezamos a pelear, siempre terminamos peleando físicamente, pensé mientras yo bloqueaba sus golpes, seguimos golpeando hasta que ambos terminamos con un cuchillo apuntando a nuestros cuellos y mirándonos a los ojos, no podíamos evitar terminar siempre viendo nuestros ojos, pese a que él era mucho más alto yo lograba darle un buen combate ya que mi armadura llevaba zapatos altos, en mi reino debíamos acostumbrarnos a estar así por que todo era un arma incluyendo los tacones.
-Tal vez deberías rendirte – dijo Loki – o pedir ayuda a Fandral.
- ¿Es en serio, Loki? – pregunté incrédula – ya cállate.
Loki hizo un movimiento con las manos y me hizo soltar el cuchillo y de un movimiento él quedó en mi espalda y sosteniendo mis manos con su mano izquierda para que no me moviera y con la derecha tenía su cuchillo en mi cuello.
-Eres un tramposo – reclamé frustrada porque otra vez perdí.
-Y aún así me amas, pero luego te pones a coquetear con otros – me decía al oído.
Volteé los ojos molesta y tratando que me suelte, pero era más fuerte, por fin me soltó y me sonrió, luego se acercó y me dio un beso para luego irse y dejarme sola, estaba furiosa y tomé el cuchillo para guardarlo en la armadura otra vez y al levantar la mirada Thor estaba frente a mí, me puse tan feliz que corrí a abrazarlo con toda mi fuerza por la euforia.
-Veo que me extrañaste bastante, niña – dijo Thor feliz – te traje un regalo del mundo al que fui a hacer mi misión.
- ¿En serio me trajiste un regalo? – pregunté emocionada - ¿Qué me trajiste?
Tenía un mano en su espalda y cuando me la mostró tenis una tiara con forma de enredadera y rosas, era de oro con incrustaciones de diamantes y esmeraldas, me la puso en la cabeza y acomodo un poco mi cabello que estaba un poco despeinado por la pelea con Loki.
-Mi padre me dijo que, en tu mundo, la realeza acostumbraba a llevar una corona o tiara en todo momento – dijo Thor mirándome – por eso te la traje, así tendrás una costumbre de tu reino aún contigo.
-Muchas gracias Thor, es un detalle muy lindo – estaba muy feliz y volví a abrazarlo – la llevare en todo momento.
Hablamos por un momento de su misión y me dijo que la había completado exitosamente, lo felicité y luego un guardia se lo llevó para que hablara con Odín, yo estaba agotada por el entrenamiento y la pelea, así que me fui a mi habitación, tomé un baño y decidí tomar una siesta. Entre sueños sentí que alguien entraba a mi habitación, luego un beso en la frente, por un momento silencio y luego la puerta cerrándose fuertemente, pero tenía tanto sueño que no pude abrir los ojos.
Narrador omnisciente:
Luego de pelear con Zafiro, Loki de fue enojado a su jardín mientras pensaba en Zafiro hablando con Fandral, no lo admitía pero si estaba celoso, y la única manera en que lo demostraba era molestándola hasta que ella pierda la paciencia, pero no podía evitar sentir las ganas de estar cerca de ella, y por eso no se contuvo y la besó, sentía celos de verla demasiado cerca de Fandral, pero él nunca admitiría tener celos de alguien o por alguien, como príncipe de Asgard, él debía ser más fuerte que sus emociones, y por eso se alejó para poder calmarse.
Hizo aparecer la esmeralda con forma de rosa que Zafiro le había regalado la primera vez que hablaron después de su llegada a Asgard, y sin querer encontró la rosa en la cual ella se había inspirado para hacer la esmeralda, era la más hermosa de todas las rosas, e inmediatamente le recordó a Zafiro cada vez que sonreía, no era algo común verla sonreír, pero con él, ella siempre sonreía hasta en los momentos más silenciosos que tenían juntos, él sonrió, miró hacia arriba, los balcones que dejaban ver los pasillos externos del palacio y vio a Zafiro pasar por el pasillo de sus habitaciones, dudó por un momento pero decidió buscarla para disculparse por comportarse grosero con ella en la sala de entrenamiento, llegando frente a la puerta de la habitación de Zafiro quiso tocar, pero lo pensó bien y entró sin tocar, ella estaba dormida en su cama, la miró por unos segundos y se acercó a darle un beso en la frente, ella se veía tan calmada y hermosa, pensó para sí mismo, miró a su alrededor, era una habitación completamente femenina, habían plantas por donde sea que viera, con rosas floreciendo en las paredes, libros apilados en la mesa, un pequeño sillón blanco muy suave que tenía otro libro encima, y en la mesita cerca de la cama un cuchillo, un anillo y una tiara.
La tiara le llamó la atención, ella nunca antes había usado una tiara, de dónde podía tener ella una tiara, de preguntó, la respuesta más obvia fue que su padre le había obsequiado esa tiara, ya que la realeza en Vanaheim siempre llevaba sus coronas en todo momento y en todas partes, pero ella había perdido la suya el día que su reino fue traicionado, salió rápidamente para buscar a Odín. Llegó rápidamente a la sala del trono, dónde se encontraba Odín hablando con Thor, pero se callaron al verlo entrar.
-La tiara de Zafiro fue un detalle muy amable, padre – dijo Loki sarcásticamente.
-Él no se la dio, hermano – interrumpió Thor – yo sé la regalé, para mostrarle mi afecto.
Loki de quedó callado, se veía molesto y sorprendido, sin mirar a ninguno salió de ahí hacia su jardín nuevamente, pero antes de llegar un joven doncella se acercó a él, Thor corrió para alcanzarlo, sin embargo, no quiso interrumpir a la joven y solo miró desde lejos, observó que la doncella le entrego una nota y le hablaba de algo, pero Loki solo negó con la cabeza y siguió con su camino, Thor lo siguió viendo cómo la muchacha lloraba silenciosamente, pero prefirió no molestarla. Alcanzó por fin a Loki en su jardín de rosas.
-Hace tanto tiempo que no vengo a este jardín – dijo Thor acercándose a Loki - ¿Cuántas doncellas más rechazaras, hermano?
-No me interesa tener a una doncella a mi lado – respondió Loki sin mirarlo – si alguna mujer es digna de estar a mi lado, debe ser fuerte.
-Supongo que tienes el interés en una guerrera o algo así.
Ambos levantaron la vista hacia el balcón, dónde estaba Zafiro sentada en el borde de las barandas mientras hacía florecer una enredadera haciendo que aparezcan rosas blancas, Loki la miró y sonrió, luego volteo a ver a Thor quién también la miraba mientas sonreía.
-Ya entiendo el por qué le regalaste una tiara a Zafiro – dijo Loki – estás enamorado de ella.
-Si no me equivoco tú también estás enamorado de ella – respondió Thor mirando a su hermano de vuelta.
-Quien diría que ambos tendríamos un gusto similar en las mujeres, mucho menos ver a la misma mujer.
-También me sorprende, pero ¿Eso sería un problema?
-Tal vez si o tal vez no, de todas formas, ella será quién decida que hacer con nosotros, ella sabe lo que siento.
-También sabe lo que yo siento.
-Entonces, esta vez sí estoy dispuesto a no dejar que ella se vaya contigo, tú tendrás el trono, pero no a ella como tú reina, Thor.
-Suenas muy seguro, pero está bien Loki, ya veremos si será mi reina o estará a tu lado.