Ayer después de terminar de empacar mis cosas me quedé dormida, hoy solamente compré otra maleta guarde todo y estoy lista para volver no he cruzado palabra con mi mamá, no quiero saber nada.
Agarro mi Celular y busco el nombre de Lucas en mis contactos le marco y me contesta al segundo.
-¿Della?.
-Hola Lucas.
-Que sorpresa, dónde te habías metido estoy dos años.
-Es una larga historia, pero te llamaba para ver si me podías hacer un favor.
-claro dime.
- ¿me puedes llevar al Aeropuerto?
-¿Te volveras a ir?.
-si, no puedo estar aquí realmente.
-Ya voy para tu casa.
-te esperaré.
Acomodo mi blusa blanca es un top con un escote demasiado bonito, por atrás está abierto y traigo unos pantalones ajustados y mis tenis Nike, me pongo mis collares, anillos y mi labial rojo vuelvo a meter todo en la bolsa mientras camino para la apuesta con una maleta en cada mano y mi bolso colgando, le doy una última mirada y salgo.
-Valla te vuelves a ir- escucho la voz de Mía.
-Y lo volvería hacer cada vez.
-Y a dónde irías, ni siquiera tienes dinero ¿Piensas dormir en la calle?- dejo escapar una carcajada.
Eres muy ilusa.
-No me hagas reír Mía encerio, papá me dejo propiedades, autos, dinero y todo lo que tenía el ¿Dormir en la calle? Hum no lo creo.
-Por favor ni tu te la crees.
-Realmemte me importa muy poco tu opinión- escucho que tocan la puerta y ella va rápido para abrirla.
-Vengo por Della- escucho la voz de Lucas, agarro las maletas y lo veo con una sonrisa y a su lado Nicolás.
-Tanto tiempo- hablo ellos alzan su mirada y me abrazan.
-Te extrañamos solecito- volteo los ojos y los abrazo.
-Que asco me dan- escuchamos a Mía decir mientras se aleja.
-Es mutuo- le grita Lucas haciéndonos reír.
Me alejo y ellos me miran veo su carro y valla se siente un poco raro es decir volveré a los Angeles.
-Estoy lista.
-Pues vámonos.
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- Es hora Leah, creo que eres y serás esa chica valiente siempre, se fuerte no dejes que nada ni nadie te haga bajar la guardia y recuerda que siempre nos tuviste a nosotros y nos tendrás se feliz, cumple tus sueños has todo lo que quieras consigue a alguien que te ame y te valore que te lo demuestre cada día, siempre serás una gran amiga chaparrita te vamos a extrañar- habla Lucas y mis lágrimas no tardan en salir.
-Los amo mucho, merecen mucho los extrañaré demasiado siempre los llamaré y muchas gracias por todo lo que hicieron por mi.
-siempre seremos tu familia Leah, y tú nunca tuviste la culpa de que el fuera un gran idiota que no supo valorarte- habla Nicolas.
-Pero vete que perderás tu vuelo te queremos- me despido de ellos.
Y con las lágrimas callendo y el corazón roto, yo rota dejo New York.
En el Avión me pongo los audífonos y me quedo dormida escuchando la canción de Ed Sheeran
Kiss me.
Desperté y solo me limitaba a mirar por la ventana que estaba a mi derecha el cielo es precioso las nubes todo se mira perfecto es lo único que me hace estar bien y en paz.
Después de unas horas llegamos al aeropuerto de los Angeles, después de bajar voy por mis maletas.
Cuando estoy lista, respiro y tragó saliva un nuevo comienzo una nueva vida, espero que esto funcione, camino con una maleta en cada mano y mi bolso colgado.
Me siento en una de las bancas que mire fuera, saco mi teléfono de mi bolso y busco el contacto que me dió Leonardo, me dijo que el me daría el auto yo ya conozco las calles y la dirreción de la casa.
-hola, soy Della Leonardo me dió su número por lo del carro, me encontro en el aeropuerto y quería saber si me lo podía traer.
-Hola Della, si de hecho acabo de venir por el, llegó en 10 minutos.
-esta bien.
Después de unos minutos logro ver el carro que me describió Leonardo un Audi R8 negro sonrió, y me levanto mientras camino hacia el, siento que choque con algo, alzó la vista y veo a un chico se me hace conocido pero no puedo pensar en eso solo en que derramó su batido en mi blusa blanca.
-Mierda- murmuró para mí pero creo que el escucho ya que trata de no reír.
-Lo sien..
-No disculpa, lo siento yo no me fijé en mi camino- lo interrumpo veo al muchacho amigo de Leonardo venir hacia aca.
-Tu debes ser la Señorita Smith- habla el chico, volteo para mirarlo, con una sonrisa no voy a mentir no está nada mal.
-¿Smith dijiste?- habla el chico que tiro el batido en mi.
-Si, si me disculpas me tengo que ir.
Camino lejos del chico dejándolo con la boca abierta, es raro también pensé que lo conocía pero es demasiado guapo y no lo sé supongo que no.
El chico me abre la puerta y antes de entrar lo escucho:
-Se que eres tú Della Smith.
Con una sonrisa, cierro la puerta y me pongo mis audífonos, veo al chico subir al carro y voltea a mirarme con una sonrisa.
-Dirrecion chica- ni me acordaba realmente, me pasó la dirreción de la casa, y se voltea para conducir.
-No me has dicho tu nombre- rompo el silencio, pero no despegó mi vista de la ventana.
-No pensé que fuera importante saberlo- me responde y yo sonrió.
-Pues quiero saberlo un gusto soy Della Smith.
-Un gusto Della soy Milo Meyer.
-No fue difícil- le respondo.
-¿Me está coqueteando?- pregunta, mientras deja escapar una risa.
-Tal vez, si tal vez no nadie sabe Milo.
-Llegamos- habla y volteo a mirar la casa.
-Valla tanto tiempo, sigo diciendo que esto es mucho para mí.
-¿Tu sola vas a vivir aquí?- pregunta y yo me limito asentir- Esto es una Mansión.
-Opino lo mismo, buenas noches tengo que descansar ¿No quieres que te lleve?.
-no pediré un taxi, gracias usted descanse.
-Me haces sonar a una señora- el ríe y niega con la cabeza, baja mis maletas y se despide.
-Es hora- murmuro para después entrar.
Dejo las Maletas en la entrada y subo las escaleras para llegar a mi cuarto todo está como antes, me quito la ropa y me pongo la pijama para poder dormir.