TÚ Estrella

Capítulo 6: Noche loca

                  SARAMY

El idiota no apartaba su mirada azul de mi rostro mientras colocaba la ultima bandita en su pómulo, fingí no darme cuenta de la fijeza con la que me miraba y de la extraña sensación revoloteadora en mi estómago.

-Bueno, creo que ya esta -justo cuando iba a levantarme de la cama me agarro del brazo para detenerme, coloco su otra mano en la parte baja de mi espalda provocándome un cosquilleo y me atrajo más cerca de él. -. Mira no...

Sin darme tiempo a reaccionar junto sus labios con los míos, me quede congelada sintiendo el movimiento de suave y acompasado de su boca contra la mía; después de lo que pareció una eternidad se separó un poco para fijar sus ojos en mi cara sonrojada.

-Gracias -mostró una hermosa sonrisa.

-¡¿Qué te acabo de decir?! -me quejé cuando recuperé la compostura - ¿Acaso me ves como un par de labios andantes o que? -resoplé.

-Oh, más que eso, créeme -la sonrisa casi angelical que tenía paso a una lobuna.

Resople nuevamente, este idiota me saca de quicio; es normal que quiera golpearlo más de lo que ya está ¿cierto? -me pregunté.

Le había dejado claro, o por lo menos yo lo creía así, que no debía invadir mis labios cuando quisiera, inclusive lo acababan de masacrar por eso pero ahí estaba, con esa sonrisita suya...

-Ah... ¿Sam...? -Daniel se asomaba por el marco de la puerta con una mueca de disgusto adornando su cara, detrás de él apareció la pelirroja melena de Margarita.

-¿Qué pasa, chicos?

-Lo están buscando -le dio una mirada que advertía de su molestia con la presencia del cantante, volví la vista hacia el ojiazul y fui consciente de que aún estábamos prácticamente abrazados; cuando me levante de la cama Daniel continuó -. Hay un montón de reporteros con cámaras haciendo preguntas a todo el mundo y gente que no tengo "idea de donde salió" están fuera de la casa formando un alboroto por... ese -sus ojos eran como dardos clavándose en la cara del ojiazul.

-Si, Samy, afuera es toda una locura, no sabemos que hacer -intervino mi prima.

Genial, ahora mi fiesta de cumpleaños se volvió un circo.

-Oye, no te preocupes, voy a arreglar esto, solo...

-Calláte -lo interrumpi, no estaba molesta con él sino conmigo misma, nunca debí pedirle que me trajera en primer lugar, pero no pude evitar soltar las palabras que diría a continuación -, ¿qué? ¿Qué se supone que vas a hacer? Ir a fuera con tu cara hecha un desastre frente a las camaras y decir... ¿Qué exactamente? ¡Dime! ¿Qué besaste a la novia de un boxeador porque se te hizo divertido y terminaste peor que saco de boxeo en el camino?

-Sam, no te alteres, por favor -el rubio se acerco a mi y apoyó sus manos en mis hombros e hizo que lo mirara a la cara -. Ya pensaremos en algo ¿si? -me regaló una sonrisa tranquilizadora que le devolvi al segundo, mi primo es un idiota adorable.

Inspire y exhale para calmar mis nervios, enterré la cabeza en el pecho de mi primo y permiti que me abrazara por primera vez en mucho tiempo.

-Tengo una idea- sonreí a la 7 personas frente a mi -. Voy a necesitar tus llaves, Dachs -sus ojos azules se llenaron de terror, reí por lo bajo.

Después de que se me pasó el disgusto mande a llamar a Matt, Génesis, Katherine y a mi madre; los necesitaba para hacer realidad la maquinación en mi cabeza. Necesitamos alejar al gentío que había allá afuera y yo tenía una solución muy divertida, para mi, claro esta.

-Y voy a necesitar de ti, primito bello, mi corazón de melón, la cosita más bella en la faz de la tierra -lo vi con ojos grandes y suplicantes mientras los demás reían por el sonrojo del rubio, sabía que no le iba a gustar mi idea pero contra todo pronóstico aceptó después que explicara a todos mi plan.

¿Listo? -asintió sin decir palabra - Bien, vamos a darle un espectáculo -sonreí a la vez que lo arrastraba fuera de la habitación.

Antes de que pudiéramos salir una mano me detuvo.

-Cuídate -asentí mirándolo a los ojos y me dispuse a salir de allí.

Mi acompañante y yo salimos de casa por la puerta trasera para evitar a las personas que charlaban y bailaban al ritmo de la música en el vestíbulo. Yo debería estar ahí, bailando y disfrutando de mi fiesta pero bueno, estas son cosas que le suceden a una Estrella.

Estúpida suerte de las Estrellas.

Las chicas ya estaban en posición cuando nos acercamos al frente dónde los reporteros esperaban ansiosos ante el más mínimo atisbo de algún movimiento raro, llegamos hasta los amigos de Matt que hacían una especie de muralla humana para que nadie se colara en la casa, estos nos hicieron espacio para salir dando comienzo al caos.

-MIREN ES ADRIEN -grito una voz conocida a la que le siguieron muchas más, algunas familiares y otras no tanto.

Enseguida un mar de reporteros se arremolinaban sobre nosotros -ok, no eran tantos pero seguían siendo molestos -soltando una lluvia de preguntas "¿Nos puede comentar algo sobre lo sucedido?", "¿Cual fue la razón de la pelea?", "¿Quién es la chica que lo acompaña?", "¿Están en una relación?". Y ni hablar de los fastidiosos flashes que por poco y me dejan ciega.

¡Dios! Jamás me había sentido tan abrumada y expuesta, esa gente era intensa ni siquiera respetaban el espacio personal. ¿Cómo rayos llegaron tan rapido y a esta hora? ¡Son las 12am! ¿Esa gente no tendra vida o que?

Entramos al auto y dejamos atrás a los idiotas amantes de la vida ajena por un corto momento porque a los minutos notamos un SUV y un par de monovolumenes siguiendonos como era de esperarse.

-Llego la hora, te dejaría al volante otro rato pero conduces tan rápido como lo haría un perezoso -blanqueó la mirada con una sonrisa en los labios.




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