Mar de Luna se encontraba junto a su hija Mariluna frente al castillo de árboles que sería a partir de ese momento su salón de clase oficial, ya la niña había estado allí antes, como ya sabía su madre, junto a la pareja de lobos Marcus y Estrella. Pero a pesar de eso sus ojos recorrían muy atentos y curiosos el lugar.
―Estrella me dijo que tenía forma de castillo, que era un lugar dónde vivían reyes o personas de la nobleza, que eran enormes, llenos de salones y habitaciones, pero que eran construidos con un material duro y sólido como las paredes de nuestra cueva―comentó la niña entusiasmada.
—Así es Lunita, estrella te explicó muy bien, voy a tener que pedirle que nos ayude con las clases a tu padre y a mi.
—Y Marcus cuenta historias muy interesantes y las explica de tal forma que me hace sentir como uno de sus personajes, es casi tan bueno narrando como tú mamá.
—Pues será tu nuevo profesor de historia―Le decía su madre mientras entraban al salón y se acomodaban en los asientos―Bueno hija te doy la bienvenida a tu salón de clases, espero que te sientas cómoda y a gusto, lo hice especialmente para ti.
―Sí mamá me encantó, gracias-dijo entusiasmada.
―Hoy hablaremos sobre los mitos de los humanos sobre los Hombres Lobos, etimología de los nombres por el que nos conocen e historias reales de nuestra raza. ¿Lista para comenzar?
―Soy toda oídos―expresó su hija ansiosa por empezar. Su madre sonrió e inició la clase.
―Para el hombre nosotros somos unas criatura legendaria, considerados una superstición tan antigua como la humanidad misma, estamos presentes en muchas de sus culturas a lo largo de todo el mundo. Incluso se ha dicho que somos el ser más universal de todos los mitos, probablemente junto con los vampiro. Dicen que somos los más temidos por nuestra agresividad y naturaleza malvada. Creen que atacamos por sorpresa y que aprovechamos nuestros temibles dientes para morder y desgarrar a las víctimas, seres salvajes, muy poco sociable y nómadas. Que solo podemos ser heridos por armas mágicas o de plata o que morimos sólo si nos cortan la cabeza o arrancándonos el corazón y algunos hasta cren que nuestra descendencia con humanos es totalmente humana.
―¿Pero nada de eso es verdad mamá?
―Muchas de esas creencias son producto de mitos, leyendas urbanas, o simplemente salieron de la imaginación de los hombres. Quizás en el fondo se inventaron esas justificaciones para no sentirse culpables por cazarnos y quitarles la vida a muchos de nuestros antepasados, incluyendo a mi madre...pero si es real que somos legendarios y estamos presentes en el folclore de muchas culturas; además la plata nos puede matar...―le contó todo acercerca de cómo y/o las formas que los humanos les podían quitar su inmortalidad― ...y aunque eso de mezclar nuestra raza con la de los humanos nunca pasó, jamás se dio tal caso de reproducción, así que no sé si seria posible, pero creo que no―continuó explicándole todas las etapas difíciles que atravesaban las lobas para reproducirse, desde lo poco probable que resultaba quedar embarazada hasta el parto peligroso si lograban llegar hasta la última etapa con vida, con todos sus riesgos y consecuencias, sin omitir ningún detalle.
―Parece un castigo más que una bendición ser madre―expresó la niña reflexionando y procesando toda la información.
―Quizás desde el punto de vista nuestro lo vemos de ese modo pero el creador tuvo que hacernos así quizás teniendo en cuenta que somos inmortales, si pudiéramos procrear tan fácilmente como los humanos necesitaríamos otro planeta para nosotros y aún así no sería suficiente―la niña sonrió.
―Tienes razón, no lo había mirado desde ese punto de vista.
―Los humanos creen que solo nos transformamos en luna llena o en el momento que florecen ciertas plantas o en los cambios de estaciones. Para ellos somos la bestia que con nuestro aullido causamos horror a los habitantes de la tierra. En regiones donde no hay lobos las metamorfosis varían según su imaginación, mitos o leyendas urbanas.
Mar de Luna se sentó en el suelo y le hizo señas a su hija para que se sentara a su lado, y comenzó a formar palabras con la hierva, utilizando sus poderes, de modo que su hija pudiera leer, ya lo había hecho antes, de esa forma fue como le enseñó el abecedario y a diferenciar las vocales de las consonantes. Ya a esta altura su hija leía perfectamente y conocía las reglas ortográficas de varias lenguas.
Asia → Hombres Tigres y Hombres Zorros
Rusia→ Hombres Osos
Africa→ Hombres León
Japón→ Hombre Zorro
Indonesia→ Hombre Hiena o Hombre Cocodrilo
México→ el Nahual o nagual, incluso nawal (dentro de las creencias mesoamericanas)
―Y así por el estilo, ¿entiendes Lunita?
-¡Claro mamá!―contestó la niña muy avispada, como si fuera lo más normal del mundo que a la corta edad de tres años un niño supiera leer y escribir, porque ella escribía con un palito en la tierra, y además asimilar tanta información.
―Las características por las que somos conocidos por la humanidad, que son reales pero tenemos muchas otras que ya conoces porque formas parte de nuestra manada y convives con nosotros son:
Ferocidad
Fuerza
Astucia
Rapidez
―Además se nos atribuye tres formas de licantropía:
La de humano.
La híbrida entre humano y lobo.
La de lobo licántropo
―Creemos que esa creencia que tienen los humanos tiene su origen en los enfrentamientos que hemos tenido con ellos a lo largo de los siglos. Sólo peleamos para defender la vida de nuestra manada, la de un hijo o nuestra propia vida. El motivo por el cual nos mantenemos ocultos de los ojos del hombre es precisamente para evitar una guerra entre nuestras razas. ¡Es un motivo muy noble Lunita! ya que así evitamos causar perdidas innecesarias entre ambas especies―observó discretamente a su hija para constatar si estaba logrando el efecto esperado y por su expresión imaginaba que sí. La niña pasaba de una expresión facial a otra, fruncía el ceño y lo relajaba en una actitud de meditación profunda.
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Editado: 18.05.2022