―Yo logré escapar herido en una pierna por un disparo, internándome en la selva lo más que pude, huyendo del peligro, queriendo salvar mi vida a toda costa, hasta que quedé inconsciente, cuando desperté estaba en una cueva, ¡con paredes de oro!, ese mineral precioso estaba incrustado en las rocas de sus paredes, con unas personas extrañas que me habían curado, luego llegó un lobo marrón enorme que trató de matarme y un hombre de los presentes en aquella cueva se transformó frente a mis ojos incrédulos, en en lobo negro aún más grande y robusto que el anterior, no sé por qué pero me defendió del ataque, me imagino que su líder se lo pidió. Luego del incidente tuvieron una especie de reunión donde decidían si sería la cena como todos los humanos que ya se habían comido antes, pero a la líder, que fue la que me llevó a la cueva, al parecer le caí bien, le gusté...―comentó presumido― y dijo que ya habían comido bastante, por suerte para mí, y que por primera vez harían una excepción, ¡me dejarían ir!, supongo que corrí con suerte y fui el único humano que salió con vida de ese lugar, ¡son animales salvajes!, ¡caníbales!, aunque adopten la figura humana y se vean como nosotros, ¡pero no lo son!, ¡no se pueden dejar engañar! si deciden salir al mundo nuestro serían muy peligrosas, le estaríamos haciendo un gran favor a la humanidad si los eliminamos,¡seríamos héroes anónimos!
Hizo una pausa como para sembrarnos esa idea, para darle más emoción a sus palabras, luego continuó diciendo
―o al que le importe una mierda salvar la humanidad, venciendo a esas criaturas, !se forraría en oro!
Estas palabras si que lograron el efecto deseado del Jefe, las codicia brilló en los ojos de todos los presentes, excepto en los míos, en ellos se verían reflejados una gama de sentimientos repulsivos con una mezcla de pesar, sentí asco, repulsión, y pena por esos seres sin alma, tan codiciosos y banales, sentía pena porque ese tipo de personas se pierden lo único importante de la vida, amar y ser amados por lo que son, por lo que tienen por dentro, no lo que llevan o puedan llevar por fuera, aunque pensándolo bien el interior de cada uno de esos individuos estaba hueco, así que querían ser ricos para sentirse llenos de algo... me sentí más que nunca fuera de lugar.
―Tienen una cría, ¡nada de lastima!, igual hay que matarla, porque crecerá exactamente como sus padres y también comerá personas, si no es que ya las a comido.
Yo no podía creer la historia "fantástica″ que acababa de contar ese hombre, parecía un mito, una leyenda o una fábula, todo se escuchaba tan alejado de la realidad, pero cuando los otros confirmaron que habían visto a una persona transformarse en lobo, no podía dudar de la palabra de los tres hombres que habían visto lo mismo que el señor Valdez, si todos lo afirmaban tenía que haber algo de verdad, de lo que sí estaba seguro era de que sí ese tipo, el fulano Oscar, estaba de acuerdo con Marlon era porque este decía la verdad, ese hombre aprovecharía cualquier oportunidad para desacreditarlo y no lo hizo.
Después de que todos escuchamos la increíble historia nos quedamos literalmente estupefactos y mudos, metafóricamente como estatuas de piedra, bueno de carne y hueso corrijo, creo que tardamos un buen tiempo en reaccionar, no podría decir cuanto tiempo exactamente, se que miré a mi alrededor y a muchos se le había desprendido la mandíbula, solo faltaba que chorrearan baba como verdaderos idiotas, espero no haberme visto así en ningún momento, aunque los comprendía, no todos los días nos dicen y más absurdo aún, nos confirman que sí existen los hombres lobos, sonreí nervioso, todo este asunto me inquietaba profundamente.
Luego de contada la inverosímil historia, Marlon nos informó que él tenía un elaborado plan para eliminara a esas criaturas, sólo teníamos que hacer exactamente lo que nos orientara, la disciplina y la sorpresa era nuestra única oportunidad de ganar, para eso nos había entrenado tan bien y se había ocupado personalmente de nuestra puntería, estábamos bien preparados, así que estaba seguro de nuestra victoria, primero teníamos que vigilarlos, conocer de su rutina y esperar al momento preciso en que todos los lobos estuvieran en la cueva, entonces lo atacaríamos, los tomaríamos desprevenidos, tenía que ser durante el día para estar parejos en cuanto a la visión, ya que en la noche los lobos veían mejor y nosotros.
-No veríamos categóricamente nada y ni llevando gafas de visión nocturna podríamos igualarnos a la visión de esos seres, así que lo descarté.-concluyó Marlon con autosuficiencia.
No sabía que pensar respecto a esta situación sobrenatural en la que me encontraba involucrado, lo peor de todo era que nadie me había obligado a nada, yo solito me metí en este lío y ya no tenía escapatoria, luego pensé en la niña lobina o lobita, ¿quién tendría el valor de matar a una criatura así?, estaba muy consciente de que yo no lo haría. Esa noche me dormí muy tarde y cuando logré hacerlo tuve pesadillas horribles con hombres lobos y una niña, en mis sueño esa niña loba tenía el rostro angelical y hermoso de mi hija, me desperté completamente bañado de un sudor frío, había ido a ese lugar para "olvidar‶ todo ese pasado que tanto me atormentaba y ahora regresaba, con renovadas fuerzas, todo por una supuesta manada de hombres lobos que tenía una niña, cerré mis ojos fuertemente, sentía ganas de pellizcarme fuertemente el brazo para despertar de la pesadilla en la que me encontraba, casi cuatro meses en la selva seguramente nos estaba volviendo locos a todos, era imposible que existieran esas criaturas místicas, tenía que ser producto de la imaginación, esa noche tenía que haberme tocado un turno de guardia, total de todas formas no había podido dormido casi nada y en el poco tiempo que lo logré únicamente mi sirvió para atormentarme más, decidí salir a respirar aire puro, abrí el cierre de la tienda y me encontré con la profunda oscuridad que me rodeaba.
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Editado: 18.05.2022