Como todos lo sabemos, el ego es algo que puede fácilmente dominar a las personas cuando son envueltas por el manto de la fama o también, cuando no desean aceptar sus errores debido al hecho, de que nunca se los marcaron correctamente.
Algunos de nosotros hemos sido criados en un ambiente de sobreprotección, que puede causar ciertas inseguridades, mientras que otros, fueron criados en una atmosfera donde les hacían creer que su inteligencia era superior que la de los demás y los idealizaban prácticamente como perfectos, pero a la hora de enfrentarse al mundo, estos seres terminaban frustrados y con mucho sufrimiento cuando se daban cuenta de que, el exterior era el que los controlaba a ellos.
El ego es un arma de doble filo, no sólo te juega en contra a la hora de resolver conflictos, sino que, de igual forma, en el intenso desarrollo descontrolado de éste, terminas por quedarte completamente solo. Este procedimiento se torna incuestionable, y suele suceder, por eso es de vital importancia empezar a dominarlo desde el momento en que eres consciente de que no quieres dañar o faltarles el respeto a los demás; de hecho, una buena excusa para empezar esa labor es tener en mente, que tu vida, actualmente como va, no te lleva a ninguna parte debido a tus formas de ver el mundo.
Empezar por la razón del cómo, es la principal fuente de todo cambio, y en este caso, no es la excepción.
El siguiente paso, nos lleva a empezar a recopilar información. El hecho de saber qué es exactamente el ego, te da una ventaja, pues entre más conozcas a tu enemigo, más sencillo te será dominarlo. Obviamente que este libro sólo relata estrategias, pero el resto del trabajo depende de la voluntad del lector, puesto que él es el que marcará un antes y un después con la verdad que se le relate.
Ahora, volviendo al tema, después de conocer a tu contrincante, lo que queda, es practicar. Esto no se trata de solamente de hablar con la gente, pues algo de inteligencia emocional se debe aplicar al respecto, y no quiero decir que cualquier tipo de modo esté bien empleado en cualquier situación viendo en la clase de caos en la que estamos enterrados, no, ya que hay que saber discernir las situaciones, y para eso, debemos prestar atención.
Centrar nuestra mente en el aquí y el ahora, nos permitirá empezar a ver lo que antes no veíamos. No digo que el futuro no sea importante, o que subestimemos el pasado, mas bien, doy por hecho de que éstos, aunque conectan, lo que realmente hará cambiar tu presente es el ahora, así que depende de lo que hagas en estos momentos para realizar los cambios tan vitales que estás buscando.
Si bien he relatado que el centrarse en el ahora es esencial, debes también prestar atención a lo que dices, y no es solamente entender que te has equivocado, sino que mas bien, es ponerse en los zapatos del otro. Darte cuenta de los pequeños detalles y analizarlos con profundidad, te brindará una visión que nunca antes podrías haber pretendido experimentar.
Hay momentos en los que debes entender a la persona, pero no estoy diciendo que te entregues por completo, porque al final, estamos tratando de conseguir que encuentres una solución a tu exceso de ego sin tener que sacrificarte.
Si te das una idea, el hecho de que te entregues incondicionalmente, parece una estrategia atractiva para un trágico héroe, pero no, una vez que estás muerto, termina tu ciclo, de modo que, si quieres realmente plantar un cambio, la realidad debe de tomar otro curso, pues hay cosas que sólo tú puedes hacer. Incluso este nuevo renacer puede traer cosas buenas para los de tu alrededor y no sólo para ti, así que piensa bien tus palabras, porque todo lo que surge de la mente, puede destruirte o fortalecerte.
Todos en sí somos parte de todos, aun si es por un solo instante. ¿Recuerdas la vez que te encontraste con tu vecino y éste te saludo o te ignoró? Pues eso es un instante en el que existes en su mundo, por lo que los cambios se dan o no; lo que quiero decir, es que todo, aunque no hagas nada, tiene un impacto; toda decisión tiene una consecuencia.
El enojarse, el entristecerse, e incluso, rendirse, son emociones que experimentamos para crecer, y lo que hace remover el ego. El ego es algo que aprendemos al final al controlar cuando comprendemos que estamos aquí para ayudar; para avanzar como personas entre todos, y que nadie es inferior a nadie. Una vez entiendas eso, caminarás hombro a hombro con tus allegados, e incluso, serás una persona… más feliz.
Al final todo se resume en eso. Tu y yo como el resto; somos parte de un mundo, y aunque haya injusticias; aunque haya gente que no vibre de la misma manera, tenemos una bondad en nuestra alma que pide por un cambio que… solamente nosotros, podemos realizar o cosas que nada más nosotros podemos entregar, y muchas veces a eso se le llama… amor.
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