Tu mirada sobre mi

12. Somos una familia... un poco rara

N/A: Espero que os guste.

* * *

Vacaciones Parte 3

* * *

Me encontraba en la hamaca recostada con Lucia y su muñeca, Matt y los chicos estaban en la pileta y Shon estaba releyendo algún libro de Stephen King.

 

— Meg. — Escucho que me llamo Lucia.

— Dime Luci. — Le respondo.

— ¿Con quién dejaste a Axel? — Me pregunta.

— Con el vecino raro. — Le respondo.

— ¿Con la señora que nos da galletas a mi y a Matt? — Me vuelve a preguntar. 

— Si, con esa señora amargada. — Susurro lo ultimo.

— ¿Crees que esté bien? — Me vuelve a preguntar.

— Eh, si. — Le respondo y saco mi teléfono del bolsillo y lo busco entre mis contactos.

 

Vecino Logan (Hijo de la sr. amargada)

Hola… ¿Estás ocupado?. Leído

Hola linda, no ¿porque?. Recibido

Quería ver a mis perros. Leído

 

Videollamada entrante de: “Vecino Logan (Hijo de la sr. amargada)”

— Hola, linda. ¿Qué onda? — Me dice y lo veo que está vestido con un sueter negro de mangas largas y encima una camisa rosita con rayas blancas y unos joggers igual negros.

— Nada ¿y tú? — Le pregunto.

— ¿Es el vecino raro? — Me pregunta Luci y se aparece en la cámara.

— Si es el vecino raro. — Le respondo.

— Ah, ya me pusiste un apodo y todo, que linda. — Me respondió Logan.

— ¿Y Axel? ¿Está bien? — Le pregunta Luci.

Y Logan los señala a ambos con la cámara y si estaban echados a su lado en el patio. — Si acabaron de comer. — Me respondo.

— Uh, que bueno. Espero que los estés tratando bien porque si no te mato. — Le digo amenazantemente. — Y… ¿No tienes calor con eso? — Le digo señalando su suéter.

— El calor es mental con esto linda, mejor estar lindo y a la moda. — Me dice sonriente. — Bueno te dejamos, mi madre me llama. — Me dice, me manda un beso y me deja despedirme de los perros. Y me cuelga.

 

Y busco a mi padre para hablar con él. Me levanto de la hamaca y dejó a Luci ahí, pasó toda la casa y me quedo en la terraza que tiene en la parte de atrás y me siento en un sillón que hay en esta. Escucho a mi padre contestar.

 

— Hola, hija. ¿Cómo estás? ¿Cómo te va? — Escucho que me pregunta mi padre.

— Hola pa, bien bien. — Le respondo. — ¿Y tú cómo estás? — Le pregunto.

— Bien, un poco cansado pero bien. — Escucho de fondo a Jordan y tocó inconscientemente la “J” del collar. — Papa, papa… ¿Puedo hablar con ella? — Escuchó que le pregunta a mi padre.

— Pasamelo. — Le digo.

— Hola Meghan. ¿Cómo estás? — Me pregunta con su vocecita.

— Bien nene. ¿Y tú? — Le pregunto.

— Bien, ¿Estas en la playa verdad? — Me pregunta.

— Ahora mismo no pero si. — Le respondo.

— Eh, ok. — Me responde dudoso.

Escucho unos gritos de fondo. — ¿Que pasa Jordan? — Le pregunto.

— Mamá y papá están discutiendo… de nuevo. — Joder.

— Ve a la habitación, ¿Si? — Le digo.

— Ya. — Me respondo y escucho su voz quebrarse.

— No llores nene, vale, estoy aquí. Y recuerda siempre estare, recuerda el collar. — Le digo para tranquilizarlo.

— Mamá no quiere que hable contigo, dice que no somos nada tuyo. — Dice llorando.

— Sh, sh ya. Necesito que te tranquilices ¿Vale?. Respira conmigo si. — Le digo. — Acuéstate a dormir ¿Dale? — Le digo.

— Ok, pero quédate, si porfavor. — Me dice.

— Sea como sea tenía planeado quedarme hasta que te durmieras. — Le digo.

Lo escucho reírse. — Ves tienes que estar así siempre, sonriendo y riendo. — Le digo.

— Gracias hermanita, te quiero mucho enserio. No importa lo que diga mamá. — Lo escucho decir. Y logro escuchar su respiración relajada.

— Adiós, Jordan. Descansa. — Le cuelgo. Y abro el chat de mi padre y le digo que todo estaba bien y que esperaba que las cosas estuvieran bien y que luego hablaremos.

 

— Ey vamos a comer para luego ir a la playa una última vez. — Me dice mi hermano.

— Ok, vamos. — Le digo levantándome del sillón y acercándome a él y nos encaminamos al comedor juntos.

— ¿Y qué comeremos hoy? — Pregunta Matt.

 

Y así empieza nuestro almuerzo., entre charla y risas; terminamos de comer y descansamos un rato para luego cambiarnos e ir a la playa. Nos subimos a los autos y nos vamos a la playa. Llegamos y me acuesto con las chicas a tomar el sol, a lo que llegan los mellizos y empiezan a hacer un hueco al lado de nosotras y nos empiezan a echar arena para enterrarnos y nosotras las dejamos, luego llegan los chicos y los ayudan.

— Ey no, no se vale. — Dice Livie. 

— ¿Que? — Pregunta Dominik. 

— No es justo, ahora tendré arena en lugares que no debería haber arena. — Dice Livie. 

— Y ustedes están limpios. Venga mellizos entierralos a ellos también. — Les digo a Matt y Luci.

 

Matt y Luci los miran como su próximo objetivo y los chicos solo les queda sentarse en la arena y ayudar a los mellizos a enterrarse. Media hora más tarde ya estábamos enterrados completamente en la arena.

 

— Yey, ya están todos enterrados. — Dice feliz Luci.

— Ok, ahora harán una carrera del que llega primero al mar gana. — Dice Matt.

— No esperen, una foto antes. — Dice mi madre. 

— Oh, si. Siéntense al lado de ellos. — Dice Laura. Y Luci y Matt se sienten con nosotros y Laura y Monica nos empiezan a tomar muchas, muchas fotos. 

— Ya madre, por dios. — Dice Cesar. 

— Ok, ahora la carrera. A la cuenta de uno, dos.. tres. — Grita Matt y Luci juntos y veo que Esteban y César salen primero y cada uno de ellos se lleva por encima a Luci y a Matt. Le sigue Abdiel, Tyron y Nicho me ayuda a salir, Dominik a Livie y Shon a Ale; y salimos corriendo.



#29626 en Novela romántica
#18762 en Otros
#2379 en Aventura

En el texto hay: adolescentes, superacion, amorimposibe

Editado: 14.03.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.